Romper con la pareja, es una de las experiencias más dolorosas que podemos vivir. Los problemas que podamos tener de cualquier otra índole; de trabajo, de dinero, con los amigos o con la familia, podemos gestionarlos con más o menos entereza.
Independientemente de su causa; una ruptura amorosa nos hace tambalear de tal manera, que en ese momento, podemos tener la impresión de que no vamos a superarlo nunca. Llegamos a pensar que ese dolor no desaparecerá jamás.
Estoy segura de que sabes muy bien de lo que estoy hablando. ¿Quién no ha vivido algo así alguna vez?. Las rupturas de pareja son una de las causas mas frecuentes para solicitar ayuda psicológica.
Vamos a hablar aquí de algunas cosas que puedes hacer para ayudarte a superar una ruptura de pareja; pero no esperes recetas mágicas. Para esto, igual que para muchas otras cosas, no las hay. Para esta en concreto, el paso del tiempo, es lo que termina curando la herida.
El duelo por la ruptura con tu pareja
Para empezar, una vez que hemos roto con nuestra pareja; ya sea que hemos roto nosotros, o que lo haya dejado la otra persona, empieza el proceso de duelo. Es cierto que, aunque el duelo lo pasarán las dos partes, la persona que es dejada es la que lo sufre con mayor intensidad.
¿Por qué lo llamamos duelo si no ha muerto nadie? En realidad no, no ha muerto nadie; pero sí que ha muerto algo. Se mueren ilusiones, proyectos, esperanzas, y al fin y al cabo es una pérdida que vivimos con mucho dolor.
De hecho hay personas que, tras una ruptura, tardan algún tiempo en comunicar a sus personas cercanas que ya no tienen pareja; con la esperanza de que se cumplan sus expectativas y finalmente se trate de algo pasajero.
Aferrarse a la esperanza de que no sea definitivo, es un mecanismo de defensa para evitar sentir el dolor que esto produce, y de esta forma, darnos un poco de tiempo para hacernos a la idea.
Fases del duelo tras una ruptura amorosa
- Se podría decir que la primera fase es la del impacto inicial; la persona es sorprendida por una noticia inesperada y su sensación puede ser de incredulidad.
- La segunda fase es la de negación; no se acepta la realidad y se crean falsas esperanzas. Es una manera de intentar suavizar el dolor que siente. Muchas veces, la persona ni siquiera informa a su entorno de lo que ocurre con la esperanza de que se trate de algo pasajero.
- La siguiente fase es la de intensa tristeza. En esta etapa, los síntomas son muy parecidos a los de una depresión. Tristeza, apatía, pueden aparecer problemas de sueño, sensación de vacío, malos hábitos de alimentación, pensamiento obsesivo,… En esta fase, es importante no reprimir las emociones sino dejarlas fluir. Por lo general, la etapa de tristeza va seguida de sentimientos de rabia y de rencor.
- Por último, se produce la aceptación de lo ocurrido. Esto no quiere decir que se pase directamente a ser absolutamente feliz pero, sí que desaparece en gran medida el dolor y la persona empieza a retomar actividades que había dejado de hacer y a disfrutar de ellas.
El proceso de duelo no tiene establecido un tiempo concreto, depende de cada persona pero, si transcurridos unos seis meses, la persona no avanza y sigue sumida en la tristeza, estaríamos hablando de un duelo patológico y sería recomendable la consulta a un profesional.
El proceso de aceptación de una ruptura
Cuando el paso de los días nos confirma que sí, que realmente hay una ruptura y no hay vuelta atrás, nos invade la tristeza. Pasamos ya a otra etapa y en esta se dan síntomas que se parecen a los de una depresión, apatía, sensación de vacío, problemas para dormir, llanto y falta de apetito; pero sobre todo, pensamientos obsesivos.
No podemos dejar de pensar en esa persona; y probablemente tampoco queremos dejar de hacerlo. Le damos mil vueltas a qué fue lo que hicimos mal, qué fue lo que pasó para que terminara, de qué otra manera podíamos haber actuado en ciertos momentos.
En definitiva; pensamos que los responsables de esa ruptura somos nosotros. Haciendo de este periodo, un auténtico calvario. Porque se mezcla la tristeza con el sentimiento de culpa. Esta etapa durará más o menos tiempo; dependiendo de cada persona
Es frecuente que, después de esta etapa, pasemos a otra en la que el sentimiento que predomina es la rabia; aunque a veces la rabia se antepone a la tristeza. Pasamos del amor al odio que es bastante habitual.
Esto no significa que hayamos dejado de querer a esa persona, al revés, nos pasamos al extremo contrario; pero precisamente porque seguimos teniendo sentimientos hacia ella, de hecho, lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Lo que ocurre es que es otro mecanismo de defensa. Siempre será menos doloroso sentir rabia que esa tristeza tan intensa
Por último, poco a poco y sin casi darnos cuenta, llegamos a aceptar la nueva situación y a tener ganas e ilusión por seguir con nuestra vida. Siempre, aunque en principio no lo creas, llegamos a este punto.
Que hacer para sobrellevar la ruptura con tu pareja
¿Qué cosas puedes hacer para llevar todo esto un poco mejor? Como decía antes, no hay recetas mágicas y, habrá que vivirlo de la mejor manera posible.
Para empezar, tómalo con mucha paciencia y date permiso para sentir lo que sientes, sea lo que sea. Es verdad, todos queremos estar bien, pero, hay momentos en los que nos toca estar mal y, la única forma de superar un dolor es sentirlo. Así que, si te apetece llorar, llora.
Dile a la gente que te rodea, que si te ven triste o sin muchas ganas de hablar, que entiendan que es un proceso normal, que te dejen vivirlo al ritmo que tú necesitas porque terminará pasando.
En los momentos en que no te apetezca hacer nada, pues no hagas nada. Si sientes rabia, siéntela y no te culpes por ello. Pero todo esto, durante una temporada; no lo alargues eternamente, porque te perderás otras cosas.
Cuando decidas que ya está bien de llorar, aunque aún duela un poco y no tengas muchas ganas, oblígate un poquito a hacer cosas. Queda con tus amigos, haz deporte, ese curso que te interesa y que nunca te has decidido a hacer, sal a cenar fuera, regálate algún capricho de vez en cuando.
Es necesario mantenerse ocupado
Es decir, mantente ocupado todo el tiempo que puedas y mímate. Verás como, en ese tiempo en que estás ocupado, desaparece la tristeza y poco a poco recuperarás la ilusión. Como te decía antes, casi sin darte cuenta. De la misma forma en que no te das cuenta de en qué preciso instante dejó de dolerte la cabeza; exactamente lo mismo pasa con este dolor.
Lo que no debes hacer nunca después de una ruptura; no mendigues el amor a quien no te lo da. No te lo da, no porque no quiera; sino porque no lo siente. Y cuando no se siente, no hay manera alguna de forzarlo.
Corta con todo el posible contacto. Para que llegue ese momento de “ya no duele”, es preciso que te alejes por completo de esa persona. No le envíes Whatsapps, no la tengas en las redes sociales para vigilar qué fotos pone y dónde o con quién está, no frecuentes los sitios que frecuenta ella. Eso es muy doloroso y alarga el sufrimiento más de lo necesario.
Acepta la realidad
Para empezar, será mejor que aceptes la realidad; que no te aferres a lo que pudo ser, o a que tal vez se pueda retomar. Aferrarte a lo que pudo ser y no fue, o mantener la esperanza de que la relación pueda continuar, solo te mantiene anclado en el pasado; y no te va a dejar vivir tu presente ni tu futuro.
Así que, por mucho que eso fastidie, acepta que ese episodio de tu vida forma parte del pasado. Por lo general, cuando se llega al punto de plantearse la separación, no suele tener vuelta atrás.
Es mucho mejor aceptar la realidad aunque sea dolorosa. Ya que con el paso del tiempo irá doliendo cada vez menos. Es mucho mejor que mantener la esperanza de algo que no ocurrirá, y alargar en el tiempo ese sufrimiento.
Aceptar la realidad no solo significa no aferrarte al pasado; también significa no estar todo el tiempo pendiente de tu ex pareja. No estar pendiente de qué publica en el Facebook, de quiénes o quién es la persona con la que sale en la foto, no preguntar por él o ella a los amigos comunes, etc… Hacer todas esas cosas, también es mantener tu atención en el pasado. Al fin y al cabo, esa persona ya no forma parte de tu vida; así que mejor no vigiles lo que hace.
No queden «como amigos»
No quedes con esa persona “como amigos”. Salvo en muy contadas excepciones, es imposible, no puedes ser amigo o amiga de alguien a quien quieres o quisiste. Eso también es doloroso. En algunos casos, esa amistad sí que es posible, pero siempre que haya pasado ya mucho tiempo de la ruptura.
Si tienes amigos en común con tu ex pareja, que es lo más normal; no pretendas que se posicionen de tu parte o de la otra parte. Recuerda que quien ha roto su relación eres tú, no ellos. Con lo cual, has de entender que unas veces estén contigo y otras con tu ex.
Ya sabes que, lo primero de todo será pasar ese proceso de duelo, que no queda más remedio que pasar; y del que no hablaremos hoy, porque ya lo hemos hablado en otros momentos.
Hoy nos toca, como decía, retomar tu vida después de ese proceso. Porque, llevas años haciendo unas determinadas cosas y de una forma concreta. Y ahora quieras o no, las cosas serán diferentes, tu vida será diferente.
No busques culpables
Es mejor que no busques culpables, y es mejor porque seguramente no los hay. ¿Responsabilidades? Pues sí, de esas seguro que sí que las hay; pero, sin duda se dividen a partes iguales. Nunca es uno solo el responsable de una ruptura.
Piensa que, el amor puede acabarse; y si eso ocurre, nadie tiene la culpa. Se acabó y punto. Cuando no buscas culpables y aceptas que cada uno ha tenido su responsabilidad, no pensarás en venganzas; que al final, solo sirven para mantener un vínculo que ya no existe.
Retoma el contacto con tus amigos y con tu familia
Que no quiero decir que durante la relación les hayas abandonado, pero, ya sabemos lo que pasa con esto; seguro les habrás dedicado menos tiempo del que te hubiera gustado.
Por lo tanto, ahora es el momento de pasar más tiempo con ellos. Y de paso, tener cerca a toda esa gente que te quiere, te servirá como apoyo y te hará sentir mucho mejor.
Recuerda que los amigos también te sirven para desahogarte, para expresar lo que sientes y cómo te sientes. Pero, recuerda también que ese “desahogarte” no debes alargarlo demasiado en el tiempo. Si lo haces, por una parte seguirás centrado en el pasado; y por la otra, tus amigos pueden terminar de ti hasta el gorro.
Retomas las actividades que te gustan
Además de esas personas importantes en tu vida, estaría muy bien que retomaras las actividades que te gustan. Cuando vives o estás en pareja, hay que llegar a acuerdos sobre las cosas que se hacen, y es posible que hayas dejado a un lado, lo que te gusta a ti.
Bien, pues es el momento también de retomar todas esas actividades que realmente te gustan, esas que te hacen sentir bien. Es el momento de atender exclusivamente a tus preferencias; y también de divertirte. Cuando haces actividades que te gustan y te divierten, disminuyen las emociones negativas y se mejora el estado de ánimo.
Disfruta de estar contigo
Es cierto que somos seres sociales y nos gusta estar en compañía de otras personas, pero, aprender a estar con nosotros mismos puede ser también una experiencia gratificante. Cuando aprendes a disfrutar de un paseo o un café contigo mismo, aprendes también a conocerte mejor y a estar a gusto; sin la necesidad de que haya alguien más a tu lado.
No te descuides
El que ahora no tengas pareja, no quiere decir que tu vida se tenga que parar. Por lo tanto, habrás de trabajar tu autoestima, aunque esto hay que hacerlo siempre, ahora debes seguir haciéndolo. No descuidar tu aspecto físico y verte bien a ti mismo, ayuda mucho en esta tarea.
En resumen, cuando iniciamos una relación de pareja, esperamos que sea para siempre. Algunas veces lo es, pero muchas otras veces, no, y lo mejor es aceptarlo y, continuar con tu vida, que seguro, seguirá teniendo cosas buenas.
Cómo saber si has superado el duelo por tu ruptura
¿Y esto cuánto dura? Esta es una de las preguntas más frecuentes que me hacen las personas que acaban de romper con su relación de pareja y lo están pasando muy mal.
Es una etapa tan dolorosa, que queremos que alguien nos diga que no durará demasiado tiempo, que lo superaremos en breve. Porque, realmente no nos vemos capaces de soportar ese estado por mucho tiempo.
Y es que no hay una respuesta exacta para la pregunta de cuánto dura el duelo, como siempre digo, en psicología casi todas las respuestas son «depende». Y es que el mundo de las emociones y los sentimientos no es una ciencia exacta, con la que se pueda saber cuándo me voy a encontrar mejor.
Depende de lo estrecho que fuera el vínculo con esa persona y del tiempo que haya durado la relación. Depende del motivo por el que se rompió la relación. Depende de si a partir de esa ruptura, se tienen otros apoyos, como familia o grupo de amigos… y de muchas más cosas.
Por lo tanto, nadie podrá darte una fecha exacta de cuándo habrás superado tu proceso de duelo, Porque va a depender de muchos factores. Lo que sí ocurrirá, es que podrás superarlo, siempre se puede.
Pero, superar no significa olvidar, superar significa que podrás acordarte sin que te duela. E incluso volverás a ser feliz, aunque en un principio no lo creas.
Cómo saber si ya has pasado el duelo
Aunque es cierto que, a priori, no vas a saber cuánto tiempo va a durar tu proceso de duelo, también lo es que, hay algunas señales que te van a indicar que lo has superado.
Y es que a muchas personas les surge esa duda, sobre todo a la hora de conocer a otra persona; porque se plantean si realmente habrán pasado página y si están preparadas para iniciar una nueva relación.
Estas señales, las pueden percibir incluso las personas que tienes cerca, pero desde luego, eres tú quien más las va a notar.
- Ya no sientes rencor, ni tampoco amor, sólo indiferencia. Si me dieran a elegir, seguramente escogería esta señal como la más significativa. Porque, cuando te acuerdas de tu ex, no sientes amor, ni pena, ni rencor… Simplemente te acuerdas, pero no se mueve en ti ningún sentimiento en especial. Pero esto no sólo ocurre cuando te acuerdas de tu ex, también te pasa cuando te encuentras con él o ella. Sí, es posible que el encuentro sea un poquito tenso, pero no te da un vuelco la tripa como al principio.
- En algunos casos, puede ocurrir que, la ruptura haya sido de mutuo acuerdo y que mantengas una relación de amistad con tu ex. Si este es el caso, no hay lugar para la indiferencia. Sin duda lo que sientes entonces es cariño, pero lo que no sientes es dolor.
- De la misma forma, si en algún momento tienes que hablar de tu ex, lo haces sin mayor problema, y sobre todo, sin tener que ir a buscar un pañuelo. Aunque es verdad que no es tu tema de conversación favorito,ni te incomoda ni te apena hablar de tu ex.
- Has dejado de nombrarle cada veinte segundos, con frases del tipo, “a mi ex le gustaba mucho…”, “a mi ex le habría gustado”, “a mi ex no le gustaba”,…
- Ya no te acuerdas de cuándo fue la última vez que le llamaste y mucho menos, de cuándo fue el último mensaje que le enviaste. De hecho, si entras en el whatsapp, tendrías que buscarle.
- Has vuelto a pensar en ti. Te preocupas por comer bien, por hacer algo de ejercicio, por cuidar tu aspecto físico… Ya pasaron esos días en los que te daba igual si comías o no, si te levantabas de la cama o no y qué aspecto tenías.
- Ahora tienes nuevas ilusiones, nuevos proyectos, objetivos que quieres conseguir, planes… Ahora tu mente está centrada en ti y en lo que quieres para tu futuro, y no en lo que pudo ser y no fue.
En el momento en que ya has superado el duelo, dejas abierta la posibilidad de conocer a otras personas, de hacer nuevas amistades, y por qué no, de volver a ilusionarte. Esta suele ser otra de las señales clave para saber que se ha terminado tu duelo.
Aunque, si esto no se da, es decir, si no tienes interés en conocer a otras posibles parejas, no tiene por qué significar que no hayas pasado el duelo. Puede ser que simplemente no te interese empezar con otra relación. Pero si te ilusionas con otra persona, si te vuelve a salir la sonrisa sólo de recordarla y sientes que tu autoestima está mejor que nunca, sin duda es que has conseguido pasar la página; y hasta cerrar el libro.
Poco después de haber terminado con una relación, no nos creemos que llegará un día en el que, de nuevo, nos encontremos bien y volvamos a sentir alegría e ilusión. Sin embargo, esto vuelve a ocurrir.
Pero, esa mejoría no es una revelación instantánea que ocurre de repente un día y a una hora concreta. Va ocurriendo poco a poco, de manera progresiva, hasta que un día caes en la cuenta, de que ya no estás triste, de que ya no lloras día sí y día también, de que, lo has superado.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.