Todo el mundo puede sentir ansiedad en algunas ocasiones, de hecho, todos en algún momento la hemos sentido.
Hay determinadas situaciones, como por ejemplo: sentir la presión de tener que ajustarse a un plazo de tiempo para entregar un trabajo en concreto, asistir a un evento social importante para ti, presentarse a un examen o tener que dar una charla a un número considerable de personas, que pueden resultar algo estresantes, y que nos pondrán nerviosos en mayor o menor medida.
Sentir esta forma leve de ansiedad no deja de ser beneficioso. Y es que puede ayudar a una persona a estar más alerta y prepararse para hacer frente a un desafío o a un reto, y así hacerlo lo mejor posible.
Pero claro: el nivel de ansiedad deberá ser proporcional a la situación. Por ejemplo, estar muy ansiosos ante un examen puede hacer que nos bloqueemos y no rindamos todo lo bien que querríamos; pero estar demasiado relajados, casi como si no nos importara lo que estamos haciendo, tampoco nos servirá para rendir bien.
Sin embargo, sentir un nivel de ansiedad adecuado a la situación nos permitirá estar más alertas y concentrados para resolver mejor la situación.
Por el contrario, cuando la ansiedad experimentada es muy intensa y persiste en el tiempo, cuando tenemos ansiedad ante una situación concreta que llega a limitar nuestra vida, o cuando tenemos una idea o un miedo obsesivo que nos lleva a comportamientos repetitivos, podríamos estar ante un trastorno de ansiedad, como es el trastorno obsesivo-compulsivo.
¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es, como te digo, un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la presencia de pensamientos, palabras, ideas, imágenes o creencias repetitivas y persistentes, incontrolables y no deseadas, que la persona considera molestas, intrusas o inapropiadas; pero que aún así le llegan a la cabeza sin quererlo.
Estas son las obsesiones, que crean mucha ansiedad y anticipaciones negativas en la persona que las tiene.
Como consecuencia de la obsesión, se dan en la persona una serie de comportamientos, rituales, o actos mentales que la persona lleva a cabo con el propósito de reducir la ansiedad que le provocan estos pensamientos o impulsos obsesivos. Y estos comportamientos son las compulsiones.
Las compulsiones alivian el malestar que provoca la obsesión, pero sólo de manera temporal, y la persona las vive como molestas, y en ocasiones incluso como desproporcionadas.
¿Cuáles son los tipos de TOC más frecuentes?
Hay muchos tipos de trastornos obsesivo-compulsivo. Te cuento cuáles son los más frecuentes.
Contaminación
Es un tipo de TOC que se refiere a la obsesión que tiene una persona por la limpieza o la higiene personal. En este tipo, la persona tiene miedo a contaminarse, o que se contamine alguien de su entorno (esta sería la obsesión) por lo que limpian o se lavan constantemente para eliminar la suciedad (y esta sería la compulsión).
Repetición
La persona cree que si no hace una determinada cosa un número concreto de veces, ocurrirá algo malo. La compulsión sería por ejemplo, dar tres toques a un objeto antes de salir de casa, decir cinco veces una palabra concreta antes de entrar a trabajar, o, cualquier otro ritual que crea que va a evitar esa catástrofe que se imagina que ocurrirá.
Verificación
La persona con este tipo de TOC necesita comprobar una gran cantidad de veces si ha hecho bien alguna cosa, porque si no “pasará algo malo”. Por ejemplo, piensan que si no han cerrado la llave del gas, puede producirse una explosión, con lo que lo comprueban muchas veces.
Orden
En este tipo, la obsesión consiste en creer que si no está todo ordenado de manera milimétrica, también ocurrirá algo malo. Por tanto, lo mantienen todo ordenado con una simetría perfecta. Si alguien cercano mueve algo de su sitio, irá de inmediato a colocarlo donde estaba.
Acumulación
La persona cree que podría tirar algo que sea importante, o que le sea de utilidad más adelante. Por eso, guarda todo tipo de objetos, periódicos o envases. Este tipo de TOC se diferenciaría del síndrome de Diógenes, en que en éste último se guarda basura, en el TOC sólo objetos que pudieran servir.
Fobia de impulsión
Es el miedo que tiene una persona a perder el control y hacer daño a un ser querido, o a sí mismo. En momentos de más ansiedad, le llegan a la cabeza imágenes que la persona describe como muy reales, pero también muy angustiantes, de actos que podría llegar a hacer. La compulsión sería intentar quitarse de la cabeza, de todas las formas posibles, los pensamientos que le generan ansiedad; además de evitar lugares o situaciones en las que creen que no van a poder controlar su impulso de hacer daño.
Estos son los más frecuentes, pero existen muchos tipos más de TOC. El TOC es un trastorno de ansiedad que se da con bastante frecuencia y que interfiere gravemente en la vida diaria de la persona que lo sufre. Estas personas intentan evitar los estímulos o las situaciones que pueden desencadenar sus obsesiones, con lo que terminan por no salir de casa y aislándose socialmente.
Cuáles son las causas de este trastorno
No se conocen con exactitud cuáles son sus causas. Sin embargo, algunas investigaciones indican que podría haber un componente genético, situaciones estresantes o alteraciones en la neuroquímica del cerebro.
El tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo
Como te decía, es un trastorno que limita mucho la vida de quien lo padece. Por eso, si crees padecer un TOC sería buena idea pedir ayuda psicológica.
Para tratar el TOC, se suele usar la combinación de fármacos con el tratamiento psicológico.
En este último, se utiliza la exposición con la prevención de respuesta. Lo que se intenta es que la persona se haga más tolerante a la ansiedad que le produce un estímulo concreto, sin que tenga que recurrir a la compulsión para reducir la ansiedad. Por ejemplo, exponerle gradualmente a la suciedad, sin que lleve a cabo una conducta de limpieza.
Por otra parte, se utiliza también la reestructuración cognitiva, para corregir ideas falsas y creencias irracionales que puedan estar influyendo en las obsesiones.
Rosa Armas
Psicóloga colegiada T-1670