Todos conocemos a alguna de esas parejas que rompen y que, pasado un tiempo, que puede ser unas semanas o unos días, vuelven a intentarlo y, pasado un tiempo vuelven a romper, y así, varias veces. Esas parejas que, cuando te encuentras con uno de los miembros, no sabes muy bien si preguntarle o no por el otro, porque sabes que puede que estén juntos, o puede que no.
Esto es lo que se conoce como relaciones intermitentes, y que, provocan mucho desgaste en la relación, además de mucho sufrimiento. Son relaciones ciertamente agotadoras, pero que suelen enganchar como una droga auténtica.
Por supuesto, detrás de las relaciones intermitentes, hay un problema, o tal vez más de uno, que la pareja no sabe cómo resolver, y que tiene como consecuencia la ruptura y la reconciliación perpetua.
La pregunta sería entonces ¿es amor de verdad lo que hay en estas relaciones? O por el contrario ¿es una montaña rusa de intermitencia emocional?
Se podría creer que, el hecho de volver a intentarlo tantas veces, es porque realmente hay amor. Sin embargo, esto es algo que no está tan claro.
Cuáles son las causas de las relaciones intermitentes
Son varias las causas por las que una pareja se puede volver intermitente, y, en el caso de estar viviendo una de estas relaciones, sería bueno analizar cuál es el problema de fondo para ponerle solución. Si es que es posible, porque a veces no lo es.
Las parejas de muchos años
No quiero decir que las parejas que llevan juntas muchos años, se vuelvan sí o sí intermitentes. Lo que digo es que, algunas parejas que llevan juntas muchos años, pueden llegar a esta situación.
Y es que, las parejas que llevan juntas mucho tiempo, han vivido muchas cosas, guardan una gran cantidad de recuerdos, tanto buenos como malos, tienen un vínculo tan estrecho, que no se imaginan el uno sin el otro.
Por lo tanto, tras una crisis que les lleva a romper la relación, deciden volver a intentarlo, “por todo el tiempo que llevamos juntos”, Pero que ante una nueva crisis, deciden romper de nuevo.
La dependencia emocional
Por supuesto, que exista dependencia emocional, ya sea en uno de los miembros de la pareja, o en los dos, es otra de las causas de las relaciones intermitentes. Aunque, no es sólo una de las causas, sino que es la causa más frecuente. En estos casos, uno de ellos, o los dos, simplemente, no conciben la idea de estar sin el otro; y después de una ruptura deciden darse otra oportunidad, una y otra vez.
La incapacidad para soportar la soledad, o el miedo a tener una relación estable, pueden ser otras de las causas de las relaciones intermitentes.
Tanto si la causa es los muchos años que llevan juntos, como si es una dependencia emocional, o si es alguna otra causa, está muy claro que, si ha habido una ruptura, es porque hay algo en la relación que no está bien.
Sin embargo, muchas de estas parejas, en lugar de analizar cuál es el problema, deciden darse “otra oportunidad”. Por lo general, con promesas de cambios que después no llegan a cumplirse; o puede que sí, pero sólo durante un tiempo.
Qué consecuencias tiene la intermitencia emocional
Ya sabemos que toda pérdida, incluída la pérdida de una pareja, lleva consigo un proceso de duelo. Sabemos también que ese duelo es doloroso, y nos hace sufrir.
La principal consecuencia de las relaciones intermitentes es precisamente esa, que las personas implicadas, están en un duelo constante. En estos casos, el duelo es algo diferente, aunque no menos doloroso.
Es algo diferente porque, si bien es verdad que las personas pasan por las fases normales de cualquier proceso de duelo (como son la negación, la rabia y la tristeza) la última de las fases, que por lo general es la aceptación de la situación, se cambia por la de negociación.
Es decir, se negocia con la otra persona volver a intentarlo. Esto implica que el proceso de duelo no se completa; y en su lugar se retoma la relación, que en poco tiempo se vuelve a romper, empezando el proceso de nuevo.
Qué hacer si tienes una relación intermitente
Si eres de los que están viviendo una relación de este tipo, ten en cuenta que, sólo tú puedes decidir mantenerte metido en este bucle durante mucho tiempo, buscar cuál es el problema de fondo que hace que se produzcan tantas rupturas. O bien romper definitivamente, porque ves que la situación no cambiará.
- Primero que nada, tendrías que descubrir, junto con tu pareja, qué es lo que hace que esa relación sea intermitente. Para ello, es posible que vayas a necesitar la ayuda de un psicólogo.
- Una vez que hayas encontrado cuál es el problema, sería cosa de ponerle solución, pero no olvides que, la solución siempre pasa por la implicación de los dos, nunca por la de uno solo.
- Si lo que hay es una dependencia emocional, es mejor que no te empeñes, no es lo mismo amor que dependencia. El amor te hace feliz, la dependencia no.
Pero también podría ocurrir que, se trate de un problema que no se pueda solucionar. Algunas veces, no es suficiente con quererse mucho.
Algunas veces, la forma de ser de uno de los miembros, sus valores, sus creencias y modos de ver la vida, simplemente no son compatibles con los de la otra persona. Cuando esto ocurre, lo más sano para los dos, sería la ruptura definitiva.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.