La comunicación asertiva es una de las habilidades sociales que seguramente menos practicamos, pero que es la que nos proporciona mayores beneficios a la hora de relacionarnos con otras personas.
¿Sabes lo que es la asertividad?¿la pones en práctica? ¿te gustaría saber más sobre cómo ejercitarla?
Imagina esta situación. Estás en una cola, esperando tu turno para que te atiendan, y una persona se cuela delante de ti descaradamente ¿qué haces? ¿Te enfadas pero no le dices nada y te tragas tú el enfado, o se lo dices? Y si se lo dices ¿cómo lo haces, de buenas o de malas maneras?
Imagina esta otra: un amigo te pide que vayas a recogerle al aeropuerto, pero estás muy ocupado y te viene fatal ¿Qué haces? ¿Le dices que no te viene bien, o aún viniéndote mal haces malabarismos y vas a recogerle para evitar que se moleste?
O esta otra: sales del trabajo y tus compañeros te dicen de ir a tomar unas cañas, pero tú estás agotado ¿Qué haces con esto? ¿te aguantas y vas con ellos a pesar de tu cansancio, o te disculpas y te vas a tu casa?
En cualquiera de estas situaciones, lo adecuado habría sido ser respetuoso contigo mismo y decir lo que realmente pensabas, o lo que realmente querías hacer.
Sin embargo, en muchas ocasiones no lo hacemos, y o bien nos callamos y hacemos lo que al otro le viene bien pero que no nos viene bien a nosotros, o bien respondemos de forma agresiva. Con la primera opción no nos respetamos a nosotros mismos, con la segunda crearemos conflictos con los demás.
Pero hay una tercera opción, otra manera de responder: con la que sí estaremos respetando nuestro criterio, y con la que no seremos agresivos…y es la asertividad.
De las respuestas asertivas es de lo que quiero hablarte hoy. De lo importante que es utilizar ese estilo de comunicación, y de cómo puedes ponerlo en práctica.
Qué es la asertividad
La asertividad es una forma de comunicación que consiste en ser capaz de expresar tus deseos, tus necesidades y tu opinión, defendiendo tus derechos y sin ser agresivo; y respetando a la otra persona, pero sobre todo a ti mismo.
Y así, en el primer ejemplo de los anteriores, podrías decir algo así como “Disculpe, quizás no se haya dado cuenta, pero estaba yo en la cola cuando usted llegó…por tanto yo voy antes que usted”.
En resumidas cuentas: es poder decir en cada momento lo que piensas, sin ofender a la persona que te escucha. Sin duda es todo un arte que se puede conseguir, como cualquier otra habilidad, poniéndola en práctica y entrenándote en ella.
Es verdad que hay situaciones en las que no viene a cuento ser asertivo. Pero en la mayoría de las ocasiones, te será muy útil comunicarte asertivamente.
Beneficios de la asertividad
Como te decía antes y como ves en los ejemplos, ser asertivo te ayuda a decirle a los demás cuáles son tus deseos, necesidades y opiniones, sin que éstos se molesten.
Pero sobre todo, te ayuda a mantener el respeto por ti mismo; y no hacer cosas que realmente no quieres hacer o que no te viene bien hacer, ni callarte cuando realmente tienes cosas que decir.
Además de todo esto, utilizar la asertividad te puede ayudar para alguna cosa más como las siguientes:
- Podrás dar tu opinión, sin el miedo a lo que puedan pensar los demás de ella.
- Además te permite poder pedir un favor con total normalidad, sin tener la sensación de que estás pidiendo la luna.
- Podrás expresar una queja o una crítica, expresar tu desacuerdo o tu molestia con algo, rechazar invitaciones o negarte a una petición, sin que la otra persona se moleste o se enfade contigo.
- Te permite expresar adecuadamente lo que te gusta, pero también lo que no te gusta. Lo que prefieres, lo que no te viene bien o lo que necesitas, y defender tus derechos sin ser agresivo.
Y es que todas estas cosas muchas veces no las expresamos; pero si que las decimos, y en muchas de las ocasiones no lo hacemos de manera adecuada. Pero no creas que esto es mágico.
Si bien es verdad que te permite relacionarte mejor con los demás, no quiere decir que nunca haya nadie que se moleste contigo, ni que te nieguen un favor, ni que todo el mundo vaya a quererte. Sin embargo, ser asertivo facilitará la comunicación que mantienes con los demás, proporcionándote más satisfacción.
Cómo ser asertivo
A continuación te daré algunas ideas y ejemplos de cómo puedes ser asertivo. Es cierto que el tema es bastante amplio, daría para mucho más seguro, pero te daré algunas ideas que pueden servirte para empezar a practicar al menos.
Cuando algo te molesta
Recuerda siempre que, cuando hay algo que te molesta de otra persona, esa persona no podrá saberlo si no se lo dices, con lo que no podrá cambiar su conducta.
Así que tendrás que decirlo: si no lo dices, estarás siendo pasivo y callando, pero también puedes contestar mal y ser agresivo.
Pero no hables de la otra persona: habla de ti y añade cómo te gustaría que fueran las cosas. Te pongo ejemplos.
- Decir “no estoy a gusto con la forma en que me has tratado estos últimos días y me gustaría que me trataras igual que yo a ti”, en lugar de, “me has tratado mal estos últimos días”.
- Decir “me incomoda mucho que me interrumpan y no me dejen terminar de hablar y preferiría que me dejaras acabar y que hables tú después”, en lugar de, “siempre me estás interrumpiendo.
- Decir “siento que no me tienes en cuenta cuando quedas conmigo a una hora y te retrasas, preferiría que me avisaras de que llegarás tarde”, en lugar de, “eres un desconsiderado y no tienes en cuenta mi tiempo”.
Cuando hablas de ti, estás hablando de lo que tú sientes en esa situación, y lo que tú sientes no es discutible.
Cuando quieres defender tus derechos
Si consideras que has de defender algo a lo que tienes derecho, es buena idea que empieces diciendo algo que a la otra persona le resulte agradable de escuchar.
Como en el ejemplo que te ponía arriba, de alguien que se te pone delante en una cola, empezar con el “disculpe, quizás no se ha dado cuenta pero…” es mucho más agradable de escuchar que un “oiga usted, que se ha colado”. Con la primera opción, es muy probable que la otra persona se disculpe contigo, con la segunda es más probable que se enfade y…. vete tú a saber.
Cuando quieres pedir algo
Si necesitas pedir algo a alguien, si necesitas que te hagan un favor; sé concreto con lo que necesitas, y añade un motivo de por qué lo necesitas. Por ejemplo:
“Te iría bien recogerme en el aeropuerto a las cinco, tengo una reunión a las seis y no quiero llegar tarde”.
“Podrías encargarte hoy de recoger a los niños en el colegio? Saldré tarde del trabajo y no voy a llegar a tiempo”
Cuando quieres rechazar una invitación o negarte a una petición
Recuerda que estás en todo tu derecho de rechazar una invitación, y también de negarte a una petición. Para ello es mejor usar la “técnica del bocadillo” Es decir, empezar con algo agradable, seguidamente dar tu argumento, para finalmente terminar con algo agradable…o bien con una alternativa. Por ejemplo:
“Estaría encantado de ir a recogerte, pero estoy a tope de trabajo y me viene muy mal, tal vez podrías decírselo a Antonio y quizás él pueda recogerte”.
“No es mala idea lo de ir a tomar algo, pero yo hoy estoy muy cansado…ha sido un día duro, yo mejor me apunto en otro momento”.
Es posible que en casos como este, te insistan para intentar convencerte. Aquí es buena idea usar la técnica que se llama del disco rallado. Y es como supondrás, volver a dar la misma respuesta del principio.
“Te agradezco que te acordaras de mi para acompañarte en tu fiesta de cumpleaños, pero ese día tengo un compromiso y no podré ir, espero que te lo pases muy bien”.
En estos casos, es mucho mejor que digas la verdad de por qué no harás algo o no irás a algún sitio, que inventarte una excusa que no es cierta. Porque imagina que das como excusa para no ir a un cumpleaños, la razón falsa de que debes pasar la tarde con tus hijos. La otra persona podría decirte “no importa, trae a los niños” con lo que no te quedará ya más opción que ir.
Cuando te hacen una crítica
Si alguien critica algo que has hecho, porque considera que está mal hecho: antes de enfadarte, podrías preguntarle cómo lo haría él, cómo cree esa persona que estaría mejor hecho. O bien preguntarle qué es exactamente lo que le parece que está mal. A esto se le llama la pregunta asertiva.
Si esa persona tiene una opción mejor que la tuya, podrás aprovechar para aprender algo nuevo y mejorar. Si por el contrario no tiene una mejor opción, con tu pregunta verá que su crítica no tenía ningún sentido.
También podrían hacerte una crítica con la que tú estés de acuerdo, por ejemplo “has llegado tarde a nuestra cita” En este caso, la aserción negativa es la mejor opción y la mejor respuesta sería “tienes razón, lo siento…normalmente soy muy puntual”.
Como te decía, hay otras muchas situaciones para ser asertivo. Pero quizás las anteriores son de las más frecuentes, con lo que pueden servirte para empezar a entrenarte en asertividad y tener una comunicación más adecuada.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.