¿Cómo reaccionas cuando una persona cercana a ti hace o dice algo que te molesta? Con lo de “persona cercana” quiero decir, un familiar, un amigo o tu pareja ¿Qué sueles hacer en ese caso?
¿Quizás te callas para no incomodarle, o tal vez para no discutir? ¿Se lo dices de malas maneras para que se entere? ¿O bien te callas durante un tiempo, pero claro un día te hartas, explotas y le dices todo lo que te ha molestado en los últimos tres años?
En la convivencia del día a día con nuestra gente más cercana, e incluso con la gente no tan cercana; como pueden ser nuestros amigos o nuestros compañeros de trabajo, es normal y frecuente que surjan roces, malentendidos o incomodidades.
Las personas con las que nos relacionamos en cualquier forma, sin siquiera darse cuenta, pueden hacer o decir cosas que nos pueden molestar. O que pueden hacernos daño. En definitiva, que nos lleguen a crear cierto malestar.
Ese tipo de situaciones son bastante normales; ya que todos no somos iguales, ni todos tenemos el mismo nivel de sensibilidad. Ni tampoco todos le damos importancia a las mismas cosas. Una expresión o una conducta que, para ti pueda ser muy molesta, es posible que para otra persona sea algo muy normal…con lo que nadie habría de molestarse.
La necesidad de expresar tus molestias
Como te digo, estas cosas en una convivencia más o menos cercana son muy frecuentes, con lo que lo importante casi no es lo que te molesta: sino cómo reaccionas ante eso que te molesta.
Cuando esto ocurre, cuando algo te incomoda, lo más adecuado y sano es hacerle saber a esa persona que te ha molestado.
Pero no sólo es adecuado y sano; sino que además es muy importante. Porque si no lo dices, esa persona no sabrá que te ha incomodado y la situación molesta podría repetirse; con lo cual, serán muchas más las ocasiones en las que se te producirá esa incomodidad. Pero claro, no todas las formas de comunicarlo son buenas, no todas las formas producirán el efecto que quieres.
Por esta razón me gustaría contarte en esta ocasión, por un lado cuáles son los beneficios de expresar a los demás qué cosas te han molestado. Por otra parte, quisiera contarte cuál es la mejor manera de expresar esas molestias.
¿Cuáles son los beneficios de expresar lo que te molesta?
Voy a empezar por uno de los beneficios que a mi entender tiene bastante peso. Y es que decir a alguien que algo de lo que ha hecho o dicho nos ha molestado, nos convierte en personas libres. Libres para poder expresar precisamente eso, lo que nos molesta, lo que nos incomoda.
Si no lo hacemos, tendremos que tragarnos la molestia. Aguantarnos, sentir rabia, malestar… y no sólo esa vez que nos ha molestado, sino todas las demás que vengan después de esa.
Convertirnos en personas libres sin duda hace que seamos personas más felices, que no es poco. Felices porque seremos capaces de negociar con las personas de nuestro entorno, y de esta forma evitarnos muchas rabietas, enfados y malos humores. Ser felices nos ayudará sin duda a dormir mejor. De lo contrario, y como decía antes, nos tocará aguantar el malestar que nos produzca alguna acción de otras personas.
Expresar tranquilamente y de buenas maneras lo que pensamos, opinamos o lo que nos ha molestado, hará que las personas de nuestro entorno se sientan con la libertad de comportarse con nosotros de la misma manera. De esta forma, nos verán como personas con las que pueden expresarse; porque respetará sus opiniones.
Por el contrario: si nunca expresamos lo que pensamos, lo que sentimos, desde fuera se nos verá como personas muy reservadas. Y esta cualidad, por lo general, no inspira a los demás la confianza necesaria para expresar ciertas cosas.
Expresarse mejora las relaciones
Además, decir lo que nos molesta nos ayudará a mantener relaciones personales más sanas y sinceras. Puesto que la gente con la que nos relacionamos terminará conociéndonos, y al mismo tiempo entendiéndonos mejor.
Nos ayuda a establecer límites
Por otra parte, ser sinceros en esto y decir lo que nos ha molestado, nos ayuda a poner límites. Por supuesto, establecer nuestros propios límites sólo podemos hacerlo nosotros mismos. Olvídate, los demás no son adivinos, no van a saber lo que nos molesta o lo que no si no se lo hacemos saber. Por lo tanto, poner el límite expresándolo le indicará a la otra persona, de manera muy clara, hasta dónde puede llegar.
Refuerza la autoestima
Decir lo que nos ha molestado consigue reforzar nuestra autoestima. Y es que al expresar nuestra incomodidad, estaremos intentando al menos evitar todo aquello que nos hace sentir mal. Y eso no es ni más ni menos que pensar en nosotros, y en nuestro bienestar.
¿De qué manera no debes decir que algo te ha molestado?
Antes de contarte cuál es la mejor forma de expresar tu molestia a otra persona, quiero contarte cuál es la peor y, seguramente la que utilizamos con más frecuencia.
Lo que hacemos la mayoría de nosotros es decirle a esa persona de forma directa lo que ha hecho mal. O mejor dicho; lo que nosotros creemos que ha hecho mal, y por lo que estamos molestos.
Así por ejemplo podemos decir cosas como, “hoy no me has llamado en todo el día, si no te llamo yo…”, “nunca haces nada en casa, todo lo tengo que hacer yo!”, o “te estoy hablando y no dejas de mirar el móvil, no me estás escuchando!”
Es probable que cosas como éstas, o parecidas, las hayamos dicho todos en algún momento. Lo que conseguimos expresándonos de esta forma es que por una parte la otra persona se sienta atacada; con lo que seguramente se defenderá y eso lo hará rebatiendo lo que tú le dices, y enfadándose casi con toda seguridad. Con lo que ya se ha creado un conflicto.
Si conseguimos que la otra persona se enfade, entonces ya la hemos liado; porque ya no estaremos molestos nosotros solos, además el otro también lo estará. No parece la mejor forma de expresar una molestia.
Por otra parte, esa persona podría decirte que lo que dices no es verdad; argumentando que es una percepción tuya, que en absoluto es real.
¿Cómo expresar que algo te ha molestado?
Entonces… ¿cuál es la mejor forma de comunicarle a alguien que algo te ha molestado?
Pues bien, para empezar, sería mejor que hablaras de ti y no de el/ella. Decirle no lo que ha hecho mal, sino cómo te sientes tú cuando hace o no hace esas cosas en concreto.
Seguidamente, puedes decirle de qué manera te gustaría que se comportara, para no hacerte sentir mal; o para no malinterpretar su conducta. Si lo decimos de esta manera, la otra persona no puede sentirse atacada; porque de quien estás hablando es de ti, y tampoco puede decirte que eso no es cierto. Porque de quien estás hablando es de ti y lo que tú sientes, no hay quien lo pueda rebatir.
Lo más que puede hacer el otro es explicarnos por qué lo ha hecho; lo más probable es que exista un motivo razonable. Y a partir de ahí, se haga más consciente de qué cosas nos incomodan. En realidad, estamos diciendo lo mismo; pero de manera que la otra persona no sienta que se le está atacando. Siempre será más fácil negociar de esta manera.
Así, en los ejemplos anteriores, podríamos decir, “siento que no te preocupas por mi si no me llamas en todo el día, podrías enviar aunque sea un mensaje y de esta forma, sabré que estás bien”, “tengo la sensación de que no te importa todo lo que trabajo a lo largo del día, me gustaría que me ayudaras un poco más para que pueda descansar también”, o bien “me da la impresión de que no te interesa lo que tengo que decirte, me gustaría que dejaras de usar el móvil cuando te estoy hablando”.
Todo esto, puesto por escrito, parece muy fácil de hacer. Pero después, en la vida real, cuando alguien cercano hace algo que nos molesta, no solemos pararnos a construir la frase más adecuada y razonable. Al contrario, el enfado puede con nosotros, le pegamos un grito con lo primero que se nos ocurre y listo.
Así que lo mejor siempre es respirar hondo, esperar un poco a que nos calmemos y después, con tranquilidad, decir lo que tengamos que decir.
No te tragues tus molestias
Por supuesto, decir a alguien cuáles son las cosas que nos molestan, podría conseguir que esa persona haga lo posible para que no se repita, para no incomodarnos. Desde luego, si es una persona cercana a ti, si es alguien que te tiene cariño como mínimo, hará lo posible para no incomodarte. O bien negociará contigo de qué manera actuar; para que ninguno de los dos se sienta molesto.
Recuerda que expresar a alguien lo que te molesta, es tu derecho. Pero recuerda también que tu libertad termina donde empieza la de la otra persona.
Si todo esto no te ha parecido suficiente como para convencerte de la necesidad de expresar tus molestias, te diré aún más. Si decides tragar con una, y luego con otra, y más tarde con otra más sin decir nada, estarás, sin ninguna duda, faltándote el respeto a ti mismo. Y ya lo hemos dicho alguna vez; nadie te respetará si tú no lo haces primero.
Rosa Armas
Colegiada T-1670