En cualquiera de las redes sociales de las que disponemos en la actualidad, podemos encontrar a personas que publican en cada momento lo que están haciendo. Tanto si se trata de algo privado como estar reunido con la familia, o de algo tan cotidiano y normal como desayunar o comer en un restaurante: hay quien disfruta haciéndonos partícipes a todos de lo que hacen en su día a día.
Esto lo sabes muy bien y lo has comprobado, porque de repente un día entras en tus redes sociales, y ves que uno de tus contactos acaba de romper con su pareja…o que otro ha empezado a salir con alguien.
Ves también, que otra persona está haciendo algo tan peculiar como es comer en un restaurante, y para que no te queden dudas, te pone la foto del plato donde se ve perfectamente lo que está comiendo. Otra persona te cuenta cuántos kilómetros acaba de correr, o a dónde se ha ido de viaje.
Todos estos son ejemplos que me acabo de inventar, pero que no dejan de ser reales porque los he visto. Hasta hace unos años, estas acciones formaban parte de la vida privada de una persona, o a lo sumo se compartían con los más cercanos. Hoy en día, este tipo de información ha pasado a formar parte del dominio público, o al menos somos muchos los que nos enteramos.
Este fenómeno tan actual y no menos curioso, ha llegado a ser objeto de estudio de psicólogos y sociólogos ¿por qué hay personas que lo publican todo en sus redes sociales?
¿Por qué se publica una foto con una frase casi lapidaria, que claramente va dirigida en forma de indirecta, a un o a una ex? ¿Por qué alguien pone una foto de un plato de comida, si no es un cocinero que quiere promocionarlo?
Da la impresión de que si haces algo y no lo publicas en Facebook, si no se entera todo el mundo, es como si no lo hubieras hecho.
Pues bien, según los estudiosos de este tema, parece ser que a través de lo que publica una persona en sus redes sociales se puede predecir algunos de sus rasgos de personalidad, y hasta si tiene alta o baja autoestima.
La aparición de las redes sociales ha sido una estupenda manera de estar en contacto con la gente conocida, de conocer noticias casi en tiempo real, y de enterarnos de cosas curiosas, interesantes e incluso divertidas.
Sin embargo, hay muchas personas que las utiliza, como si de un diario personal se tratara. Con respecto a esto, podríamos decir que cada uno tiene sus preferencias a la hora de hacer publicaciones en sus redes sociales:
- Publicar selfies. Casi no publican nada más, casi ninguna otra noticia, sólo fotos de ellas mismas. Esto podría indicar fácilmente una baja autoestima, que se reforzará con los comentarios y reacciones de los contactos.
- Hay otras que prefieren contarnos qué están haciendo en cada momento, incluyendo claro está lo que desayunan o cenan.
- Hay quien publica cosas para que las lea su ex, y así se sienta fatal por lo que ha hecho. O bien publica fotos en las que va de fiesta en fiesta, y así demostrará lo bien que está y lo feliz que es sin él, o sin ella.
- Y hay quien todos los lunes, nos cuenta lo estupendo que fue su fin de semana.
Estos son sólo algunos ejemplos, pero hay muchos más. Está quien te dice en qué aeropuerto está en ese instante, o quien te da las buenas noches, porque ya se va a dormir. Pero también, hay quien cuenta alguna situación negativa por la que está pasando, con la intención (consciente o inconsciente) de dar lástima, y recibir la atención y el cariño de quien lo lea.
Qué opinan los expertos
Como decía antes, todo esto ha sido objeto de estudio… y según los mismos se ha llegado a una serie de conclusiones.
En un estudio realizado en Miami en el año 2014, se concluyó que las personas más inestables emocionalmente hacen mayor cantidad de publicaciones, que las que son más estables. Todo esto con el objetivo de regular sus emociones y recibir más apoyo social, lo que les producirá mayor bienestar.
Algunos autores ven en el abuso de las publicaciones personales en las redes, la necesidad de recibir cariño y la valoración social. También está la necesidad de aprobación y aceptación de los demás, y la intención de paliar la soledad.
Cuantos más likes tenga una publicación, más subirá la autoestima…algo que no es real por supuesto pero que consigue minimizar el malestar, al menos por un rato. Y cada vez, la necesidad de llenar ese vacío emocional será mayor.
Adicción a las redes sociales
Se ha demostrado, que cada vez que obtenemos un like en una de nuestras publicaciones, nuestro cerebro libera una pequeña cantidad de dopamina. Ya la hemos nombrado alguna vez, la dopamina es la hormona de la recompensa, y activa en nosotros una sensación placentera y de bienestar.
Una persona que publique contenido en las redes continuamente, puede llegar a desarrollar adicción a la dopamina y a la sensación que le produce.
Curiosamente, no existe en las redes el botón “no me gusta”…que sería lógico puesto que tenemos el “me gusta”, “me encanta” o “me divierte”. Esto tiene una explicación, y es que un estímulo negativo como podría ser un “no me gusta” tiene un impacto emocional mucho más intenso que el positivo, es decir, que el “me gusta” Con lo que podría provocar que mucha gente dejara de utilizar las redes sociales.
La necesidad de presumir y las carencias
Un psicólogo y experto en redes sociales, José Manuel Garrido, afirma que lo que publicamos en las redes sociales dice mucho de nosotros, y de las carencias que tenemos.
Según Garrido, las personas que publican muchas fotos con su pareja, tienen la necesidad de demostrar continuamente a los demás que hay alguien que les quiere y les valora.
Por otra parte, aquellas personas que constantemente publican sus selfies, tienen la necesidad de ser aprobados y admirados por los demás, y podrían tener ciertos rasgos narcisistas. Aunque los selfies donde una persona exhibe su cuerpo pudiesen denotar que tiene una gran seguridad en sí misma: en realidad suele ser falta de una buena autoestima, donde necesitan reforzarla con los comentarios y reacciones de los demás.
Además y según Garrido: las personas que constantemente publican lo que comen y con quien, quieren demostrar que tienen una vida social muy activa. Pero también refleja el miedo a pasar desapercibidos.
Algunos otros estudiosos de las redes, concluyen que las personas que publican mensajes, reproches o indirectas que van dirigidos clara y exclusivamente a sus ex parejas, carecen de las habilidades sociales necesarias para expresar sus emociones en persona. Con lo que utilizan este medio para decir aquello que no se atreven a expresar cara a cara.
Por otra parte, el que utilicemos en exceso las redes sociales para contar todo lo que hacemos, indica una gran soledad y la necesidad de obtener atención y cariño.
Qué nos aconsejan los expertos
Los expertos nos aconsejan utilizar las redes sociales de una forma saludable, y esto implica no necesitar la aprobación ni la aceptación de los demás, para sentirnos bien con nosotros mismos.
Tampoco tendríamos por qué necesitar que todos sepan lo que hacemos en cada momento, ni la necesidad de enviar una indirecta a través de las redes. Cuando se tiene esas necesidades, es probable que sea porque hay algo que trabajar, desde el punto de vista psicológico.
Es importante diferenciar entre lo que es personal y lo que es privado. Lo personal se refiere a cómo eres, qué te interesa, qué opinas de algunos temas, qué “te gusta” o qué es lo que “te divierte”. Lo privado es otra cosa, y quizás no sea necesario publicarlo en las redes.
Ya sabes: tu privacidad, si la pones en internet, deja de ser tuya, deja de ser privada y pasará a ser pública.
Rosa Armas
Colegiada T-1670