Qué es la psicología inversa

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Es posible que hayas oído hablar alguna vez de la psicología inversa, porque es un término que se utiliza con bastante frecuencia.

La psicología inversa tiene que ver con un concepto, que se llama reactancia psicológica, y es, una técnica que conocemos como intención paradójica. 

Claro que si habías oído hablar de la psicología inversa, pero no sabes muy bien a qué se refiere, con lo que te acabo de contar no creo que te haya quedado demasiado claro. Así que te cuento ahora en qué consiste exactamente la psicología inversa, porque es cierto que tiene muchas utilidades: no sólo en el ámbito de la terapia, sino también en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana. 

¿Qué es la reactancia psicológica?

Voy a empezar por explicarte este término. La reactancia psicológica es una reacción emocional que nos lleva a hacer lo contrario de lo que nos ha dicho alguien que hagamos, porque percibimos que esa orden merma nuestra libertad de decisión.

Dicho de manera más coloquial: que si te dicen que has de hacer algo, no te darán ningunas ganas de hacerlo o, en todo caso, te apetecerá hacer todo lo contrario. Ahora que si te dicen que no puedes hacer alguna cosa, te darán unas ganas irrefrenables de hacerlo. 

Sin duda esto lo has vivido, muchas veces. Cuando te has empeñado en hacer lo contrario de lo que te ordenaban, porque veías amenazada tu libertad. Pero también lo habrás visto desde el otro lado. Cuando le insistías a alguien para que no actuara de una manera determinada, y su reactancia aumentaba por segundos.

Si eres padre o madre, lo habrás visto en tus hijos a diario. Cuando le dices que se lave las manos, o se vaya a la cama, por ejemplo, y no hay manera de que te haga caso. Pero, basta que le digas a un niño que no toque alguna cosa, que será ahí a donde no podrá evitar dirigirse. 

Sin embargo, esto no le ocurre únicamente a los niños, también a los adultos nos pasa. Y no sólo en el ámbito personal, sino a un nivel más amplio, como a nivel social. Lo hemos visto mucho desde siempre y más últimamente, cuando una gran cantidad de personas se dedican a hacer justo aquello que se les ha prohibido hacer. 

De qué depende que la reactancia sea más o menos intensa. 

No en todos los momentos, una persona tiene la sensación de que su libertad de decisión está siendo amenazada, ni tampoco, la reactancia se experimenta siempre con la misma intensidad. Existen algunas circunstancias y situaciones en las que la reactancia psicológica es mayor, y otras, en las que no es tan intensa.  Y son las siguientes.

  • Cuando una persona siente que la libertad de decisión es un derecho que tiene, cuando siente que es un derecho suyo que no está dispuesta a perder, esa reacción emocional será  bastante intensa. 
  • También lo será cuando esa amenaza a su libertad la percibe de manera muy agresiva. De hecho, cuanto más autoritaria sea la norma que nos dan, cuando la orden que se nos da está dada con mucha exigencia, más reactancia producirá en nosotros. 
  • Además, cuanto más importante sea para nosotros la libertad que vemos amenazada, más fuerte será la reactancia que vamos a experimentar. Cuando se trata de alguna cosa a la que no le damos demasiada importancia, no tendremos una reactancia tan alta. 
  • También habrá más reactancia cuando vemos que se amenaza a varias de nuestras libertades. 

Sin embargo, la reactancia no será tan intensa si las normas o las órdenes nos las da alguna persona a la que consideramos de mucha autoridad para nosotros. En ese caso, será más fácil que acatemos la orden sin demasiada reacción. 

La psicología inversa como forma de evitar la reactancia psicológica

Explicado todo lo anterior,  se entenderá mejor qué es la psicología inversa. Como te adelantaba más arriba, se trata de una técnica de intervención paradójica. Y es intentar influir en una persona, de manera deliberada, para que haga lo que queremos que haga: diciéndole, claro está, todo lo contrario de lo que queremos conseguir. 

Te pongo un ejemplo muy claro, que pude presenciar hace algún tiempo y que me pareció muy divertido. Un niño de unos cinco años, lloraba porque su padre no le había comprado algo que él quería. Entonces su padre le dijo, “no, pero así no se llora, tienes que llorar más fuerte!”. El niño, dejó de llorar inmediatamente. Eso es psicología inversa. Si quieres, pruébalo alguna vez, verás como funciona. 

Cuando utilizar la psicología inversa. 

Está claro que la técnica funciona, y, funciona, por todo lo que te conté más arriba: por esa reacción que se llama reactancia psicológica. Se sabe que es con los niños y con los adolescentes con quien más funciona, ya que son éstos los que presentan mayor intensidad en la reactancia. 

Pero, mucho cuidado con la psicología inversa. No siempre tiene unos efectos tan positivos, ni tampoco tiene siempre los efectos que se esperan.

Por ejemplo, repetir la técnica con un niño y con demasiada frecuencia, puede provocar que el niño termine por no hacerte ningún caso en nada, o bien, que se dé cuenta de que intentas manipularle y haga todo lo contrario para fastidiarte.  Puedes usarla en momentos puntuales, por ejemplo diciendo, “es mejor que no recojas tus juguetes, así, si no están en su sitio, será más fácil que los pierdas”. O bien, “qué prefieres hacer primero, lavarte los dientes o ponerte el pijama”, con esta frase, le das al niño la opción de elegir él, con lo que no verá limitada su libertad. 

Claro que como casi todo, esta técnica puede utilizarse para bien, o para no tan bien. Es decir, se puede usar de forma que el resultado obtenido sea favorable y beneficioso para la persona en cuestión, en cuyo caso es perfectamente lícito. Pero también puede usarse para obtener un beneficio propio, para obtener un resultado que sea exclusivamente favorable para la persona que la utiliza, con lo que estaríamos hablando de manipulación pura y dura. Existen muchos casos de fraude en los que se utiliza la psicología inversa, y con esto hay que tener mucho cuidado. 

Lo ideal, antes de usar estas técnicas, sería hacer una petición directa, educada y argumentada a la persona en cuestión. Si esto no funciona, hay que valorar el posible beneficio que se obtendría: hay que valorar si el objetivo que se persigue es legítimo o no, antes de utilizar la psicología inversa. 

Se podría utilizar, por ejemplo, con algunas personas, para provocar que se esfuercen un poco más, con un “no creo que lo consigas”, por ejemplo. Pero, mucho cuidado con esto. Puede funcionar con personas muy seguras de sí mismas, ya que verán tu comentario como un reto y se esforzarán por conseguirlo. Con personas que tienen baja autoestima, por el contrario, un comentario de este tipo, puede ser totalmente contraproducente, ya que puedes terminar de hundir su autoestima por completo. Así que cuidado con ello. 

En resumen, la psicología inversa funciona, pero, hay que tener mucho cuidado dónde, para qué y con quién se aplica. Si no tienes esto en cuenta, si no valoras bien los posibles efectos, puedes obtener resultados totalmente dañinos e incluso devastadores. Lo ideal, te lo repito, es usar una comunicación directa y asertiva y en ningún caso la manipulación. 

Rosa Armas 

Colegiada T-1670 

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