Para la mayoría de las personas, su relación de pareja es lo más importante que tienen en su vida, más que el trabajo o cualquier otra cosa. Sin embargo, no es tan sencillo mantener intacta la felicidad del principio de la relación.
De hecho, en muchos casos y con un poco de tiempo, ya no existe ni el asomo de esa felicidad, pero así y todo, se mantienen las relaciones por muchos años. Podríamos decir que, en muchos casos, el “felices”, tiene fecha de caducidad, pero el “hasta que la muerte nos separe” se consigue mantener, a pesar de todo.
No te extrañará esto que te estoy contando. Sin duda, conocerás a muchas personas en esta situación, o, en el peor de los casos, eres una de ellas. Esas parejas que, se han acomodado, o se han acostumbrado, o se han resignado a estar con su pareja, aunque ya no sean felices con ella; y sean perfectamente conscientes de que eso es así.
Pero, ¿por qué una pareja que ya no es feliz sigue manteniendo esa relación? Pues hay muchos motivos por los que una persona puede sentir que ya no es feliz con su pareja, y, al mismo tiempo, hay muchos motivos por los que decide continuar con la relación a pesar de ello, y hoy quiero contarte algunos.
¿Por qué siguen juntas las parejas que ya no son felices?
Como te decía, seguro que conoces alguno de estos casos, o varios, y, alguna vez te has preguntado, por qué no se separan, si se nota mucho que no están bien? Pues, hay varios motivos que explican esta situación.
Por los niños
Este es uno de los motivos más frecuentes que una persona da para no dejar a su pareja, a pesar de no ser ya feliz con ella. Muchas personas no están dispuestas a perderse una parte de la vida de sus hijos, por lo que aguantan estoicamente la relación que tienen.
Sin embargo, si este es el motivo real de que no rompas, debes saber que a los niños les hace más daño vivir en un ambiente donde no se respira amor, que el que haya una separación, porque al final del día la terminan por aceptar sin problemas.
Claro que muchas personas dicen no separarse por los niños, cuando en realidad es una excusa, que esconde otro motivo, como puede ser alguno de los siguientes.
Por problemas económicos
Muchas personas no pueden separarse de su pareja aunque ya no sean felices con ella, porque no son independientes y tiene problemas económicos.
Esto le ocurre sobre todo a muchas mujeres, que no trabajan porque se dedicaron a cuidar de su familia y que dependen de sus maridos para vivir. Romper con la relación supondría pasarlo mal tanto a nivel emocional como económico.
Por esta razón, sería bueno que todos fuéramos independientes en todos los aspectos, tanto si tenemos pareja como si no.
Por el sentido del deber
Por supuesto, el matrimonio es un compromiso que se adquiere en un momento determinado y, para muchas personas, es impensable romper con ese compromiso que han adquirido.
De hecho, muchas de ellas suelen decir eso de “estoy donde debo estar”. Es decir, mucha gente le da más importancia a esa responsabilidad, que al hecho de si son felices o no.
Pero es que, en general, la sociedad le da más importancia al hecho de tener pareja, que al de estar soltero. Es decir, que está mejor visto socialmente tener pareja que no tenerla, y esto, también puede influir a la hora de tomar o no, la decisión de separarse, aunque no se esté feliz con la relación que se tiene.
Por miedo
Y ésta, es otra de las razones más frecuentes por las que se mantiene una relación de pareja que ya no es feliz, el miedo. El miedo a muchas cosas.
- El miedo al cambio, y es que a todos nos dan miedo los cambios, porque nunca podemos saber si ese cambio será para mejor o para peor. Además de que, preferimos “el malo conocido …”
- El miedo a la soledad por supuesto, en muchos casos, se puede sentir más miedo a estar solo, que a estar con una persona que no nos hace felices.
- El miedo a lo que puedan pensar los demás, porque, habrá que dar explicaciones a mucha gente que, aunque no tengas por qué darlas, te van a caer cientos de preguntas. A los hijos, a los padres, a los amigos y conocidos, y eso, muchas veces no nos resulta tan fácil de afrontar.
- También podemos sentir miedo a hacerle daño a la otra persona, porque, que no seamos felices con ella, no implica que no le sigamos teniendo cariño y que nos duela dañarle. Al fin y al cabo, es una persona importante en nuestra vida.
Y aquí, cuando ataca el miedo por alguna de estas razones o por cualquier otra, es cuando muchas personas ponen como motivo, o como excusa para no separarse, a los hijos.
La esperanza de que mejore la situación
Un estudio hecho en la Universidad de Carolina del norte, por la psicóloga Levy Baker, encontró otro motivo por el que las personas que no están bien con su pareja, mantienen la relación. Ese motivo no es la satisfacción que tienen con ella en la actualidad, sino la que perciben para el futuro.
Es decir, que si creen que la relación puede mejorar más adelante, si creen que las cosas mejorarán en el futuro, es más probable que la mantengan, que si perciben que las cosas no van a cambiar. Pero además de esto, si la persona considera que tiene posibilidades de encontrar otra cosa mejor, será más fácil que tome la decisión de romper, que si cree que no encontrará nada mejor que lo que ya tiene.
Por lo general, cuando una relación de pareja no funciona, las dos personas implicadas son muy conscientes de ello. Sin embargo, el miedo, el apego que se le tiene a esa persona, los hijos, o cualquier otro motivo, hacen que no nos planteemos hacer ningún cambio. Pero tal vez llega un momento en que, con miedo incluido, nos decidimos a tomar cartas en el asunto y hacer algo al respecto, y es que, si lo piensas bien, la infelicidad se puede mantener durante un tiempo, pero seguramente es difícil mantenerla para siempre, sobre todo cuando sabes que está en tu mano.
Rosa Armas
Colegiada T-1670