En todas las relaciones de pareja, lo normal es que haya altos y bajos, y que se den momentos buenos y otros menos buenos. Sin embargo, cuando una relación es sana, los momentos malos tendrían que ser los menos.
Esta es la teoría que sería la ideal. Claro que no siempre es así, y hay muchas personas a las que su pareja les hace sentir mal; aunque no sepan explicar muy bien por qué ni de qué manera. Con algunas expresiones verbales, con un simple gesto, o con alguna otra cosa menos sutil, como pueden ser críticas o humillaciones, tu pareja puede hacerte sentir mal con frecuencia.
Claro que en muchas ocasiones, lo que se suele pensar es que no ha sido con mala intención, que ha sido algo puntual, o peor aún, que si te “portas bien” no se repetirá.
Pero cuando esto ocurre, y ocurre con frecuencia, podemos estar hablando de cualquier otra cosa; pero nunca de amor. Y cuando sientes que tu pareja te infravalora, cuando sientes incomodidad en muchos momentos, no debes dejarlo pasar.
Por eso, porque hay quien se encuentra en esta situación y no sabe qué hacer con ella, quiero hablarte hoy un poco sobre cómo identificar si realmente te están tratando mal, y qué puedes hacer en ese caso.
Conductas de tu pareja que pueden hacerte sentir mal.
Como te decía, cuando los momentos que tu pareja te hace sentir mal son la mayoría, lo más probable es que no estés en una relación todo lo sana que tendría que ser.
Es verdad que tendríamos que poder sentirnos bien, independientemente de lo que hagan los demás. Sin embargo, esto no es tan fácil cuando hablamos de la pareja. No es fácil ser indiferentes cuando tu pareja te critica constantemente, y no deja de hacerlo aunque le digas que algo te ha molestado, por ejemplo. Como es lógico, de nuestra pareja esperamos otro comportamiento.
Y para poder decidir qué hacer con esa relación, primero tendrás que identificar cuáles son esas conductas que te hacen sentir mal.
Las burlas
Si tu pareja se burla de ti con frecuencia, te compara con otras personas y en esa comparación siempre sales perdiendo tú, te levanta la voz o te humilla, no tengas duda de que estás recibiendo maltrato.
Pero puede ser aún peor que esto. Puede que alguna de esas burlas, expresiones que te dejan en ridículo, o humillaciones, las haga en público: añadiendo la coletilla de “es una broma”, o bien, “no te pongas así, no es para tanto”. Cuando estas conductas ocurren, te sentirás mal, claro, y tendrás razones para ello.
El inculpamiento
Si de todo, absolutamente de todo lo que ocurra en la relación, tu pareja te echa la culpa a ti, tampoco tengas dudas de que el trato no es adecuado.
Incluso si le llegas a plantear que la relación no va bien, te podría decir que eres tú quien tiene la culpa; porque la estás descuidando. Recuerda que, cuando hay conflictos entre dos personas, simplemente no es posible que siempre sea una de las dos la que tiene la culpa.
Puede ocurrir que pase algo de lo que tu pareja haya sido responsable, pero tiene la habilidad de darle la vuelta de tal manera, que puedes terminar por disculparte tú.
La descalificación
Cuando ves que lo que tú sientes, lo que tú opinas, lo que haces o dejas de hacer, lo que tú preguntas, es para tu pareja una tontería porque así te lo expresa. Cuando llega a no dejar que te expliques, porque inmediatamente te dice que eres ignorante en esos temas, y lo único que es válido y correcto es lo que piensa, opina o hace ella, empieza al menos a sospechar que algo no está bien del todo.
Cuando esto ocurre, puedes terminar por juzgarte a ti mismo de manera negativa, y eso, créeme, no es nada bueno para tu autoestima.
Las quejas
Otra manera de crearte malestar, es hacerte creer que no le dedicas el tiempo, la atención o el cariño suficiente, y que, todo eso, sí que se lo dedicas a otras personas, o a otras actividades. Cuando esto te lo repite muchas veces, puede hacerte creer que es verdad, y hacerte sentir culpable por ello.
El egocentrismo
Tus sentimientos, tu malestar o lo que te haya ocurrido en el día, no es importante para tu pareja; con lo cual lo ignorará por completo. Lo importante será lo que le ha pasado a ella.
Si has tenido un mal día, por ejemplo, tu pareja lo habrá tenido peor, no lo dudes. Con esta actitud, puedes sentir que lo tuyo no es importante, no te sentirás comprendido/a, es más, te sentirás ignorado/a.
El chantaje emocional
Y, otra manera de hacerte sentir mal, es que te haga chantaje emocional. Esto se suele hacer para obtener un beneficio propio, consiguiendo que hagas algo que no quieres, o que no hagas algo que quieres hacer.
Y te hace sentir mal, porque sientes que al final tienes que ceder aunque realmente no quieras, para no sentirte culpable. Una expresión muy típica para obtener lo que se pretende es, “si me quisieras de verdad….”, o bien, “me harías más feliz si hicieras… o si no hicieras…”. Cuidado con ellas.
Otra manera en que te puede hacer chantaje emocional tu pareja, es cuando utiliza la ley del hielo. Esto consiste en dejar de hablarte cuando se ha enfadado por algo. La ley del hielo, sirve para manipularte y al final conseguir lo que pretendía. Y, esto siempre te hace sentir mal, porque sabes que hay enfado aunque te lo niegue, pero no te discute, ni te argumenta, sólo deja de hablarte.
Todas estas conductas y actitudes, te harán sentir mal e irán minando tu autoestima si se repiten con frecuencia. Y eso, yo diría que no debes permitirlo. Pero, cómo hacerlo?
Qué hacer si tu pareja te hace sentir mal
Todas las conductas anteriores, te pueden hacer sentir mal si quien las hace es tu pareja. Claro que, como es algo tan personal, quizás haya alguna más que no te he contado pero que tú la vives, o mejor dicho, la sufres.
Si esto te ocurre, lo mejor que puedes hacer es poner los límites que consideres oportunos. Eso sí, desde la primera vez que ocurra. Si no lo haces desde el principio, después te puede costar bastante más.
Poner límites puede parecer difícil, sin embargo no lo es tanto. Tendría que ser suficiente con un, “eso que has hecho, me hace sentir mal”, o “eso que dices, me hace sentir… ponle el adjetivo que sea correcto”.
Además de esto, procura no ceder al chantaje emocional. Procura ser tú mismo, o tú misma, y no dejar que nadie te presione para que hagas lo que no quieres, ni para que te comportes como no eres.
Si esa relación es de amor, lo anterior tendría que funcionar. Si no es así, tal vez tendrías que valorar, si esa es la relación que querías tener y si es la que quieres mantener.
Rosa Armas
Colegiada T-1670