Cómo luchar por tus sueños

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Probablemente la mayoría de nosotros tenemos o hemos tenido al menos un sueño que queremos o que queríamos alcanzar. Un sueño que puede ser más o menos ambicioso, según se mire. Quizás unas personas hayan tenido las condiciones adecuadas para lograrlo, tal vez otras no. Pero casi seguro, a todos nos han dicho aquello de “lucha por tus sueños!”

Qué frase tan repetida, escuchada y leída ¿verdad? La frase en cuestión suena tan bien, tan motivante, que puede tener hasta cierto componente de utopía; y quizás en los casos de aquellos sueños que sean menos realistas, sí que resulte utópico.

Pero en realidad, tus sueños pueden ser cualquier cosa que desees obtener, por muy sencilla que te lo pueda parecer.  Con tal de que te hagan feliz, o al menos así lo creas, es motivo suficiente para ir a por ello.

Claro que, hay dos cosas que debes tener en cuenta. La primera de ellas es que aquí casi nada cae del cielo, así que deberás dedicarle algo de tiempo, bastante esfuerzo y sobre todo mucha motivación. La segunda es que cuando te planteas ir a por tu sueño, deberás valorar si éste es lo suficientemente realista; porque si tu sueño es algo prácticamente inalcanzable, sólo va a crearte frustración.

En el artículo de hoy quiero proponerte algunas ideas de cómo luchar por tus sueños. Pero antes, me gustaría aclararte algo. Y es que no creas que tienes que luchar, sí o sí, por un sueño. 

Porque tal vez no tienes algo especial por lo que luchar, y simplemente estás a gusto con tu vida tal y como es. Así que te hablaré también de que, en ocasiones, puede estar bien renunciar a esa lucha. 

Cuándo debes luchar por tus sueños

Como ocurre con muchas expresiones, parece que la frase “lucha por tus sueños” llega casi a convertirse en un mandato. 

Pero además de eso, te dicen que si te empeñas, te empeñas y te vuelves a empeñar, lo consigues. Que si lo deseas con mucha fuerza, lo consigues. Que si te esfuerzas mucho, lo consigues. Y claro, una vez que te hayas dejado la piel y lo hayas conseguido, entonces serás feliz. 

Bien pues: por una parte, no basta con desearlo con mucha fuerza, algo habrá que hacer, por supuesto.

Por otra parte, tampoco se trata de centrarte en exclusiva en ese objetivo, y dejar de lado el resto de tu vida. Si haces eso, no te diré que no vayas a ser feliz al final; pero desde luego, te perderás muchas otras cosas mientras tanto. 

A la pregunta de cuándo debes luchar por tus sueños, la respuesta es muy simple: cuando tengas un sueño por el que luchar, siempre y cuando no te dediques exclusivamente a ello, olvidándote de vivir . 

Muchas personas tienen una vida sencilla, casi rutinaria, que a los demás les puede parecer hasta aburrida, pero con la que se sienten a gusto. En esos casos no hay por qué luchar por nada.

Pero puede ocurrir que tuvieras un sueño hace tiempo, y que la vida te haya llevado por otros derroteros, y ahora estás bien como estás.  En este caso, tampoco tienes por qué luchar por un sueño que fue, pero que ya no lo es.

Cuando sí que debes perseguir lo que quieres, es cuando esa “no lucha” y ese conformismo te crea un gran malestar, y no te deja estar a gusto con tu vida.

Cómo luchar por tus sueños

Como te decía, cuando quieres conseguir algo, no basta con desearlo con mucha fuerza. Eso no es suficiente. Algo más tendrás que hacer. Así que te voy a proponer algunas cosas que probablemente ya sepas, pero que no viene mal recordarlas. 

Organízate y sé constante

Por supuesto, cuando quieres conseguir algo, primero tendrás que organizar de qué manera hacerlo. Es decir, planificar qué pasos tienes que dar para lograr eso que quieres. Por otra parte, deberás ser constante; más que nada porque sin esa constancia, es más que probable que no lo consigas.

Imagínate que tu objetivo es conseguir un puesto de trabajo concreto, para el cuál necesitas aprobar unas oposiciones. Para ello tendrás que estudiar, no hay otra. Entonces, planifica cuál va a ser tu horario de estudio, para que tengas claro cuándo tienes que sentarte a estudiar y cuando es tu tiempo libre. 

Claro que deberás ser constante con ello, incluyendo esos momentos o días en los que no te apetece ponerte a estudiar, y te apetecería más salir con tus amigos. No pierdas de vista cuál es tu objetivo, para superar esos días en los que baja un poco la motivación.

Establece tus prioridades

Como te digo, la motivación no es algo que se mantenga constante todo el tiempo. Por lo tanto, deberás establecer cuáles son tus prioridades, y renunciar a aquello que sea incompatible con alcanzar tu meta. 

Por lo general, no se puede tener todo. Dicho de otra manera, no puedes aprobar unas oposiciones si estás todo el día de paseo; tendrás que priorizar, aunque por supuesto también puedes tener tiempo para el paseo.

Divide esa gran meta que tienes, en otras más pequeñas. 

Esto te puede servir para no desmotivarte, ya que en ocasiones el objetivo que tenemos se podrá conseguir, pero no a un plazo demasiado corto. Los plazos largos pueden cansarnos y hacer que perdamos la motivación.

Con el ejemplo que te había puesto, ponte como una meta más pequeña estudiar una cantidad de temas a la semana, la que tú consideres oportuna. El hecho de ir alcanzando esas pequeñas metas a más corto plazo, hará que el objetivo final se vea un poco más cerca, y así no te desanimes ni te desmotives. 

Utiliza los errores a tu favor 

Durante todo ese proceso en el que estás trabajando para alcanzar lo que quieres, sin duda vas a cometer algún error. Ya sabes “errar es humano”

Bien pues: procura que esos errores no sean la causa de que te desanimes y tires la toalla. Por el contrario, utilízalos para aprender de ellos y así hacer las cosas mejor. 

Elige bien a las personas de las que te rodeas 

Siempre nos vamos a encontrar a personas que piensan que no vamos a conseguir nuestras metas, o quizás no lo piensan pero sí que lo dicen, con la intención de desanimarte. 

Quizás sean personas envidiosas que no están contentas con su vida, con lo que intentan fastidiar la de los demás. Si percibes alguna de estas a tu alrededor, mejor aléjate de ellas. Procura rodearte de gente positiva que te apoye, que te anime a seguir cuando tú estés más desmotivado/a.

¿Perseguir tu sueño o quedarte como estás?

Estas pocas ideas pueden servirte a la hora de perseguir ese sueño que tienes. Pero como te decía, no te dejes llevar por presiones externas. Eres tú quien debe decidir si quiere perseguir ese sueño, o si está bien como está. Si decides luchar por ese sueño, quizás tendrías que plantearte algunas cosas para que el sueño no termine por convertirse en una auténtica pesadilla. Esos planteamientos son estos: 

  •  Sabes que perseguir ese sueño, llevará tiempo y trabajo. Estás dispuesto a hacer ese esfuerzo? Piensas que aún así, te compensará? Recuerda que, dedicarte en exclusiva a una sola meta, puede hacer que te pierdas otras cosas que quizás merezcan mucho la pena.
  • Ese sueño que tienes, es lo suficientemente realista? Esto debes pensarlo bien porque, si no lo es, gastarás tiempo, esfuerzo, ilusiones, terminarás con una gran frustración,… al final para nada.
  • Por último, debes plantearte, qué pasaría si no lo consigues? Qué pasa si descubres que ese sueño, no es realmente lo que querías? Vas a ser capaz de abandonarlo sin sentir malestar? Y sobre todo, si no sale, serás capaz de cambiar de dirección y buscar nuevas alternativas? 

Si una vez valorado todo lo anterior, sigues pensando que sí: que estás dispuesto a luchar por ese sueño que tienes desde hace tiempo, porque es lo que te hará feliz ¡a por ello!  

Si por el contrario tienes una vida que te gusta, con la que te encuentras perfectamente bien, olvídate de esas frases hechas que se oyen mucho por ahí. No es mejor luchar que no luchar, todo depende de lo que tú quieras.

Rosa Armas

Colegiada T-1670

psicólogo 24 horas

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