Es difícil saber para cuál de las dos partes es un momento más terrible, si para los padres o para el hijo. Ese momento en que se termina el trimestre, o el curso; y llegan las notas con media docena o más de asignaturas suspendidas.
Sin lugar a dudas, los padres siempre están muy bien preparados para un boletín con excelentes notas. Presumirán del buen estudiante que tienen en casa; “igual a mi cuando tenía su edad”. Pero, para lo que no se está tan preparado es para gestionar una buena cantidad de suspensos.
Desde luego, para el hijo es un momento que no querría tener que vivir. Pero es cierto que, dependiendo de cada niño, la explicación que te va a dar por sus suspensos puede ser muy variada; a cuál más imaginativa.
Si tu hijo suspende es por no estudiar suficiente
Para ti también será un buen mazazo pero, admítelo, en el fondo ya lo intuías. Lo intuías porque el único motivo real por el que un niño suspende una gran cantidad de asignaturas es obviamente porque no ha estudiado lo suficiente; y tú lo has visto. Has visto que no le dedicaba a los libros el tiempo necesario; por más que él te dijera que sí, que estaba estudiando mucho.
Después de leídos esos resultados, sientes una mezcla de emociones como, rabia, preocupación y desesperación. Y no podrías decir de cuál sientes más y de cuál algo menos. Esto se produce, ni más ni menos que porque, desde siempre, se han interpretado las notas como algo que predice el futuro. Si saca buenas notas será alguien de provecho; pero, si no son buenas, es que esto acabará muy mal.
Esto en cuanto a lo que sientes en el momento, ahora vamos a lo que estás pensando. Según terminas de leer las notas, incluso antes de terminar, ya estás pensando en el castigo para hacerle pagar a tu hijo ese desastre de notas; le quitarás el móvil, la tablet, la televisión y no saldrá de casa en los próximos tres meses. Y eso lo has pensado en un segundo y medio.
Las excusas y promesas de los hijos
Claro que, tu rabia puede aumentar todavía más, dependiendo de la explicación que te dé tu hijo.
Es posible que argumente eso tan socorrido de “los profesores me tienen manía”. Que por supuesto no cuela; porque, que seis, siete u ocho de los diez profesores le tengan manía, ya es difícil.
También puede darse el caso de que, mientras a ti te llevan los demonios, él te dice con toda la tranquilidad del mundo; “no te preocupes, eso no es nada, las voy a recuperar”.
Pero, podría ser aún peor. Podría ser que tu hijo en un ataque de victimismo te dijera; ”te preocupas por mis notas pero nunca me preguntas cómo estoy, te da igual si estoy bien o mal”. Con lo que además de la rabia que sientes, te quedas preocupado por si realmente tu hijo tiene algún otro problema, y no te has dado cuenta.
Sé que en ese momento es muy difícil no ponerte a gritarle; y no amenazarle con miles de castigos. Pero si puedes controlarte y no hacerlo, mucho mejor. No te servirá absolutamente para nada esa reacción. Por supuesto que tendrás que hablar con tu hijo sobre el asunto; pero, si en ese momento crees que no podrás hablarlo con tranquilidad, mejor te esperas el tiempo que te haga falta para calmarte.
Hay otros chicos, aunque es verdad que son los menos, que admiten abiertamente que han suspendido tanto porque no han estudiado. Podríamos decir que estos son los que tienen un mejor pronóstico; es decir, son los que estarán más dispuestos a cambiar sus hábitos de estudio para poder obtener un mejor rendimiento.
¿Que hacer si tu hijo suspende?
Una vez hayas conseguido que se reduzcan la rabia y los nervios, toca sentarse con el niño para tratar el tema de las malas notas. Una vez calmada o calmado, haz lo posible por no dramatizar. No es necesario aquello de “me vas a matar de un disgusto”; posiblemente no venga a cuento.
Ahora te corresponde conseguir que el niño admita que ha suspendido tantas asignaturas porque no ha estudiado lo suficiente. Porque, como te decía antes, es casi el único motivo real que existe.
Si tu hijo es de los que te han argumentado alguno de los ejemplos que te puse más arriba, arguméntale tú en contra; o bien hazle preguntas sobre ello que desmonten lo que él te había dicho. Si no consigues que admita que realmente no ha estudiado demasiado, hazle la pregunta directamente; “no crees que si has suspendido tantas asignaturas es porque no te has puesto a estudiar?”
Es necesario que los chicos, sean conscientes de que son ellos los únicos responsables de que suspendan. Ni los profesores con “manía”, ni el sistema educativo; ni nadie más que ellos mismos. Una vez admitido esto por su parte, es el momento de negociar con él unos horarios para estudiar y poder cambiar esa situación; unos horarios a los que él debe comprometerse.
Si es ya verano, no le digas eso de que se ha quedado sin vacaciones; si haces eso, lo más probable es que también se quede sin vacaciones el resto de la familia, que no tiene culpa de nada. Hay tiempo para todo, es perfectamente compatible tener unas horas de playa y unas horas de estudio.
El necesario castigo por tantos suspensos
Además de esto y como es normal, tantos suspensos van a requerir un castigo; aunque yo prefiero llamarlo “una pérdida de privilegios”. Será necesario que pierda alguno de los privilegios que tiene; pero dejándole claro que recuperarlos va a depender de él y de su esfuerzo. Si por el contrario el niño percibe que el castigo será largo y lo va a tener haga lo que haga, no tendrá ninguna motivación para hacer un esfuerzo.
Ten mucho cuidado con las amenazas de castigo que le ofreces; la primera reacción suele ser excesiva pero, no debes amenazarle con un castigo que después no vas a cumplir. Si lo haces así, se quedará con la idea de “tú di lo que quieras que yo haré lo que me parezca, porque no lo cumplirás”.
Por último, no desesperes y tómalo con toda la calma que puedas. Al fin y al cabo, una mala racha la podemos tener todos; y en el peor de los casos, repetir un curso tampoco será el fin del mundo.
De todas formas, sería fantástico lograr motivar a los niños para que estudien por el placer de aprender; por el placer de tener más conocimientos, y no por la obligación de tener que aprobar.
Rosa Armas
Colegiada T-1670
Mi hija Ha suspendido lengua y me siento suuuper decepcionada. No se que hacer … como actuar .. o que castigo le puedo poner si es que .. debo ponerle alguno… tiene 13 años y se queja que la profe……es.. y no dice nada mas! Que puedo hacer???
Hola, mu hija y yo emigramos a España.. Estamos bien twnemos nacionalidad. Pero en la escuela le cuesta inglés francés y matemáticas. Le agarro el gusto al movil y no quiere negociar horas para estudiar. Si se lo escondo enfurece. Y repitio año. No vero motivacion para estudiar mas. Tiene 13 años. Gracias por escucharme wstoy muy preocupada.
Emigre a España con mi hija y poco a poco se adaptado al sistema pero ahora se cambió de cole, ella no come ningún tipo de fruta, y no he podido hacer q la coma. Ahora en el colegio se la están obligando a comer y el comportamiento es súper grosera siempre me están llamando para lo mismo q no come fruta y q se pone grosera. Ayuda por favor.
Muchas gracias por las recomendaciones. MI hija tiene 13 años y es muy hermética, no se deja ayudar y suspende, creo que en parte porque no estudia lo que debe, como se indicaba en el artículo y parte porque realmente le cuesta y creo que eso le desanima. NO sé cómo hacer para ayudarla y que entienda mejor las cosas, sin desmotivarla o perder confianza en sí misma. Gracias
No estoy de acuerdo, que el suspenso siempre sea por falta de estudio. En el caso de mi hijo estudia mucho, sub maestra dice que es trabajador y durante la dinámica de la clase muy participativo. Pero resulta que aún con todo eso, el niño suspende.. la causa no lo se, porque no doy con ella aún. Pero recalcó no siempre es por falta de estudio.
Mi hija de 12 años ha empezado 1°de la ESO aprobando por los pelos y suspendiendo. En primaria era niña sobresaliente y notable y estudiaba sola. Ahora la niña se lleva prácticamente toda la tarde estudiando y no saca el curso como debiera, no nos deja q les revisemos los deberes, por qué muchas veces le pillamos que no los tiene echo. No la dejamos salir y tampoco teléfono móvil , porque siempre la tenemos castigada. Nos suele mentir en las notas, nos miente tanto que no sabemos q es verdad o mentira. Ella es una niña tímida, en el colegio no pregunta y tampoco participa. No es competitiva, nos dice q toda sus amigas suspende y se queda tan pancha, cuando sabemos q hay algunas q si van muy bien, pero parece q le de corage. Que podemos hacer, nos tiene desesperados. Hablamos mucho pero parece q le entra por un oído y le sale por el otro.