Las parejas que no pueden tener hijos

parejas que no pueden tener hijos

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En la actualidad, hay cada vez más parejas que no quieren tener hijos. O bien, que lo retrasan todo lo que pueden por cuestiones laborales, e incluso por cuestiones económicas.

Otras parejas en cambio sí que tienen claro que desean ser padres. Sin embargo, puede ocurrir que exista algún problema en uno u otro de los miembros de la pareja, o en los dos, que les impide  cumplir con ese sueño.

Y cuando una pareja que lleva ya algún tiempo intentando tener hijos descubre, a través de sus médicos, que no pueden ser padres de una manera natural, se produce un antes y un después en su relación…que puede servir para poner a prueba la solidez de la misma. 

La noticia suele ser muy estresante e incluso (en algunos casos) hasta traumática, para una pareja que sueña con ser padres. Ese estrés no sólo se produce por no saber si al final podrán o no ser padres, sino también por la presión que suele venir del entorno más próximo.

Las emociones que pueden surgir en ese momento van desde el sentimiento de culpa, a la impotencia o a la pérdida de autoestima. Pero también se da el enfado en la pareja, aunque no sepan muy bien con quien están enfadados.

Tanto es así, que algunas parejas llegan a replantearse si seguir con su relación, debido a la gran carga emocional y la frustración que sienten en esos momentos. Claro que no en todos los casos ocurre esto; si la situación se afronta de manera adecuada, la relación no sólo no se rompe, sino que se puede fortalecer.

En muchos casos, y tras conocer la noticia, las parejas se suelen someter a tratamientos médicos; o bien a tener relaciones sexuales perfectamente planificadas y programadas para el día y el momento más fértil…lo que supone un deterioro tanto a nivel emocional como físico, para uno de los dos, o para los dos.

Algunos consejos para parejas que no pueden tener hijos

Seguimos sin tener recetas mágicas, tampoco para esto las hay, pero sí que hay algunos consejos que pueden ayudar. 

Aceptar la situación

El primer paso es, como casi siempre y para casi todo, la aceptación.

Ya lo he dicho en alguna otra ocasión, la palabra mágica siempre es “aceptar”. Aceptar que ese objetivo en concreto se hace difícil de conseguir, y puede que hasta imposible. 

Claro que es mucho más fácil decirlo y verlo desde fuera, que estarlo viviendo y llegar a sentirlo de verdad. Por este motivo, algunas parejas que en un principio se niegan a aceptarlo, empiezan un peregrinar de médico en médico, buscando segundas o terceras opiniones. Esto puede producir aún más angustia y desesperación, que afectan todavía más a los miembros de la pareja.

Mantener la comunicación

Opta por la comunicación antes que por el aislamiento. Lo ideal es que antes de guardarte para ti mismo la rabia, la impotencia, la tristeza o la emoción que sea, hables con tu pareja sobre el tema. 

Expresar lo que sientes y cómo te sientes, siempre será más terapéutico que vivirlo en soledad. Hablarlo tranquila y sinceramente con la pareja, será más útil para buscar alternativas si la idea sigue siendo tener hijos. O bien para, entre los dos, afrontar mejor una vida y un futuro sin tener hijos.  

Si eres de los que piensan que aislarte y vivirlo en soledad, le evitará a tu pareja sentirse aún peor, te diré que esto lo que puede conseguir es que tu pareja sienta que no le prestas la atención suficiente, con lo que puedes dañarle aún más.

No buscar culpables

Buscar un culpable no tiene ningún sentido. Puede ser que seas tú quien no pueda tener hijos, o tal vez sea tu pareja quien no puede. Sea como sea, fijarse en ese detalle no arregla nada…al contrario, sólo crea más malestar.

Por tanto, culpabilizar a tu pareja no es bueno; pero culpabilizarte a ti mismo, es casi peor. Cualquiera de las dos cosas puede llegar a deteriorar la relación de pareja.

No descuidar la relación de pareja 

Esto quiere decir que una vez haya pasado el impacto del principio, es importante seguir pasando tiempo juntos: seguir haciendo cosas juntos, y por supuesto, seguir teniendo relaciones íntimas. Es decir, es importante seguir cuidando la relación de pareja.

En el caso de las relaciones sexuales, es mejor que se tengan cuando surjan, cuando les apetezca a los dos. Planificarlas de manera premeditada, buscando el día y el momento en que sea más probable un embarazo, se puede convertir en una obligación más que en una diversión…y eso puede deteriorar la relación de pareja. 

Respetar las emociones de la pareja 

En esta situación lo pasan muy mal los dos miembros de la pareja. Sin embargo, cada uno tendrá su manera de expresar ese malestar. Así que no esperes que tu pareja reaccione igual que tú, y respeta su reacción y su estado de ánimo.

Darse permiso para no estar donde no se quiere 

Puede darse el caso de que en el entorno más próximo, haya niños, bebés o embarazos. Y podría ser que ese ambiente no resulte agradable, por lo menos en un principio. Por tanto, lo ideal es darse permiso para no estar ahí, si eso genera malestar o frustración.

Cada persona necesita su tiempo para la aceptación de algunas situaciones. Así que si es tu caso, date tu tiempo y no te obligues a hacer o estar donde no te apetece.

Tener otros proyectos 

Por supuesto, en la vida tenemos no un único proyecto, tenemos muchos…o así tendría que ser. Así que lo ideal en esta situación es centrarse en esos otros proyectos, que también puedan ilusionar a la pareja. 

¿Son más felices las parejas que tienen hijos?

Algunas investigaciones al respecto, han intentado encontrar la respuesta a esta pregunta. ¿Tener hijos es una garantía de que una pareja será feliz? 

Algunos estudios afirman que sí, que una pareja con hijos será más feliz. Otros en cambio, no encuentran diferencias entre las parejas que tienen hijos y las que no. Hay algún otro que indica hasta que son más felices aquellas parejas que no tienen hijos. 

Alguno de estos estudios han verificado que las parejas con hijos ven aumentadas sus obligaciones, tienen más estrés, y están más insatisfechas con su vida sexual.

Es probable entonces que la respuesta a esta pregunta no esté muy clara, y que dependa de muchos factores; como por ejemplo de los objetivos vitales que tenga cada pareja, e incluso de factores culturales. Pero es probable también que la paternidad sea algo que se ha idealizado, y que se tenga la creencia de que tiene que ser sí o si.

Lo cierto es como te decía al principio: que cada vez son más numerosas las parejas que no tienen hijos por diferentes motivos. Entre ellos, porque no quieren. Claro que una cosa muy diferente, es querer tenerlos y no poder. 

Probablemente, la felicidad de una pareja no dependa de si tienen hijos o no. Seguramente dependerá de la complicidad entre los dos, de la compatibilidad entre ellos, de los proyectos vitales que compartan…

Por lo tanto: el hecho de no poder tener hijos puede terminar siendo una circunstancia más, que no tiene por qué condicionar la relación de pareja, ni tampoco su felicidad.

Rosa Armas

Colegiada T-1670

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