¿Te consideras una persona con sentido del humor? ¿Te ríes con frecuencia, o por el contrario es difícil oír una carcajada tuya? Si eres de los que se ríen muy poco, déjame decirte que el humor nos ayuda a llevar mejor las dificultades y problemas de la vida cotidiana. Crea un mejor ambiente a tu alrededor y nos sirve para divertirnos. Pero no sólo eso, además, parece ser que, tener sentido del humor y reírse, es beneficioso para nuestra salud; más que cualquier medicamento.
Según algunos estudios, reírse con frecuencia fortalece nuestro sistema inmunológico; porque aumenta la actividad de las células protectoras y mejora el sistema cardiovascular. Además estimula la producción de endorfinas, que son los analgésicos naturales de nuestro cuerpo; lo cual nos hace más tolerantes al dolor físico.
Pero tener sentido del humor, no solo beneficia a nuestra salud física. A la psicológica también; y de una forma tal, que posiblemente te sorprenda.
La risa es desestresante
Después de unas buenas carcajadas, se ha disminuido la tensión de los músculos con lo cual, nos sentimos más relajados. Esto significa que nos ayuda a combatir el estrés, y hace que podamos enfrentarnos a los problemas de una manera más tranquila; que es como mejor se pueden solucionar.
Además, la risa hace que desaparezcan sentimientos incómodos y eleva el estado de ánimo. Por tanto, ayuda también a prevenir los trastornos depresivos. Seguro que te ha pasado alguna vez que, estabas triste, o bien sentías rabia y alguien te ha hecho reír. Esa emoción que producía malestar desaparece de manera inmediata, por lo menos por un instante. Por tanto la risa, es un arma muy poderosa para combatir los momentos de tristeza, rabia, o cualquier otra emoción incómoda.
Cuando nos reímos con ganas, entra a nuestros pulmones más aire de lo habitual, esto hará que las células y la piel se oxigenen y nos dé un aspecto más jovial y menos cansado. Es decir, que la risa hace que los demás nos perciban como más jóvenes; cosa que a todos nos gusta parecer. Pero por si esto fuera poco, se sabe que las personas risueñas y con sentido del humor, nos resultan más atractivas; tanto física como psicológicamente.
También el sentido del humor estimula nuestra motivación. Con toda seguridad, estar de buen humor nos ayuda a iniciar cualquier tarea con muchas más ganas. Además, favorece el aprendizaje. Una cosa que se nos enseñe de manera divertida, la vamos a recordar mejor que si nos ha resultado aburrido y tedioso. Esto se podría tener en cuenta a la hora del aprendizaje en los niños; van a estar más motivados si aprenden con diversión, como si fuera un juego, que si tienen que hacerlo por obligación.
Beneficios sociales de la risa
En el aspecto social, el sentido del humor también tiene su efecto. Fomenta el vínculo con otras personas y la sensación de pertenencia al grupo; así como también evita la sensación de soledad. Imagínate que estás con un grupo de amigos y haces alguna broma; si alguna vez no le resulta gracioso a nadie, no pasa nada. Pero, si nunca consigues sacarles ni una sonrisa, irán desapareciendo tus ganas de bromear e incluso las de salir con ellos.
Sin duda te habrás dado cuenta de que, te apetece más estar con alguien que se ríe mucho, que con una persona que siempre está triste y malhumorada. Nos sentimos más unidos a las personas con las que nos reímos y a las que nos hacen reír; porque se crea una complicidad con ellas. Además, la risa es contagiosa. En general, percibimos como más atractivas y cercanas a las personas con sentido del humor.
Una buena carcajada, mueve más de cuatrocientos músculos; con lo cual, unos pocos minutos de risa, se corresponden con muchos minutos de relajación. Y también ayuda a gastar calorías, y por tanto a adelgazar.
En general, creemos que estar de buen humor facilita la risa. Y eso es verdad, pero también funciona al revés: reír o sonreír hace que mejore nuestro estado de ánimo. Así que, ya sabes…
El humor positivo
Por supuesto, hablamos siempre del humor positivo, es decir, del humor que nos hace reír con los demás y nunca del que se ríe de los demás. Este último, no genera todos estos beneficios.
Es bueno buscar la parte cómica de una situación embarazosa o incómoda que pueda surgir. Incluso, por qué no, reírnos de nosotros mismos nos ayuda mucho más a enfrentarnos a la situación, que si la vivimos como una tragedia. A medida que vamos cumpliendo años, vamos perdiendo la capacidad para reír; de hecho los niños se ríen mucho más que los adultos.
Se nos ha enseñado que debemos ser serios para que se nos respete; y eso no es cierto. No se trata de estar todo el día haciendo el payaso. Se trata de tomarse la vida con sentido del humor; y eso no está para nada reñido con ser personas responsables.
Ya lo decía Oscar Wilde “La vida es demasiado importante como para tomársela en serio”.
Qué es la risoterapia
No sé si alguna vez has estado en un taller de risoterapia, pero sin duda los has oído nombrar al menos. Por si no has estado en ninguno, pero te pica la curiosidad sobre lo que te podría aportar, quiero contarte en esta ocasión qué es exactamente un taller de risoterapia y cuáles son sus beneficios.
Sin duda recordarás algún momento en tu vida, o tal vez más de uno, en el que te has reído a carcajadas, con una risa que no podías ni querías controlar. Aunque a veces nos ha pasado también, el querer controlarla, por estar en un lugar donde la risa no era adecuada, y eso nos provocaba aún más risa.
Esos momentos, casi inolvidables, nos han aportado una gran cantidad de emociones positivas, además de un estado relajado y de bienestar, después de ese ataque de risa. Podría parecer entonces, que la risa tiene un efecto terapéutico, ¿no crees?
Pues parece ser que sí, que reírse no sólo es divertido sino que también es terapéutico.
La risoterapia es una técnica cada vez más utilizada, que se sirve de algo tan natural en el ser humano como es la risa para ayudar a una persona a obtener algunos beneficios.
Algunos de estos beneficios son aliviar las emociones negativas, el estrés, el dolor y hasta para sobrellevar algunos tipos de enfermedades. La idea en general es aumentar, a través de la risa, el bienestar emocional de una persona.
La risoterapia no está considerada una terapia, porque por sí misma no cura enfermedades; pero sí que sirve para obtener mejoría a nivel físico y emocional.
Esta técnica se puede hacer de manera individual, aunque es más frecuente que se realice en grupo. Seguramente resulta más fácil reírse en grupo, ya que la risa suele ser contagiosa.
Para provocar la risa, se pueden utilizar diferentes formas como juegos, películas de humor, y a veces hasta payasos. Es decir, cualquier cosa que ayude a los participantes a terminar riéndose a carcajadas.
Hay que tener en cuenta, que no todo el mundo tiene la misma facilidad para reírse, y mucho menos para hacerlo a carcajadas. Sin embargo: debes saber que los efectos beneficiosos de una risa real (es decir, con ganas), y los de una risa fingida, son los mismos.
Nuestro cerebro no diferencia entre una risa real y una forzada, aunque siempre es más satisfactorio reírse con ganas. Lo que suele ocurrir con esto, es que empiezas a reírte sin ganas, y puedes terminar muerto de la risa: pero de verdad.
Cuáles son los beneficios de la risoterapia
Sin duda, reírse resulta divertido. Pero además de eso, reírte a carcajadas tiene unos efectos a nivel físico, que a su vez producen unos beneficios psicológicos. Estos beneficios están más que comprobados, pero no sólo eso, la risa también tiene beneficios a nivel social.
Beneficios físicos de la risoterapia
- Beneficios para nuestro corazón. Un rato de buena risa, hace que aumente el flujo sanguíneo, con lo que te ayuda a regular la tensión arterial. Cuando nos reímos con ganas, aumenta nuestra frecuencia cardíaca y la presión arterial, que disminuye por debajo de la media y nos deja relajados, una vez que hemos terminado de reír. Por lo tanto, una dosis de buena risa de vez en cuando, ayuda a proteger nuestro sistema cardíaco.
- Nos ayuda a respirar mejor. La risa ayuda a la oxigenación de la sangre, con lo que favorece la función respiratoria y nuestra piel estará más oxigenada.
- Además de lo anterior, cuando nos reímos, nuestro cuerpo produce una serie de hormonas, que hacen que se refuerce el sistema inmunológico, con lo que nos estaría protegiendo de enfermar.
- Por otra parte, llega a desactivar la producción de cortisol, que es la hormona del estrés. Así que, para bajar el estrés, qué mejor que una buena carcajada. Por si todo esto fuera poco, la risa ayuda a liberar endorfinas, que consiguen aliviar el dolor físico.
Beneficios psicológicos de la risoterapia
- Ese rato de buena risa, nos hace percibir la realidad con mayor optimismo, las preocupaciones que teníamos dejan de serlo tanto, y claro, eso nos ayuda a afrontar los problemas de una manera menos negativa.
- La risoterapia es capaz de reducir nuestros niveles de ansiedad, además de mejorar el estado de ánimo, con lo que puede ser beneficiosa en cuadros depresivos. Al dejarnos con un estado de ánimo más positivo, nos sentiremos con más energía.
- Como consecuencia de que nos ayuda a relajarnos, de que baja la tensión arterial y de que disminuye los niveles de estrés, la risa nos servirá además para poder dormir mejor.
Beneficios sociales de la risoterapia
- Las personas más risueñas, son las que más nos atraen, porque, sin que nos demos cuenta, nos parecen más positivas que las personas que nunca se ríen.
- Además, como ya te decía, la risa es contagiosa; con lo que es otra manera de comunicarnos con quienes nos rodean. Y esto aumenta la complicidad y estrecha el vínculo con esas personas con las que nos reímos. Pero además, puede prevenir los conflictos y la agresividad en el trato con otras personas.
- Compartir cualquier emoción con otras personas, hace que las relaciones con ellas se hagan más fuertes. La risa es una de esas cosas que estrechan las relaciones, que hace que se olviden los malos momentos y que aporte momentos de alegría y positivismo.
Como verás, pocas medicinas tienen tantos beneficios como el reírse a carcajadas un rato. Y teniendo en cuenta sus beneficios y lo barata que sale, tal vez tendríamos que reírnos más: y por qué no, asistir a algún taller de risoterapia de vez en cuando, que seguro te sentará bien.
Rosa Armas.
Colegiada T-1670.