Existe un…vamos a llamarlo una «hábito» que tienen muchas personas, y que además de no aportar nada positivo a nadie, lo que refleja es una vida muy pobre y frustrante de la persona que lo suele practicar.
Estoy hablando de esas personas que lo critican todo y a todo el mundo. Esa gente criticona que menosprecia a los demás; a esas que todo lo que hace el resto del mundo le parece mal, y de esta forma intentan ver su propia vida como menos mala.
Al oir hablar de esas personas que lo critican absolutamente todo, y también a todos, estoy segura de que casi inmediatamente te llegará a la cabeza alguien que conoces y que lo hace.
Y puede que si piensas un poco más, te acuerdes de varias…ya que la crítica a los demás es un deporte que tiene mucho éxito. Por supuesto que todos hemos criticado algo o a alguien alguna vez, y más de alguna. Pero de quienes voy a hablar en esta ocasión, es de esas personas que sólo abren la boca para hacer una crítica.
En realidad, fijarnos en los demás nos sirve para muchas cosas. Nos puede servir por ejemplo, para aprender de los errores ajenos, pero también para aprender de sus éxitos, o para decidir qué cosas nos gustan y qué no nos gusta, en función de lo que veamos a nuestro alrededor. Pero una cosa es fijarnos en los otros para sacar un aprendizaje, cosa que puede ser muy positiva, y otra muy diferente es estar pendiente del mínimo detalle, para menospreciar a los que tenemos alrededor.
Por otra parte, tenemos la figura del crítico. Un crítico literario, por ejemplo. En este caso, alguien que es experto en el tema, hace una crítica de algo, analizando las cosas negativas, pero también las positivas de una obra, y, su valoración, es objetiva y libre de desprecio.
No tiene esto nada que ver con alguien que critica a todos todo el tiempo, porque en estos casos, ni la persona en cuestión es experta en nada, ni la crítica se hace con buena intención. Si bien al contrario, la intención no es otra que descalificar a la persona objeto de su crítica.
¿Cuáles son los motivos por los que una persona critica a los demás?
Por supuesto: alguien que critica a todo el mundo por prácticamente todo, no lo hace porque si. Hay unos motivos por los que se practica este singular ejercicio, y los siguientes son algunos de ellos.
Sentimientos de inferioridad
Estas personas se sienten inferiores a los demás. Así que criticar al resto del mundo y dejarles por debajo de ellos les ayuda a sentirse algo mejor…y a subir un poco su pobre autoestima.
Consideran que únicamente sus opiniones o sus gustos son los buenos, aunque en realidad esconden una gran inseguridad. Por lo general son personas que están muy frustradas con su propia vida, que están muy a disgusto con ella, y para compensar esa frustración critican todo lo que hacen los demás.
De esta forma, no se ven obligados a criticarse a ellos mismos. Y en todo caso, a tener que tomar decisiones que les servirían para mejorar sus vidas.
Sentimientos de insatisfacción
Estas personas no suelen estar nada satisfechas con su propia vida. Y les fastidia, pero mucho, que los demás sí que lo estén. Por tanto, la crítica es su manera de expresar la rabia que sienten por el éxito de los demás.
Además: todo lo que critican de las otras personas suelen ser aspectos que tienen ellas mismas, y que rechazan absolutamente. Pero claro, siempre es más fácil criticar al otro que a sí mismo. Y así se convencen de que los demás son igual de malos, o peores que ellos.
Esto es lo que el Psicoanálisis ha llamado “proyección” y que no es más que un mecanismo de defensa, para intentar sentirse mejor.
Sentimientos de envidia
Otro motivo de esa crítica constante es que son personas muy envidiosas. Y cuando alguien consigue algo que ellos mismos querrían, no son capaces de alabarlo, porque eso les fastidiaría aún más. Tienen que criticarlo para poder sentirse algo mejor.
Aparte de estos motivos relacionados con los sentimientos de los criticones, hay al menos tres motivos «sociales» por los que una persona hace una supuesta «crítica constructiva» a otra.
Y esto tendríamos que diferenciarlo: en primer lugar para tener en cuenta esa crítica o no, y así poder mejorar si lo deseamos. Y en segundo lugar, para saber cómo debemos responder en función de la causa o intención que ha generado la crítica.
El enfado
Una de las razones por las que una persona puede hacerte una crítica, es porque esté enfadada por algo. Ya sabes que, cuando nos enfadamos, podemos decir cosas que quizás molesten un poco. En ese caso, la persona en cuestión, descargará su rabia y su frustración contra ti, haciendo críticas que pueden ser muy duras. Y que a esa persona le pueden servir para desahogarse; pero a ti, solo te servirán para crearte malestar.
Porque, además, esa crítica no te dará ninguna alternativa para mejorar nada. Podría ser que, la intención consciente de esa persona no sea la de dañarte, quizás, sólo sea que simplemente, no sepa cómo expresar su enfado de una mejor manera.
Si en algún momento te ocurre algo así, espera a que esa persona se calme, pídele si quieres que baje su tono y volumen de la voz, para poder hablar con ella de forma tranquila. Puedes decirle incluso que, hasta que no sea capaz de hablar tranquilamente, no le escucharás.
Si consigues que se tranquilice, siéntate y escucha lo que tenga que decirte. Escucharle no significa que tengas que estar de acuerdo con lo que te diga, con la crítica que te haga, por lo tanto, si estás de acuerdo con ella o con parte de ella, díselo y reconoce tu error. Si no estás de acuerdo, díselo también, en un tono tranquilo, eso si.
Las ganas de molestar
El segundo motivo por el que se puede criticar a alguien, es por fastidiarle, así de sencillo. Hay personas que disfrutan haciendo daño a otras, sienten así que son mejores que ellas; y para eso, les critican absolutamente todo, creando un intenso malestar en la persona que recibe la crítica.
Evidentemente, son personas que pueden resultarte tóxicas y por supuesto, es una forma de maltrato que si se mantiene en el tiempo, termina por afectar gravemente a la autoestima de la persona que es objeto de las críticas.
Si tienes en tu entorno a alguien que se dirige a ti en estos términos, de manera continuada, es decir, si se trata de una persona que te lo critica absolutamente todo, como alguna de las que te hablaba más arriba, ponle límites.
Dile cómo te hace sentir esa forma de tratarte, y dile también, cómo te gustaría que lo hiciera a partir de ese momento. Dicho de otra manera, contesta de una forma asertiva. Dale unos días para que lo reflexione. Si la situación se mantiene de la misma forma, no pongas límites, pon distancia.
Para ayudarte a mejorar
Por último, hay un tercer motivo por el que alguien puede hacerte críticas, y es por ayudarte a mejorar.
Estas sí que son las que llamamos críticas constructivas, aunque podría ser que no estén del todo bien formuladas. Su intención es que cambies en algo que podría hacerte bien, en algo que haces y que esa persona no considera que sea adecuado, siempre claro está según el criterio de ella.
Son críticas que suelen venir de personas cercanas que te quieren y que desean que mejores. Por tanto, este tipo de críticas, merecen al menos ser escuchadas.
Escucha tranquilamente lo que esa persona tiene que decirte. Hazle preguntas si hay cosas que no te quedan claras del todo. Pregúntale además, si tiene alguna sugerencia que hacerte, y, dale las gracias por darte su opinión.
Recuerda que escuchar lo que tenga que decirte, no quiere decir necesariamente que tengas que estar de acuerdo con lo que te dice. Y mucho menos que tengas necesariamente que cambiarlo. No podemos dejarnos llevar por las opiniones de todo el mundo acerca de nosotros.
Valora sus sugerencias, si puedes en ese momento, si no piénsalo durante unos días. Luego, decide tú si quieres hacer ese cambio que te han propuesto, o por el contrario, prefieres quedarte como estabas.
Que algo de ti no le guste a alguien, no te obliga a tener que cambiarlo. La última palabra la tienes tú siempre.
Características de las persona criticonas
Las personas que critican todo de los demás, suelen tener unas características y unas ideas muy concretas, que son comunes en todas aquellas personas que se dedican a estas mismas labores. Estas son algunas de ellas.
Falta de autocrítica
Los personas criticonas son perfectas. Porque aunque ellas mismas no se crean esto, se lo quieren hacer creer a los demás. Los que hacen mal las cosas son siempre las otras personas, ellas nunca.
Una vida poco interesante
Claro: no suelen tener una vida que les apasione, ni siquiera que les resulte interesante y que les mantenga ocupados. Por eso se encargan de observar la vida de los demás, que les parece mucho más entretenida.
El éxito que tengan los demás se debe siempre (según el que critica) a causas externas a dicha persona. Por ejemplo, un golpe de suerte, la ayuda de un familiar, etc. A cualquier cosa que no sea el esfuerzo de esa persona: porque en ese caso habría que reconocerle ese esfuerzo, y no están por la labor de reconocerles nada bueno.
Critican por la espalda
No se arriesgan a quedar en evidencia… y cuando critican, lo hacen en pequeños grupos, donde se sienten más en confianza y arropados.
No hacen el esfuerzo de mejorar ellos mismos, sino que, con sus críticas, intentan que los otros queden peor parados que ellos. No suelen tener ni muchas ni buenas relaciones con otras personas, porque no se suelen fiar de los demás: de hecho, pueden tener ciertos rasgos paranoides.
Qué hacer con un criticón profesional
En el caso de que conozcas a alguna persona con todas estas características, el mejor consejo que puedes seguir es, no entres en su juego.
No podemos pensar que, alguien que cuando está con nosotros critica al resto del mundo, no hará lo mismo con nosotros cuando no estemos presente. No sería lógico pensar que eres la única persona que no entra dentro de su repertorio de críticas.
Así que, no podrás evitar que te critique cuando no estás, pero sí que podrías evitar tener problemas con otras personas, siempre y cuando te mantengas al margen de sus comentarios.
Lo mejor es, si una persona critica a otra delante de ti y no puedes marcharte de su lado, tú habla del buen tiempo que está haciendo, de cuántos días a la semana vas al gimnasio o de lo bueno que es ese libro que te estás leyendo.
Cómo encajar las críticas
Dicho todo lo anterior y aunque no queramos admitirlo, a ninguno de nosotros nos gusta que alguien nos critique. Claro que, si nos critican a nuestras espaldas, no nos afecta tanto porque no nos enteramos. Pero, si nos hacen una crítica a la cara, nos molesta; nos sentimos atacados por el otro y nos hace sentir inseguros.
¿Críticas constructivas?
Se suele decir además que la crítica constructiva es mucho mejor aceptada que la que se hace para fastidiar. Y eso será verdad, pero, tú y yo lo sabemos; molesta igual una que la otra.
Y molesta: porque todos tenemos un poquito la necesidad de sentirnos aceptados y valorados. Y justo, recibir una crítica, no es precisamente sentir que se nos valora.
Es cierto que una persona con una baja seguridad en sí misma, se sentirá peor cuando recibe una crítica que alguien que tenga mucha seguridad y confianza. Las personas muy inseguras, podrían incluso, dejar de hacer algunas cosas; sobre todo cosas algo arriesgadas o con cierta dificultad. Por si se equivocan y son criticadas.
La mejor forma de que nadie te critique nunca es no hacer nada.
Además, el que una crítica nos duela más o menos, no solo depende de nuestro nivel de autoconfianza. También depende de si dicha crítica, va dirigida a uno de nuestros comportamientos en concreto, o es una crítica general a nuestra persona.
Es decir, nos fastidia mucho menos escuchar, por ejemplo “este informe no lo has hecho nada bien” que escuchar “eres un desastre en tu trabajo”. Toleramos mejor la crítica al comportamiento concreto, que a nuestra persona.
Sin embargo, y sea como sea, no resulta nada fácil encajar una crítica. Porque como decía, la solemos entender como un ataque. Sin duda, sería mucho más productivo para nosotros, entender la crítica como una fuente de información que nos viene desde fuera…y que si así lo queremos, nos servirá para mejorar.
Claro que para hacer esto, primero tendríamos que diferenciar entre las críticas constructivas y las que son destructivas.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.