“Quién te va a querer más que tu madre”, “Todo lo que hace tu madre es por tu bien”, o “Madre no hay más que una”, que en algunos casos habría que añadir, “…por suerte”.
Estas son algunas de las muchas frases que hemos escuchado durante toda la vida, en relación con las madres.
Nos hemos hecho la idea de que las madres son invariablemente cariñosas, amorosas, incondicionales, buenas consejeras…que siempre te escuchan, que siempre te dicen lo que es mejor para ti; y que siempre harán lo que sea mejor para ti.
Sin embargo, todas estas características van con la persona y no con el título de madre.
De hecho, hay madres que controlan a sus hijos aunque ya sean adultos e independientes; que les manipulan, que les chantajean, que les hacen sentir culpables, que critican lo que hacen y lo que no hacen también…en definitiva, hay madres que son absolutamente insoportables para sus hijos.
Estas son las madres tóxicas, que aunque te suene muy extraño y te cueste creerlo o aceptarlo, las hay y muchas. Al igual que hay padres tóxicos por supuesto…
Sí, claro que las hay. El problema es que no es tan fácil reconocer y aceptar que se tiene una madre tóxica, porque como decía, no es la idea que tenemos de las madres.
Pero más difícil aún, es decirlo en voz alta. Porque siempre habrá alguien que te diga eso de, “cómo puedes hablar así de tu madre!, con lo que ella ha hecho por ti”.
Por lo tanto, si es tu caso y tienes una madre que ha sido tóxica para ti, es probable que tengas algunas cosas que trabajar; pero no esperes que todo el mundo te entienda.
Cómo identificar a una madre tóxica
No hace falta decir que hay madres con todas esas características positivas que te nombraba antes, por supuesto.
Pero hay otras que no las tienen, al contrario: hay otras que provocan en sus hijos sentimientos y reacciones que les producen malestar, y que hasta les hacen un gran daño, desde el punto de vista emocional.
Las madres tóxicas descargan toda su frustración, traumas y carencias, con unos hijos que nunca quisieron tener.
Es controladora
Una madre tóxica, no sólo controla a sus hijos cuando son pequeños, que hasta ahí es normal. Los controla además cuando ya son adultos, incluso cuando ya no viven en la misma casa que ella.
En el caso de que tuvieras una madre tóxica, te puedo asegurar que considera que no tienes la capacidad de tomar decisiones adecuadas sobre tus cosas y tu vida, con lo que intentará que tomes las que ella considera que son las mejores para ti.
Por supuesto, no tendrá en cuenta lo que tú quieres, sólo lo que quiere ella. Y por lo general, lo que quiere ella, es que llegues a conseguir esas metas que ella misma no pudo lograr.
Es muy crítica contigo
Una madre que es tóxica criticará lo que haces, pero cuidado porque también criticará lo que no haces.
No le gustará “esa ropa que te pones”. Criticará tu imagen, “mira cómo llevas esos pelos”. Dirá que te estás descuidando, que te estás engordando… Además de todo esto, también criticará a tus amistades. Porque nadie es tan buena influencia para ti como ella misma.
Te hace chantaje emocional
Sí claro, como no. Te hará chantaje para que te sientas culpable si ella no consigue lo que quiere. El problema es que tú nunca sabes lo que quiere.
Tiene cambios de humor repentinos, que no sabes a qué se deben, aunque todo indica que son por tu culpa.
Si no haces ninguna actividad con ella, te lo reprochará y dirá la típica frase victimista de “tú a lo tuyo, tranquila que yo estoy bien sola”
Pero, si le propones hacer algo contigo, descuida, no querrá, porque “no quiero molestarte que tú tendrás tus cosas que hacer” En resumidas cuentas, nunca sabes lo que quiere de ti.
Por si todo esto fuera poco, hay muchas más conductas y actitudes de una madre tóxica que terminan por hacer mucho daño.
- Muestran absoluta indiferencia por tus logros y tus éxitos, si no son los que ella había planeado para ti. Pero, aunque lo sean, su cara no será precisamente la viva imagen de la ilusión.
- No tienen muestras de cariño con sus hijos.
- No les gusta darles besos, no les dicen que los quieren.
- De hecho, suelen repetir con cierta frecuencia eso de, “no debí haberte tenido”. Desde luego, hay pocas cosas tan dolorosas de escuchar de una madre como esta frase.
Te aseguro que hay muchas madres, de esas que “no hay más que una”, que tienen este perfil, y algunas veces hasta peor.
Qué hacer si tienes una madre tóxica
Es posible que conozcas algún caso de personas que, desde muy jóvenes, se fueron de casa, incluso algunas se marcharon a otro país y no han vuelto. Esto suelen hacerlo personas que han tenido una madre tóxica, y ponen tierra de por medio.
Tal vez sea esta la mejor opción, sobre todo en los casos más graves de toxicidad. Claro que esta opción no siempre es posible; ya sea por motivos físicos, emocionales o hasta de tipo moral.
En estos casos puedes sentarte y esperar pacientemente a que tu madre se dé cuenta de cuál es su actitud hacia ti, y la cambie. Pero esto es poco probable que ocurra, con lo que tendrás que esperar demasiado. Y es que ella “no tiene ningún problema, el problema lo tendrás tú”.
La otra opción, que tal vez sea la más práctica, es que trabajes por tu cuenta lo que tiene que ver contigo. Es decir, refuerza tu autoestima, la seguridad en ti mismo o en ti misma, y lo que es más difícil todavía, escucha a tu madre igual que si oyeras llover…además de que te sea indiferente la expresión de su cara.
Con un poco de tiempo, puedes hasta contestarle cuando lo creas oportuno. Respuestas del tipo, “te agradezco el consejo mamá pero yo….”, “Sé que lo dices por mi bien mamá pero yo….”, o bien, “sé muy bien que te preocupas por mi pero…”.
Con estas respuestas, le estarás diciendo: tú di lo que quieras que yo haré lo que me parezca conveniente. Que es justo lo que debes hacer en estos casos.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.