Muchas veces nos pasa. Nos levantamos una mañana y, nada más abrir los ojos ya sabemos que será un mal día, o al menos que empieza siéndolo. Estamos tristes, y no sabemos decir muy bien por qué. O quizás sí…quizás sí que sabemos por qué, pero da igual, el resultado es el mismo.
El hecho es que nos sentimos con el ánimo muy bajo, sin las fuerzas necesarias para funcionar, y sin ganas siquiera de buscar esas fuerzas.
Esto, en realidad, es algo normal y frecuente. Ya que al fin y al cabo, la tristeza es una de las emociones básicas, y tiene una función muy útil de adaptación a una situación; que por lo general es una situación de pérdida. Además, la tristeza tiene también la función de producir empatía en la gente que nos rodea; ya que el que estemos tristes, le indica a nuestro entorno que necesitamos consuelo y apoyo.
Sin embargo y a pesar de sentirnos tristes, sabemos que deberemos afrontar las obligaciones del día, no podemos evitarlas. Eso sí, haremos todo lo posible para que no se note mucho que estamos tristes. Principalmente, porque supuestamente no tenemos ninguna buena razón para estarlo.
Y es que parece ser que la tristeza no está demasiado aceptada por la sociedad. Si alguna persona con la que nos encontremos ese día se diera cuenta de nuestra tristeza, ya sabemos lo que diría.
“Cambia esa cara hombre” “tienes que ser positivo” “anímate!”… y alguna cosa más de este estilo. Parece ser que no se nos está permitido tener un día malo.
Pero también puede ocurrir que nos pregunten qué es lo que nos pasa. Y no sabes si es peor eso, o alguna de las frases anteriores. Peor: porque no sabes qué contestar a esa pregunta, no sabes qué te pasa, sólo sabes que “estás de bajón”.
Lo malo de hacer esto, lo malo que tiene no expresar las emociones, es que en algún momento, antes o después, la emoción buscará la forma de salir. Y puede que de peor manera.
¿Cuál es la función de la tristeza?
La tristeza es una emoción que consideramos como negativa. Sin embargo, la realidad es que no lo es, puesto que tiene una función adaptativa (igual que el resto de las emociones).
Pero sí es verdad que la tristeza es molesta y desagradable; y que preferimos estar alegres que estar tristes, sin ninguna duda.
Esta emoción aparece cuando se produce un cambio en nuestra vida; un cambio que nos supone alguna pérdida. Una de sus funciones es la de ayudarnos a adaptarnos a esa nueva situación, que nos resulta dolorosa en mayor o menor medida.
Pero además y como te decía más arriba, la tristeza tiene una función social. Expresar que estamos tristes le da a entender a los que nos rodean, que necesitamos ayuda. A nosotros nos permite poder recibir el apoyo emocional que en ese momento necesitamos. Todo esto hace que aumente la cohesión del grupo al que pertenecemos, y que se fomente la empatía.
Cómo afrontar los momentos de tristeza
Como te decía antes, la tristeza no es una emoción negativa aunque sí desagradable y hasta molesta. Es importante saber cómo puedes gestionar esos días de tristeza, o qué hacer para reducirla. Porque si está demasiado presente en tu vida, y si se prolonga mucho en el tiempo, puedes correr el riesgo de caer en una depresión.
Identifica la causa de la tristeza
En primer lugar, intenta identificar qué quiere decirte esa tristeza. Por lo general la tristeza nos informa de una necesidad, de una añoranza, o de alguna insatisfacción que tenemos. Sería bueno que supieras de qué te está informando. Una vez que lo sepas, acéptala y no te pelees con ella.
Cuando digo que no te pelees con la tristeza, quiero decir que te des permiso para sentirla. No es nada malo estar de bajón en algunos momentos. Pero ten en cuenta que no siempre está tan clara su causa; no siempre es tan fácil identificar el motivo, así que si no encuentras motivos de peso, no le des muchas vueltas y acéptala de todas formas.
En ocasiones puede ser un cambio climático, el cambio de estación que también puede afectarnos, cambios hormonales o hasta no haber dormido bien, las razones por las que estamos de bajón.
Recuerda las cosas buenas
Por otra parte, procura no dejarte llevar por el pesimismo del momento. Porque ningún bajón de ánimo es para siempre, y éste también pasará.
Para que no te invada el pesimismo, puedes hacer un listado de todas las cosas buenas que tienes en tu vida. Te ayudará a ver las cosas de otra manera. Y es que, muchas veces, nos olvidamos de todo lo bueno que tenemos.
Habla con alguien
Si tienes la oportunidad, habla con alguien cercano. Habla sobre lo que te pasa si es que te apetece, si no es así habla de otra cosa. No es preciso que hables de tu tristeza, el simple hecho de hablar con otra persona te ayudará y mucho a sentirte mejor.
Si no tienes a nadie que esté cerca, llama a un amigo o una amiga; esa persona con la que tienes confianza y con la que no tienes por qué disimular nada. Esto es algo que siempre funciona, y cuando cuelgues el teléfono verás como tu estado de ánimo ha cambiado mucho.
Vístete y sal a dar un paseo
Cuando estamos tristes, la tendencia de casi todos es quedarnos encerrados en casa, con la única compañía de nuestra tristeza. Salir a dar un paseo, observar un rato todo aquello que nos rodea…caminar un poco y tomar aire fresco, también te hará sentir mejor y verlo todo de otra forma.
Podría ser que el tiempo no sea el más adecuado para dar un paseo, o que en ese momento no puedas hablar con nadie cercano. En ese caso, otra buena opción sería hacer algo que te entretenga y te distraiga. Alguna manualidad que te guste, esa tarea de bricolaje que llevas meses posponiendo, o cualquier cosa que consiga entretenerte.
Llora
Llorar si es lo que te apetece, tampoco es mala idea. Es una forma bastante buena y saludable de sacar la tristeza. Así que, si lo necesitas, no te reprimas y llora, que te hará bien (siempre que no te pases todo el día llorando, claro).
Escucha música o ponte a ver una película
Estas dos cosas también pueden ayudar a que te sientas algo mejor. Pero que sea música alegre, o bien una comedia, por favor.
Las canciones sobre amores frustrados, aunque no sea ese el motivo de tu tristeza, o los dramas en forma de película, no te ayudarán demasiado. Aunque es verdad que pueden ayudarte a llorar, si es que por ti solo no te sale.
Recuerda que ninguna racha es para siempre, ni las buenas ni las malas. Todas pasan con un poco de tiempo.
Actividades para subir el Estado de Ánimo
Lo más frecuente cuando estamos ante este estado de ánimo, es lo que decía al principio, no hacer nada. Pensamos que, cuando se nos pase la tristeza, ya haremos lo que tenemos o lo que queremos hacer.
Lo cierto es que ese no es el orden correcto, es al revés: la tristeza desaparecerá en cuanto nos pongamos en marcha y realicemos alguna actividad que nos guste.
Lo que hace la inactividad es mantener bajo el estado de ánimo. De hecho, hay una relación casi directa entre el estado de ánimo y la cantidad de actividades que hacemos.
Teniendo esto en cuenta, en esos días tristes que de vez en cuando nos toca pasar, podemos elegir quedarnos en el sofá esperando que pase por sí sola, o hacer algo para levantar ese estado de ánimo. Por si prefieres esta última opción, te voy a proponer algunas actividades que, se ha demostrado que funcionan muy bien para este cometido.
Hacer ejercicio físico
Una de ellas es hacer ejercicio físico. Las investigaciones sobre este tema han indicado que realizar ejercicio físico, que no tiene por que ser muy intenso, sino que puede ser suficiente con un simple paseo, aumenta la sensación de bienestar; porque nos sirve para liberar endorfinas.
Si esos paseos son al aire libre, mucho mejor. La exposición a la luz del sol estimula la producción de hormonas que mejoran el estado de ánimo. Hay algunas personas que se sienten más tristes en otoño y en invierno. Así que exponerse a la luz del sol, siempre que sea posible (con un paseo) mejorará tu ánimo.
Aumentar el contacto social
Varios estudios han demostrado que reunirnos y hablar con personas de nuestra confianza, es muy eficaz para combatir los estados de tristeza.
Somos seres sociales por naturaleza…con lo que mantenernos en contacto con otras personas, hablar con un amigo sobre cualquier tema, incluso hablar un poco sobre lo mal que nos sentimos, es una actividad que también mejora el estado de ánimo. Todos nos hemos sentido mejor después de una reunión y unas risas con amigos.
Ir de compras
Seguro que esto ya lo habías intuído, porque cuando lo haces, sin duda te sientes mucho mejor. Pues bien: la Universidad de Arizona hizo un estudio que demuestra que ir de compras mejora tu ánimo si has tenido un mal día.
Eso sí, no se trata de gastar por gastar, ni de la cantidad de cosas que compres. Se trata de comprar el producto adecuado que te hará sentir mejor, el que consiga hacerte olvidar el motivo de tu tristeza y te sirva como un premio.
Además, cuando vas de compras te imaginas cómo quedaría algo de lo que hay en la tienda, en tu casa, o en ti mismo… con lo que consigues distraerte visualizando algo que te agrada y distrayéndote de lo que te producía tristeza.
Escuchar música
De acuerdo con un estudio que se llevó a cabo en la Universidad de Maryland, escuchar nuestra música favorita produce bienestar en nuestro organismo. Pero además, estas emociones que produce la música actúan en la dilatación de los vasos sanguíneos; con lo que mejora también nuestro sistema cardiovascular.
Adopta una mascota
Si lo que te ocurre no es que tengas un día malo de vez en cuando, sino que te sientes triste con mucha frecuencia, se ha demostrado que tener una mascota en casa ayuda a eliminar esa tristeza.
A las personas que viven solas, tener una mascota les ayuda a no sentirse solos. Además de compañía, aportan entretenimiento; y la obligación, dependiendo de la mascota que sea, de tener que salir a dar ese paseo que también sube el estado de ánimo.
Dedicarte algo de tiempo
Esta es una actividad que mejora el estado de ánimo sin lugar a ninguna duda. La actividad la eliges tú, porque se trata de hacer lo que te gusta, de darte algún capricho, de mimarte de vez en cuando.
Se trata de elegir lo que quieres hacer, elegir por ejemplo, que quieres que te den un masaje con el que te quedarás relajado, o elegir hacerte un cambio de look con el que te vas a ver mucho mejor, y eso… ¡siempre anima!
Desde luego, hay muchas alternativas que te pueden servir para levantar el estado de ánimo en esos días bajitos. Así que, cuando te ocurra eso, no te quedes en el sofá más tiempo del necesario y pon en práctica alguna de ellas.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.