El autismo: características, diagnóstico y convivencia

el autismo

Compartir en tus redes:

Lo que conocemos habitualmente como autismo, al que también se le llama trastorno del espectro autista o TEA, es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza especialmente por las dificultades en la comunicación y en la interacción social. Las personas con autismo suelen presentar intereses o patrones de comportamiento restringidos y repetitivos.

Todos hemos oído hablar del autismo, pero hay muchos detalles acerca de él que quizás no conocemos; pero que sobre todo para los padres, sería bueno tener en cuenta. Por esa razón quiero contarte en esta ocasión qué es el autismo, y cómo puedes identificarlo. 

¿Qué es el trastorno del espectro autista? 

El autismo o trastorno del espectro autista es un trastorno del desarrollo que supone una diferencia cualitativa importante del desarrollo normal de un niño.  Como te decía, sus principales características son el déficit en la comunicación, en las relaciones sociales, en la expresión afectiva  y algunos problemas de comportamiento. 

Es un trastorno que dura toda la vida, aunque sus síntomas pueden mejorar con el tiempo. Sus rasgos y características varían mucho de una persona a otra. Se trata de un trastorno con un importante componente genético, y se da con mayor frecuencia en niños que en niñas. 

El autismo es un trastorno neurobiológico del desarrollo que provoca la alteración de algunas funciones en la persona que lo padece. Las personas con autismo tienen dificultades para establecer vínculos emocionales con otras personas, y además pueden tener respuestas atípicas a los estímulos que tienen en su entorno; por lo que dan la impresión de ser indiferentes con los demás. 

Se suele diagnosticar durante los primeros años de vida, y como te decía, tanto sus características como su desarrollo pueden ser muy diferentes en función de cada persona. Debido a estas diferencias en sus rasgos, es por lo que se le llama trastorno del espectro autista: y es que es muy difícil encontrar dos casos de autismo que sean iguales.

Las capacidades que tiene una persona con TEA, pueden ser muy diferentes a las de otra. Por ejemplo: algunas personas podrían tener buenas capacidades de conversación, mientras que otras podrían no comunicarse verbalmente. O algunas podrían no necesitar casi ayuda en su vida diaria, mientras que otras podrían necesitar mucha ayuda.

Aún con esas diferencias, hay dos características que son comunes en todas las personas que tienen autismo; la primera de ellas es la dificultad para comunicarse e interactuar con otras personas. La segunda es el desarrollo de comportamientos repetitivos. 

No se conoce cuáles son las causas exactas del autismo. Los expertos creen que los TEA tienen varias causas que se dan a la vez, y que cambian las formas más habituales en que las personas se desarrollan. 

¿Cuáles son los rasgos o características del autismo? 

Como te decía más arriba, el autismo suele diagnosticarse en los primeros años de vida, por lo general, durante los tres primeros años. Sus rasgos más característicos son los comportamientos repetitivos, problemas con las interacciones sociales y los intereses limitados. Además de éstos, las personas con autismo pueden tener los siguientes rasgos, aunque no tienen por qué presentarse todos ello: 

  • Dificultad para mantener el contacto visual: las personas con TEA suelen tener problemas para mantener el contacto visual con otras personas. De hecho, evitan mirar a los ojos a los demás. 
  • Son muy rutinarios: otro de sus rasgos es que las personas con autismo suelen experimentar mucha ansiedad y angustia si no pueden mantener sus rutinas, o si éstas son interrumpidas por algún motivo. Esto les altera mucho.
  • Interés extremo: pueden presentar un interés extremo por algún tema en concreto y pueden pasar mucho tiempo, incluso días, dedicados y enfocados en ese tema que les interesa. 
  • Alta sensibilidad a estímulos sensoriales: en algunos casos, las personas con un trastorno de espectro autista, pueden tener una gran sensibilidad a ciertos estímulos sensoriales como podría ser algún tipo de sonido, de luz o de olor. 
  • Problemas para mantener conversaciones: muchas de las personas con autismo tienen problemas a la hora de mantener o seguir una conversación con otras personas. 
  • Expresiones faciales incongruentes: una persona autista puede reaccionar con el uso de expresiones  faciales que no se corresponden con la comunicación verbal. Es decir, puede reaccionar ante una situación, de una manera diferente a como se esperaría de cualquier otra persona. 
  • Dificultad para expresar sentimientos: las personas con TEA suelen tener dificultades para expresar sentimientos y emociones, así como para expresar a los demás las necesidades que puedan tener. 
  • Conductas autoestimulantes: las personas con autismo suelen realizar comportamientos repetitivos como pueden ser, balancearse, agitar las manos o caminar de puntillas. 

Todos estos son los rasgos más típicos en el autismo, pero, como te decía, se trata de un espectro, por lo que se pueden dar características diferentes en cada persona. Por supuesto, es un profesional de la salud mental quien debe hacer el diagnóstico.

El autismo en los niños

Como te decía, el autismo se suele diagnosticar en la infancia. Pero cada caso es diferente. Así, hay niños que muestran síntomas durante los primeros doce meses de vida. En otros niños en cambio, no aparecen hasta los dos años. Incluso hay niños que tienen los aprendizajes propios de la edad, entre un año y medio a dos, y después dejan de adquirir nuevas habilidades, o pierden las que habían adquirido. 

A medida que se hacen mayores, tendrán problemas para entablar amistades, para comunicarse con los demás, o para entender qué conductas se espera de ellos en situaciones cotidianas. 

Hay algunos signos que te pueden indicar que quizás se necesita la evaluación de un profesional. Esos signos a los que debes prestar atención son estos. 

  • Un niño autista no suele mostrar expresiones emocionales, como por ejemplo una sonrisa.
  • Si le llamas por su nombre, podría no responder ni hacer ningún gesto como respuesta. 
  • Podría no tener ninguna expresión verbal para comunicarse, ninguna palabra, a pesar de tener ya edad para ello.
  • Tiene ausencia de cualquier tipo de habilidad social.
  • No mira cuando le hablan, no juega con ningún juguete, está irritable y sus capacidades motoras se retrasan. 

Algunos consejos si convives con una persona con autismo 

Si tienes que convivir con una persona autista, hay algunas cosas que tendrías que tener en cuenta y que facilitarían esa convivencia. 

  • Mantén los horarios: como te decía antes, son personas a las que les fastidia mucho no poder seguir su rutina. Por tanto tendrías que tener muy en cuenta los horarios para no hacerle perder esa rutina. En el caso de que sea inevitable, sería bueno que le avisaras con antelación, para darle tiempo a que se prepare. 
  • Atiende a su comunicación no verbal: puesto que estas personas tienen problemas en su comunicación verbal, podría serles imposible expresarte sus molestias o sus necesidades. Por eso, debes estar pendiente de sus expresiones faciales y su lenguaje corporal. 
  • Identifica los desencadenantes: hay algunas cosas o situaciones que pueden desencadenar que una persona con autismo tenga comportamientos disruptivos, probablemente por cosas que le molesten. Así que identificar estas cosas servirá para evitar esos comportamientos. 

Si sospechas que tu hijo puede ser diferente, es importante acudir a profesionales que determinen si presenta alguna patología. 

Rosa Armas

Psicóloga colegiada T-1670

psicólogo 24 horas

¿Necesitas hablar con un psicólogo? Estamos disponibles las 24 horas de los 365 días del año

Compartir en tus redes:

Artículos recientes

Categorías

Suscribirse

Suscríbete con tu email y recibirás información sobre promociones especiales para suscriptores