Es bastante frecuente creer que, el ego y la autoestima, son conceptos sinónimos. Que, hablar de ego y de autoestima, es hablar de lo mismo, y, no es así en absoluto.
Desde que somos muy pequeños, nos enseñan que no debemos ser egoístas, que en cierto modo, debemos atender a los demás, con lo que terminamos por preocuparnos por las necesidades que tienen otras personas, y casi por olvidarnos de las que tenemos nosotros mismos. Y es que, sabemos muy bien que preocuparnos por lo que nosotros necesitamos y queremos, está catalogado como egocentrismo. Esto hace que confundamos el ego con tener una buena autoestima.
Sin embargo, confundir estos dos términos, nos puede llevar precisamente a eso, a poner por delante el bienestar de los otros al nuestro, a aceptar cosas que en realidad quisiéramos rechazar para que no piensen que somos unos egoístas, a sentirnos culpables si al final decidimos rechazarlas y a necesitar la aprobación externa. Todo esto nos lleva casi a olvidarnos de lo que nosotros mismos queremos y necesitamos.
Y, puesto que es muy importante diferenciar una cosa de la otra, para evitar caer en situaciones de este tipo, me gustaría contarte hoy cuáles son las diferencias entre el ego y la autoestima.
Qué es el ego y qué es la autoestima
Ya sólo en la definición de cada una de ellas hay alguna diferencia. De manera muy resumida:
- La autoestima se refiere al concepto que una persona tiene de sí misma. Dentro de este concepto, se encuentra tanto la valoración de sus cualidades, como la aceptación de sus defectos.
- Cuando hablamos de ego, estamos hablando del aspecto psíquico a través del cual, la persona es consciente de su propia identidad. Sin embargo, tener un exceso de ego, se asocia con un exceso de valoración que una persona hace de sí misma. En este sentido, puede ser sinónimo de inmodestia, soberbia, e incluso de arrogancia. Aunque, en realidad, ese exceso de auto valoración, sólo esconde una valoración muy pobre de sí mismo.
Qué diferencia al ego de la autoestima
Las principales diferencias entre tener mucho ego y tener una buena autoestima, son las que te cuento a continuación.
- Las personas que tienen un exceso de ego, sienten una gran admiración por ellas mismas. Esto no sería un problema, si no fuera porque se consideran superiores a los demás, personas perfectas que nunca cometen un error.
- Las personas con una buena autoestima, también se valoran a sí mismas, con la diferencia de que no se creen superiores a los demás. Conocen muy bien sus fortalezas, pero también sus defectos, y no sólo los conocen, sino que los aceptan y, en todo caso, se esfuerzan por mejorar. Un egocéntrico, no cree tener ningún defecto.
- Además de esa excesiva admiración por ellos mismos, una persona egocéntrica se preocupa única y exclusivamente por sí misma. Pero no sólo es ella la que se preocupa por ella misma, sino que pretende además ser el centro de la atención de los que le rodean, si eso no es así, se molestarán de manera considerable.
- Una persona con buena autoestima, también se preocupa por sí misma, ya que, justo eso es un indicador de tener una autoestima saludable. Lo que no hace, es despreocuparse por los demás. Por el contrario, son personas empáticas que saben escuchar, cosa que les servirá para tener mejores relaciones sociales que las que tiene una persona egocéntrica.
- Por otra parte, una persona con exceso de ego, tiene la absoluta certeza de que sus ideas y opiniones, son las únicas verdaderas y válidas. Nunca va a cuestionarse lo que piensa, ni va a reflexionar sobre si puede estar equivocada. Con esta certeza, no se molestarán en escuchar la opinión de los demás, que para ellos no es la buena. Esta creencia de que tienen la verdad absoluta, les lleva a tener malas relaciones sociales.
- Una persona con alta autoestima, también tiene sus propias opiniones y creencias, pero no rechaza escuchar las que le puedan aportar otras personas, porque entiende que otras ideas diferentes a las suyas, pueden ser válidas también, e incluso más válidas que las suyas, con lo que no tiene ningún problema en aceptar que estaba equivocada, si así lo considera.
- Alguien que tiene un ego excesivo, no tolera que se le haga ningún tipo de crítica que pueda echar por tierra la imagen de perfección que tiene de sí misma. Como te dije, se creen personas que no cometen errores, con lo que la crítica para ellos no es admisible. Si le haces una, puede reaccionar poniéndose a la defensiva y con una actitud agresiva.
- La persona con alta autoestima, sabe perfectamente que tiene defectos y que comete errores. Y, lo que hace con las críticas que pueda recibir, es verlas como algo constructivo y aprovecharlas para intentar mejorar.
- Otra de las diferencias entre ego y autoestima es que, una persona con mucho ego, piensa que existe una jerarquía y que ella está por encima de los demás. Es decir, está convencida de que es superior al resto de los mortales.
- Una persona con buena autoestima en cambio, lo que piensa es que todos somos diferentes, pero no considera que unas personas son mejores que otras.
- Por último, si una persona con mucho ego se acerca a otra, con la aparente intención de preocuparse por ella, es porque de ese acercamiento obtendrá algún beneficio. Si no va a obtener nada, simplemente no se acercará. Ya te decía más arriba que, sólo se preocupa por ella misma. Una persona con una buena autoestima, no hace esto en absoluto.
Tener una buena autoestima, nos será muy beneficioso para todos los aspectos de nuestra vida. Tener un exceso de ego, en cambio, indica que no nos valoramos lo suficiente y por ello, intentamos aparentar todo lo contrario. La actitud de una persona con demasiado ego, no hará más que darle problemas, con ella misma y con los que la rodean.
Rosa Armas
Colegiada T-1670