Diferencias entre amor y dependencia emocional

amor o dependencia

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Los sentimientos y las emociones no resultan tan fáciles de describir y por tanto, a veces son difíciles de identificar, así como difíciles de separar unas de otras. Es por esto que, en muchas ocasiones, se puede llegar a confundir la dependencia con el amor.

Hay una línea muy fina entre el amor y la dependencia emocional y, podemos pasar de una cosa a la otra, sin que nos demos ni cuenta.

La realidad es que no es el mismo sentimiento, aunque pudiera parecerlo porque, cuando hay amor, hay también cierta necesidad de contacto con la persona que se ama. Queremos estar con ella todo el tiempo posible y, es nuestra preferencia.

Sin embargo, hay muchas diferencias entre el amor verdadero y la dependencia, y yo diría que por suerte; ya que, confundir una cosa con la otra puede tener unas consecuencias muy serias.

Pero, lo cierto es que muchas veces se confunden y, estaría bien conocer cuáles son sus diferencias para, en el caso de estar en una relación de pareja, tener la seguridad de que se trata de amor.

¿Cuáles son las diferencias entre amor y dependencia?

Como imaginarás, no es lo mismo amar a alguien que depender de alguien. Y, teniendo en cuenta que depender de alguien puede sin duda hacerte sufrir; vamos a ver cuáles son las diferencias entre una emoción y la otra.

El motivo de la relación

En una relación que está basada en el amor, estar con la otra persona nos resulta gratificante. Pasar tiempo con la persona amada, nos produce bienestar por sí mismo. En una relación de dependencia, se está con otra persona para evitar la soledad. Ya lo decíamos en un artículo anterior: la persona dependiente no soporta la soledad y no concibe su vida sin tener a alguien al lado.

La reciprocidad

En una relación de amor, cada uno de los miembros de la pareja, tendrá que adaptarse al otro. Es decir, cuando conocemos a alguien, tendremos con esa persona aspectos en los que coincidimos y otros en los que nos diferenciamos. Y a medida que nos conocemos y vamos afianzando el vínculo, nos vamos adaptando al otro; nos vamos complementando con esa persona.

En cambio, en una relación de dependencia, es la persona dependiente la que se ajusta y se adapta a su pareja, no es algo recíproco. La persona dependiente, se olvida de ella misma y se ajusta a las necesidades, deseos y preferencias de su pareja. Llegando a dejar de ser quien era. Y, no es lo mismo adaptarte a tu pareja, que dejar de ser quien eres sólo por mantener una relación.

El espacio de cada persona

En la relación de amor, los miembros de la pareja harán cosas juntos, compartirán tiempo y actividades y disfrutarán de ese tiempo en común. Pero también tienen la libertad de hacer otras cosas por separado; salir cada uno con sus amigos alguna vez o tener cada uno su tiempo para sus hobbies. Y los dos disfrutarán tanto del tiempo juntos , como del tiempo por separado.

Cuando la relación es de dependencia, la persona dependiente no quiere hacer cosas por su cuenta, prefiere estar todo el tiempo con su pareja. Pero, en el caso de que llegara a aceptar que cada uno saliera por su lado, no lo disfrutará en absoluto. Al contrario; estará todo el tiempo pendiente del teléfono, de si su pareja leyó el mensaje o no, preocupada de por qué no le ha contestado…o angustiada por no saber dónde está, qué está haciendo. Y sobre todo, con quién estará.

En una relación de amor, las dos partes podrán entender perfectamente que haya momentos en los que no puedan estar juntos. Ya sea por cuestiones de trabajo, porque cada uno respetará el tiempo que tenga el otro para hacer sus cosas; o bien porque surjan imprevistos.

En una relación de dependencia en cambio, la persona que es dependiente no entenderá estas circunstancias. Lo que es más probable que piense, es que su pareja ya no la quiere; o aún peor, que le está mintiendo.

Se sentirá angustiada por todos los pensamientos negativos que es capaz de generar su mente. Y además, se enfadará muchísimo; eso sí, el enfado se lo guardará para ella. No se lo expresará a su pareja; porque la actitud que tiene con su pareja es la de ser complaciente.

Confianza y respeto

La relación de amor está basada en la confianza, en la complementariedad, y en el respeto mutuo a los tiempos y espacios de cada uno, entre otras cosas.

En cambio, en una relación de dependencia, hay una obsesión por saber en todo momento dónde está el otro, por estar constantemente a su lado, por tenerlo o tenerla controlada; y por el miedo constante a ser abandonado.

Además, en una relación de dependencia, se idealiza a la pareja. Se le considera perfecta y sólo se tiene tiempo para ella, y para las necesidades que pueda tener.

Cuando ésta es de amor, se valoran sus virtudes, pero también se aceptan sus defectos, y se reparte el tiempo entre la pareja, los amigos y la familia.

Amor o manipulación

Cuando se trata de amor, no se manipula a la otra persona para que esté con nosotros en todo momento. Simplemente se ama a la otra persona; se intenta que sea feliz, sin pedir nada a cambio.

Cuando es dependencia, se hace todo por complacer a la pareja, pero esperando a cambio que esa persona esté presente en todo momento. Para ello, se utiliza el control y si hace falta, la manipulación.

Libertad o esclavitud

En el amor, existe la libertad. Es decir, cada miembro de la pareja tiene la posibilidad de crecer y avanzar en sus metas y proyectos, al mismo tiempo que se amolda a los proyectos comunes de la relación.

En una relación dependiente no existe esa libertad. La dependencia pretende que la pareja esté centrada exclusivamente en la relación; y que no tenga más metas que la propia relación. Esto termina por agobiar a la otra persona, que llega a no poder soportar la relación.

En definitiva: tendrás una relación de amor cuando, a pesar de que haya roces y discusiones (como es normal), será mayor el tiempo que te sientes libre y feliz. Tu relación será de dependencia, si la mayor parte del tiempo eres infeliz; y aún así, no eres capaz de soltarla.

Cómo saber si tengo una dependencia emocional

Los seres humanos podemos convertirnos en adictos a ciertas sustancias como la nicotina, el alcohol y por supuesto las drogas. También a algunas actividades como pueda ser el juego, e incluso hay personas que son adictas al trabajo.

Pero además de esto, las personas podemos hacernos adictas a otras personas. Esto es lo que se llama dependencia emocional.

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es un problema psicológico en el que una persona, tiene una dependencia o una adicción hacia otra persona. Esa otra persona puede ser un amigo o amiga; pero lo más frecuente es que sea una pareja.

La persona que tiene la dependencia, siente la necesidad de estar siempre con esa otra persona. Pero además, tiene la necesidad de que le demuestre afecto: que le preste atención y que tenga con ella gestos de cariño, de manera constante.

Toda su vida gira en torno a esa otra persona; y no concibe la posibilidad de vivir sin ella. Su estado de ánimo y su felicidad dependen absolutamente de la atención que le preste la otra persona. Hay, sin duda, una adicción.

Este tipo de relaciones suelen ser tormentosas, inestables, y en muchas ocasiones, destructivas para la persona que tiene la dependencia: y agobiante y agotadora para la otra persona.

¿Cómo saber si tienes una dependencia emocional?

Hay una serie de características y comportamientos que presentan las personas que tienen dependencia emocional. Las siguientes, son las más habituales.

Tienen baja autoestima

La persona dependiente suele hacer una valoración muy negativa de sí misma. No confía en sus capacidades ni en sus habilidades. Se compara con otras personas y, en su comparación, siempre se ve como inferior a ellas.

No suele encontrar nada positivo en su personalidad. Al contrario, se centra en todo lo que considera negativo. A pesar de que su entorno le recuerde y le insista en que tiene muy buenas cualidades, no termina de creérselo.

Necesita saber algo de la otra persona de manera continua

Una persona que tiene una dependencia emocional de otra, ya sea un amigo o una pareja, necesita saber en todo momento, dónde está y qué está haciendo esa otra persona. Para ello, bombardea con mensajes o llamadas a esa persona, con lo que, como imaginarás, termina por agobiar terriblemente al otro.

Y, su preocupación es desmesurada, cuando esa persona no contesta de forma inmediata. Aunque, en realidad, lo que quisiera no es llamarle o enviarle mensajes, lo que querría, es estar con esa persona constantemente.

Le tiene auténtico pánico a la soledad

Necesita sentirse apoyada y estar acompañada por alguien en todo momento, en este caso, por la persona a la que es “adicta”. No concibe la posibilidad de vivir en soledad, de no poder compartir su vida con alguien, en concreto con esa persona; de no estar acompañada el resto de su vida.

Tiene una única prioridad, y es esa persona

Es capaz de dejar de lado a otras personas, ya sean otros amigos o familia, para poder estar con esa persona, todo el tiempo que sea posible. Por tanto, es esa persona su única prioridad y la antepone a cualquier otra persona o actividad.

En realidad, eso es lo único que puede hacerle feliz. Su única prioridad en todo el día, es recibir mensajes o llamadas de esa persona.

No se tiene en cuenta a ella misma

La persona que es dependiente emocionalmente no tiene en cuenta lo que le gusta a ella misma, lo que no le gusta, lo que quiere o no quiere hacer; porque su único objetivo es complacer a la otra persona. Con lo que, no pensará nunca en lo que ella misma quiere, sino en lo que podría querer la otra persona. Llega al punto de hacer cosas que no quiere hacer, si eso es lo que desea el o la otra.

Se atribuye a sí misma una posición inferior

Considera que la persona de la que es dependiente, es superior a ella misma, en todos los aspectos. Con lo cual, considera también que no tiene ningún derecho a pedir o reclamar algo a esa persona.

Necesita exclusividad

Para ella, esa otra persona es su único mundo, lo más importante. Pero además, considera que dicha persona es de su exclusiva propiedad, que le pertenece. Y, aún peor, cree que la otra persona debe tener la misma creencia que ella.

Tiene la necesidad de agradar

No sólo a la persona de la que es dependiente, que eso ya ha quedado muy claro, sino a cualquier otra persona, las conozca o no. Quiere caer bien a todo el mundo, y no tolera nada bien las críticas. A una persona dependiente, le produce una gran ansiedad la posibilidad de ser rechazada por otra.

Tiene un estado de ánimo muy variable

Ya adelantaba esto al principio. Su estado de ánimo es muy variable, y es variable porque depende del contacto que tenga con la persona de la que es dependiente. Si ha tenido el contacto que necesita y de la forma que lo necesita, se sentirá feliz. Si no lo ha tenido, o no de la manera en que ella quiere, estará triste y deprimida.

Si esa otra persona quisiera romper la relación con ella, en el caso de una pareja, o poner distancia, en caso de un amigo, la persona dependiente no puede soportarlo. No se hace a la idea de perder a esa persona, está triste y con síntomas de depresión. Y, a pesar de que sabe que esa relación le hace daño, hace lo posible por retomarla.

Una persona dependiente emocionalmente, lo pasa realmente mal. Suele presentar síntomas ansiosos y depresivos. Por tanto, si te identificas con todas las características anteriores, la mejor opción es consultarlo con un profesional de la psicología.

¿Qué hacer para superar la dependencia emocional?

La dependencia emocional produce un sufrimiento importante en la persona que la vive. Estas personas tienen una baja autoestima; y la creencia errónea de que son incapaces de vivir si no tienen a su pareja cerca. Por lo tanto, les puede resultar muy difícil superar esa dependencia.

Sin embargo, superarla significa recuperar las riendas de su vida y ser más felices. Por lo que el esfuerzo que se haga para ello, seguro que merece la pena.

Si has reconocido que tienes una dependencia emocional y te has propuesto superarla y ganar en independencia y sobre todo en libertad, a continuación te propongo algunos consejos para conseguirlo.

Reconoce que tienes un problema

Este es el primer paso y no es de los más fáciles. Antes de que puedas empezar a trabajar en ello, es necesario admitir que tienes ese problema y además, tener la certeza de que quieres superarlo.

Pero esto no sucede sólo con la dependencia emocional; sucede con cualquiera de los problemas que pretendas solucionar.

Digo que este paso no es tan fácil, porque la persona que es dependiente, suele creer que esa necesidad de estar y atender todo el tiempo a su pareja, no es más que el producto del profundo amor que le tiene.

Por lo tanto, es importante ser sincero contigo mismo, y observar tu estado emocional y tu comportamiento. Deberías plantearte las siguientes preguntas:

  • ¿Necesitas estar constantemente con tu pareja o en contacto con ella?
  • ¿No soportas la distancia física de tu pareja y tampoco soportas que no te preste atención todo el tiempo?
  • ¿Sientes pánico a su abandono?
  • ¿Atiendes a sus gustos y necesidades y te olvidas de los tuyos?
  • ¿Tu opinión siempre coincide con la suya, porque te da miedo contradecirle?
  • ¿No te interesa ninguna actividad en la que no esté presente tu pareja?
  • ¿Si no te presta atención todo el tiempo lo pasas fatal, y piensas que ya no te quiere?
  • ¿Llegas a renunciar a cosas tuyas que son importantes, por atenderle a él o ella?,
  • ¿Llegas incluso a adoptar un papel de víctima, para darle pena y que te preste atención?
  • ¿Si tu pareja decide romper la relación, no lo aceptas e insistes para volver a retomarla?
  • Todas estas conductas y algunas más son síntoma de que existe una dependencia emocional, y eres tú quien debe identificarlas y valorar si quieres cambiar esa actitud que resulta tan dañina para ti.

Haz un repaso de tus creencias sobre cómo debe ser una relación de pareja

Las creencias erróneas de cómo es o debe ser una relación de pareja, puede hacer que caigas en una dependencia. Revisa por ejemplo todas las preguntas anteriores; y si tu respuesta mayoritaria es “si”, quizás tendrías que cambiar esas creencias.

¿Te parece que olvidarte de ti y atender sólo a tu pareja es una relación sana? ¿Eres feliz de esa manera? Es posible que debas cambiar algunas ideas sobre ello, porque, tal vez tu creencia sea la de que una relación de pareja debe estar basada en la sumisión y no en la igualdad.

Empieza a pensar en ti y a decir “no”

Tendrás que empezar poco a poco a hacer esto, ya que, cuando te has dedicado por completo a la otra persona, no es fácil cambiar de golpe. Y, las personas dependientes, centran toda su vida en la otra persona y se olvidan de ellas mismas.

Por una parte, empieza a hacer pequeñas cosas por tu cuenta y sin que tenga que ser con tu pareja. Tú mejor que nadie sabe lo que te gusta, lo que has dejado abandonado por estar todo el tiempo con tu pareja, así que, recupera alguna de esas cosas y disfruta de ellas, porque son las que a ti te gustan.

Por otra parte, practica el decir “no”, cuando algo no te gusta, cuando hay algo que no quieres hacer, cuando no opinas lo mismo. Hacer esto significa ejercer tu derecho a estar en desacuerdo y decirlo. Hazlo y comprobarás que no ocurre nada grave, lo único que ocurre es que te sentirás mejor contigo mismo, y con una mayor autonomía.

Trabaja tu autoestima

Además de empezar a hacer las cosas que te gustan a ti, y de dar tu opinión sin dejarte llevar por la opinión de tu pareja, es importante que refuerces tu autoestima. Para ello, debes aceptar tus defectos, porque los tendrás como los tenemos todos. Pero también has de valorar tus cualidades y revisar con calma cuáles son las ideas que tienes sobre ti.

Amplía tus relaciones sociales

Como te decía, una persona dependiente de su pareja, necesita estar todo el tiempo con ella. Por tanto, hacer un pequeño esfuerzo y ampliar tu círculo social, te ayudará también a superar esa dependencia, y a tener una relación más sana con tu pareja.

Por si lo estás pensando, te diré que sí, que es algo complicado hacer todas estas cosas por tu cuenta. Lo más frecuente, es que una persona con dependencia emocional, necesite de ayuda psicológica para poder superarla con éxito.

Rosa Armas
Colegiada T-1670.

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