Parece ser que a nuestra mente, el momento del día que más le gusta para ponerse a dar vueltas a los problemas que tenemos, es justo aquel en el que nos vamos a dormir.
Esto seguro que te resulta muy familiar. Llegas agotado a la cama, con ganas de dormir y descansar, y entonces empiezas a dar vueltas a algún problema que tienes; aunque sabes muy bien que por mucho pensar no se va a solucionar antes.
O bien empleas un buen rato en planificar, paso por paso, todo lo que tienes que hacer al día siguiente. Con lo que pierdes un tiempo valioso, que podrías estar utilizando para dormir. Y es que para poder dormir, necesitamos que nuestro cuerpo esté relajado, pero también es necesario relajar la mente.
Pero, ¿por qué es ese el momento en el que más tiempo dedicamos a pensar en nuestros problemas? Pues bien, digamos que la hora de ir a dormir, es el momento propicio para todo esto, porque nuestra mente no está ocupada en ninguna otra tarea, en ninguna otra cosa que nos entretenga. Por lo tanto la ocupamos precisamente en lo que nos preocupa, robándole tiempo a nuestro descanso.
Si esto te ocurre con frecuencia, si sientes que no puedes dormir bien porque tu mente no puede desconectar de los problemas; quiero proponerte algunas cosas que puedes hacer y que te ayudarán a conseguirlo.
Cómo estar más relajado físicamente
Antes de utilizar alguna estrategia que te ayude a no dar vueltas a esos problemas, es decir, a relajar la mente, será importante que tu cuerpo esté relajado antes de ir a dormir. Para conseguir esto, hay algunas ideas que te pueden ayudar a conseguir ese estado de relajación:
- Una cena muy abundante no ayuda a estar relajado. Pues no, sobre todo si cenas justo antes de irte a la cama. Para conciliar el sueño, es mucho mejor hacer una cena ligera, o bien cenar un par de horas antes de ir a dormir. Tampoco es recomendable tomar bebidas excitantes, ni hacer ejercicio físico poco tiempo antes de la hora de irse a la cama.
- Procura que el ambiente sea el adecuado para relajarte. Esto lo puedes conseguir con varios elementos, como son no tener en tu habitación una luz demasiado intensa, si es una luz tenue mejor. Puedes poner algo de música relajante. Procura que la temperatura de la habitación esté entre veinte y veintidós grados.
- Un baño de agua caliente. Si te apetece, puedes darte un baño de agua caliente, que es bien sabido que ayuda a relajar los músculos. Si relajas el cuerpo, será más fácil poder relajar la mente.
- Un buen masaje en los pies tampoco es mala idea, también te servirá para relajar, tanto si te lo das tú mismo, como si hay alguien que quiera dártelo.
Cómo puedes apartar los problemas de tu mente
Con todas las ideas anteriores, o con sólo algunas de ellas, podrás sentirte un poco más relajado a la hora de irte a la cama. Bien pues, ahora toca alguna herramienta para dejar los problemas a un lado y que no te quiten el sueño.
- Ocupa tu mente con otra cosa. La idea es que puedas ocupar tu mente en otra cosa, que no sean problemas que no se solucionan sólo con pensar en ellos. Te doy algunas sugerencias. Puedes, por ejemplo, ponerte a leer un libro y centrarte en su lectura, hasta que el sueño te avise de que es hora de apagar la luz y dormir.
- Puedes también, ver algo en la televisión, que consiga captar tu atención, y de esta forma, no te deje traer a la cabeza ningún problema que te arruine el sueño.
- Otra opción que a mucha gente le funciona muy bien, es tumbarte cómodamente, respirar hondo y pensar en algo que te resulte agradable. Puede ser algún recuerdo bonito que tengas, o algún proyecto que te haga ilusión. Si en ese momento te llega a la cabeza otro pensamiento que te inquiete, apártalo y date a ti mismo la instrucción de, “ya pensaré en eso mañana”.
- Escribe lo que te preocupa. Si hay algo a lo que no dejas de darle vueltas, y sabes que, desde que te vayas a la cama, volverás a ponerte con ello, puedes coger un papel y escribirlo. Escribe qué es lo que te preocupa, qué opciones tienes para solucionarlo, cuál crees que es la mejor opción,… Escribe todo lo que quieras sobre ello, después, vete a dormir. Es una manera simbólica de quitarte esa preocupación de la cabeza y dejarla en el papel.
- Pero quizás no seas de los que dan vueltas a las preocupaciones. Quizás lo que te ocurre es que, tienes muchas cosas que hacer al día siguiente, y te pasass un buen rato en la noche, organizando mentalmente lo que harás, cómo lo harás y a qué hora. Para evitar eso, lo mejor que puedes hacer es dedicar unos minutos a poner por escrito todo lo que tienes pendiente de hacer. Si quieres, por el orden en que quieres hacerlo, e incluso a la hora que has de hacer cada cosa. De esta forma, también te lo podrás quitar de la cabeza, puesto que ya está en papel. Sólo tendrás que mirarlo al día siguiente.
- Hay algo que debes tener en cuenta. Si pasa un rato y ves que no puedes dormir, no te agobies, pero sobre todo, no te empeñes en dormirte. Si haces ese empeño, quiere decir que no estás relajado y entonces tardarás más en dormirte. Piensa que, si estás tumbado cómodamente e intentas relajarte, ya estarás descansando y el sueño, antes o después, llegará.
Con todo esto, será más fácil que estés relajado físicamente, pero también que puedas dejar la mente libre para poder conciliar el sueño.
Rosa Armas
Colegiada T-1670