Si andas más o menos por los treinta años o más, es muy probable que hayas vivido esa ausencia de información, además de la vergüenza a la hora de hablar sobre el tema. Y claro, ahora con la edad adulta, ya sí que tienes esa información…o tal vez no.
Es cierto que en este aspecto, las cosas han cambiado un poco en la actualidad, pero sólo un poco. Algo más de información se les da a los niños y a los adolescentes de hoy en los colegios.
Pero cuando tú y yo éramos adolescentes, o pre adolescentes, toda la educación sexual que teníamos venía de una fuente tan fiable como era algún o alguna compañera, igual de mal informado que nosotros, que a su vez se la había transmitido otro u otra compañera…que a su vez la había obtenido por algo que había oído, no se sabía dónde ni a quién.
Pero daba igual, nos quedábamos con ese dato, que dábamos como verdadero. Porque… a ver quien se atrevía a preguntar eso en casa. Ni hablar ¡qué vergüenza por Dios!
Nadie nos dijo nunca que esas cosas no se preguntaban, ni que de eso no se hablaba pero lo sabíamos. Seguramente porque como no era un tema de conversación habitual, ni en casa ni en el colegio, intuíamos que era un tema tabú. Y efectivamente lo era, pero además de ser un tema prohibido, el pudor no nos dejaba hablar sobre ello.
Lo peor de todo esto es que hoy, con treinta, cuarenta, cincuenta o más años nos sigue dando pudor hablar del tema. Tal vez con un amigo o amiga muy cercana y de confianza… quizás ahí sí. Pero hablarlo abiertamente con los hijos, darles una información buena, o hablar de ello en una cena de amigos, de manera natural y no con la típica picardía y con medias palabras para hacer el chiste…ahí sí que no.
Y de esta manera, alguno de aquellos datos que nos llegó de otra persona igual de mal informada que nosotros, ha ido pasando de generación en generación. Hasta el punto de que de manera inconsciente y sin pensarlo mucho, se siguen dando por buenos en la actualidad.
Quizás estés pensando que una cosa es lo que te contó un amigo en el colegio, y otra lo que tú sabes ahora. En ese caso, si tienes hijos y no lo has hecho, tal vez tendrías que contarles lo que sabes: porque puede que la información que le llegue en la calle, sea igual de mala que la que te llegó a ti en su momento.
Pero como he podido comprobar en algunas consultas, te aseguro que hay personas que siguen creyendo lo que no es verdad en temas sexuales. Por eso, me he decidido a escribir sobre este tema, sin ningún pudor. Las creencias erróneas que aún sigue habiendo sobre el sexo.
Creencias erróneas sobre la sexualidad.
Hay muchas, de esto estoy segura. Pero te contaré algunas de ellas, las que se oyen con mayor frecuencia, y que se han llegado a convertir, en auténticos mitos muy arraigados, que tienen poco que ver con la realidad.
La masturbación es una práctica exclusiva de los hombres
El placer de la estimulación con nosotros mismos, es una muy buena manera de conocer nuestra sexualidad, de disfrutar de ella y en su caso, de poder transmitir a la pareja lo que nos gusta y lo que no nos gusta en relación con el sexo.
Y como sabrás, que esta práctica sea exclusiva de los hombres sin pareja no es verdad en absoluto. Disfrutan de ella tanto los hombres, como las mujeres y los niños cuando empiezan a experimentar sobre su sexualidad.
Las personas con pareja no están exentas, pero es que no tienen por qué estarlo. Nada tiene que ver, tener pareja y relaciones sexuales, con no practicar la masturbación. No son cosas excluyentes en absoluto.
El tamaño del pene es importante para proporcionar placer a la pareja
Pues no, esto no es verdad. El tamaño del pene no es proporcional al placer sexual. Es mucho más importante una estimulación adecuada y tener la imaginación y habilidad para jugar y pasarlo bien entre los dos.
Eso que se suele decir de “los hombres bien dotados” como no sean un poco habilidosos, esa “dotación” no les servirá de gran cosa. Bueno…quizás para ellos sí, pero no tanto para satisfacer y darle placer a su pareja.
La primera vez que tienes relaciones sexuales, no es posible que se produzca un embarazo
No sé tú, pero yo eso lo escuché miles de veces y lo peor es que se sigue escuchando alguna vez. Así que por favor, si tienes hijos o hijas, explícales que esto no es verdad.
Un embarazo se puede producir la primera vez, la quinta, o la número dieciocho, da igual. Es importante que los adolescentes lo tengan muy claro, para evitar esos embarazos no deseados que tantas veces se producen.
La marcha atrás es un método anticonceptivo eficaz
Pues no, tampoco esto es cierto. Como supongo que ya sabes, el líquido preseminal que se libera durante la excitación en los hombres puede contener espermatozoides, que por supuesto podrían dar lugar a un embarazo.
De la misma manera, podría también dar lugar al contagio de enfermedades de transmisión sexual. Así que cuéntales también esto a tus hijos, para que se protejan tanto de una cosa como de la otra.
Para que una relación sexual sea satisfactoria, los dos deberán llegar al orgasmo al mismo tiempo
Esto no sólo no es verdad, sino que además es muy difícil. Podríamos decir que es de película. Cada uno tiene su ritmo y sus tiempos.
Querer controlar esto, de la forma que sea, puede dar lugar a una exigencia con uno mismo o con el otro que sólo llevará a sentir ansiedad, frustración, o cualquier otra cosa, menos placer.
Los hombres tienen más deseo sexual que las mujeres, es decir, que a nosotras nos duele más la cabeza
Pues no, chicos, esto no es así. ¿Verdad que no, chicas?
Es verdad que la presencia de testosterona puede aumentar el deseo sexual, pero eso no significa que las mujeres tengan menos deseo. Entre otras cosas, porque las mujeres también tienen alguna cantidad de testosterona, además de otras hormonas claro.
Ahora que si la falta de deseo en una mujer se da constantemente, tal vez haya algo que lo provoque, como alguna enfermedad, una medicación que afecte en ese sentido, la menopausia…eso habría que consultarlo con un médico.
Pero también puede ser aburrimiento…o la falta de deseo hacia esa persona en concreto. En cuyo caso, habría que hablarlo con la pareja.
Las relaciones sexuales deben surgir de manera espontánea
Claro que a veces surgen de manera espontánea, pero no siempre.
Algunas veces hay que buscarlas, buscar el momento para ellas. Porque con tanta obligación como tenemos, si esperas a que surja de forma espontánea, si esperas el momento adecuado, tal vez se convierta en algo para lo que nunca tienes tiempo. Y con todo lo que haces durante el día, tampoco las ganas.
Perder la erección durante una relación, significa que tu pareja no te atrae
Pues no, nada de eso. La erección se puede perder en un momento dado, por cualquier motivo: por cansancio, por ansiedad, por haber bebido alcohol…pero sobre todo, por el miedo a que eso ocurra. No tiene nada que ver con la atracción hacia la pareja.
El coito es la práctica sexual por excelencia
No, no lo es. Esa práctica es sólo la que mucha gente considera que es tener sexo. Pero el sexo abarca muchas otras prácticas, igual o más satisfactorias que la penetración.
Para disfrutar de ellas, sólo tienes que tener algo de imaginación y, por supuesto, ponerte de acuerdo con tu pareja.
El preservativo reduce sensibilidad
Esto es lo que creen muchos hombres, y claro, tener esa creencia hace que se predispongan a que eso ocurra.
Sin embargo, el preservativo tiene apenas un milímetro de grosor: con lo que la pérdida de sensibilidad es inapreciable. Y, como sabes, te puede evitar unos cuantos problemas y otros pocos disgustos.
El sexo anal está directamente relacionado con la orientación sexual
A muchos hombres les gustaría practicar el sexo anal, ya que es una zona que les proporciona placer, al estar ahí lo que se conoce como el punto G masculino. Se le conoce como el punto P, ya que tiene que ver con la próstata.
Sin embargo, el que eso pueda poner en duda su masculinidad, hace que no lo pongan en práctica todo lo que quisieran.
Mantener algunas creencias falsas acerca de la sexualidad, puede llevar a algunas disfunciones sexuales. Las exigencias en este terreno, pueden crear malestar y sentimientos de culpa, así como impedir que se disfrute del sexo. Por lo tanto, si ya estabas bien informado o informada de todas estas cosas, no estaría mal que le dieras alguna información a tus hijos si los tienes, les podrás evitar muchos problemas en el futuro.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.