Todos tenemos claro que existen varios ingredientes que son necesarios para tener una relación de pareja buena y saludable.
Entre ellos podríamos mencionar la comunicación, la sinceridad, el respeto, el compromiso con el otro, etc… Pero tal vez el más importante de ellos sea la confianza.
Si no confías en la persona con la que tienes una relación, no podrá haber una relación…al menos una relación que sea sólida y saludable, que te aporte seguridad y te evite emociones como el miedo o la incertidumbre.
Pero… ¿qué es exactamente eso de la confianza?
¿Qué significa confiar en tu pareja?
Es muy probable que si le preguntáramos a varias personas qué es para ellas confiar en la pareja, tendríamos muchas y diferentes respuestas.
“Tener la seguridad de que esa persona no te miente” “Estar seguro de que no te va a engañar” “saber que estará ahí cuando la necesites” podrían ser seguro algunas de las respuestas.
Si tuviéramos que nombrar alguna particularidad de la confianza, quizás sería que no es algo que surge de manera inmediata. Por el contrario, es algo que se va generando con el tiempo, a medida que vamos conociendo a la otra persona…pero también a medida que la otra persona se va comportando de manera que nos la va generando.
Sin embargo, la mayoría de las veces la confianza no depende del todo de lo que diga o de lo que haga la otra persona, sino que depende en gran parte de cómo somos nosotros, y de cuánto confiamos en nosotros mismos. Cuanta más confianza tengas en ti, más confianza vas a tener en la otra persona.
Y la confianza en ti mismo/a, se crea o se destruye a partir de algunos factores como son:
- Los buenos o los malos vínculos que se hayan tenido en el pasado con otras parejas. Si has tenido malas experiencias, es probable que en este sentido seas algo más desconfiado/a.
- La seguridad o inseguridad que tengas en ti mismo/a. Si eres una persona insegura, tendrás poca confianza en ti, y por lo tanto poca confianza en los demás.
- Tener miedo al abandono y por tanto a la soledad. Sin duda, esto te hace ser desconfiado/a.
- Tener dependencia emocional.
Dicho de otra forma: si cuando empiezas una relación de pareja lo que predomina en ti es miedo, dudas, inseguridad, incertidumbre…es muy posible que no llegues a desarrollar una gran confianza en tu pareja.
Claro que la conducta de la otra persona también va a influir en que confíes en ella o no confíes. Sin embargo, tú y algunas de tus características, sumadas a tus experiencias, tendrán mucho que decir en eso… ya que te llevarán a interpretar las cosas de una forma o de otra.
¿Qué es la confianza?
Si buscas la palabra “confianza” en el diccionario, verás que tiene varias acepciones. Una de ellas es “esperanza firme que se tiene de alguien o algo”. Otra es “seguridad que alguien tiene en sí mismo”. Y otra más es “la seguridad que una persona tiene en que otra actúe como ella desea, aportándole seguridad”.
Por tanto, podríamos decir que la confianza es la capacidad para poder interactuar con otra persona, de una forma más o menos cercana, sin tener el miedo a que nos pueda dañar de alguna manera.
Por supuesto todos sabemos que podemos llevarnos alguna decepción, con la pareja o con quien sea. Sin embargo, alguien que no confía en otra persona tendrá más presente esa posibilidad, y estará más alerta a esa posible decepción, que alguien que sí que confía. Y claro, estar alerta a una decepción produce mucho malestar, como mínimo.
¿Cómo se puede perder la confianza en la pareja?
Como te decía, la confianza en la pareja se va adquiriendo con el paso del tiempo. Pero claro, ya sabemos que algunas cosas pueden conseguir que ésta se llegue a perder
La principal causa de que se pase de la confianza a la desconfianza, es que aparezca alguna duda, por el motivo que sea. Claro que un momento puntual de duda hacia la otra persona, no suele tener la mayor importancia.
Pero si esa duda hacia la pareja se instala y perdura en el tiempo, aparecerá, sin remedio, la desconfianza. Y el problema de esto es que esa confianza que había y que se pierde, no suele recuperarse, o al menos no es fácil recuperarla.
Los motivos más frecuentes por los que se puede perder la confianza son estos:
La infidelidad
Por supuesto, y seguramente es uno de los principales motivos. Cuando alguien se entera de una infidelidad de su pareja, la pérdida de confianza es la consecuencia más inmediata. Hay quien dice que conocer el motivo de esa infidelidad podrá servir para recuperar la confianza. Sin embargo, esto no siempre es así.
Las mentiras
Cuando detectas que tu pareja te ha mentido, sin duda se puede perder la confianza. Sobre todo cuando detectas más de una mentira.
Lo ideal en estos casos, y antes de que aparezca la desconfianza total, sería preguntar sobre ello para así aclarar las dudas. Si no haces eso y te quedas con la duda que te decía más arriba, podrías empezar un trabajo de vigilancia a tu pareja, que no suele acabar bien.
La decepción
También podemos perder la confianza en la pareja por llevarnos decepciones. Pero en estos casos, tendríamos que valorar si la decepción se ha producido por algo que ha hecho esa persona, o porque nosotros nos hemos creado unas expectativas demasiado altas.
Las promesas incumplidas
Cuando prometes muchas cosas, pero cumples con pocas (o con ninguna) sin duda vas a generar desconfianza. Así que si eres de los que prometen con facilidad, tendrías que ser algo más prudente y decir “lo intentaré” en lugar de “te lo prometo”.
La poca comunicación
Si te comunicas muy mal o muy poco con tu pareja, si no le cuentas lo que sientes y lo que piensas, puedes provocarle desconfianza. Pero además de eso, la falta de comunicación terminará por deteriorar la relación.
Sin duda hay más motivos por los que se puede perder la confianza en la pareja. Pero los anteriores son los que, por lo general, disparan la desconfianza con mayor facilidad.
¿Cómo recuperar la confianza en tu pareja?
Solemos decir que la confianza se gana con el tiempo y se pierde en muy poco tiempo. Y eso es cierto. Pero… ¿se puede recuperar esa confianza perdida?
Pues no es fácil, pero hay algunas cosas que te pueden ayudar; no sé muy bien si a recuperarla, pero desde luego sí a no perderla, o a que no la pierdan hacia ti.
- Aprende a reconocer tus propias emociones y a expresarlas con sinceridad, de una manera asertiva para no crear conflictos.
- Además de tus emociones, si tu pareja hace o dice algo que no te sienta bien, o que te genera inseguridad, será mejor que se lo digas. Recuerda que no es adivino/a.
- Recuerda también que la comunicación con tu pareja es otro de los grandes pilares. Por lo tanto, exprésa tu opinión, dile lo que te preocupa, lo que piensas, lo que sientes o en aquello en lo que no estás de acuerdo. Ocultar cosas puede ser un motivo de desconfianza.
- Procura no hacer promesas que no estés seguro de poder cumplir.
- Asume tus errores cuando los tengas y discúlpate por ellos. Pero también perdónalos cuando te pidan disculpas.
- Ya sabes que, si mientes con frecuencia, te vas a ganar la desconfianza a pulso. Incluso cuando son “mentiras piadosas”. Así que es mejor que uses la sinceridad, pero sin llegar a ser hiriente. Por otro lado, si crees detectar alguna mentira, será mejor que preguntes y aclares tus dudas.
- Respeta a tu pareja, incluso cuando estés discutiendo con ella.
- Toma las decisiones (o al menos las que conciernen a la pareja) de manera conjunta y no por tu cuenta y riesgo. Recuerda que sois un tándem.
Se suele decir que es mejor prevenir que curar. Por lo tanto, en una relación, es mucho mejor cuidar la confianza que intentar recuperarla cuando ya la has perdido.
Rosa Armas
Psicóloga colegiada T-1670