Hay muchas personas que no expresan su enfado igual que lo hacemos la mayoría. Es decir, hay quien no expresa su molestia con palabras, abordándola de manera directa; sino que la expresan de manera silenciosa, aunque claramente agresiva.
La conducta agresiva es algo natural en el ser humano, pero no es exclusiva de las personas. Los animales también presentan agresividad en muchos momentos.
Por lo general, una conducta agresiva puede ser la manera de expresar la rabia y la molestia; pero también una forma de expresar el miedo o la frustración (entre otras emociones), cuya intención es provocar un daño más o menos intenso en los demás.
Y digo expresar, porque como te decía, lo más habitual es que esa agresividad se manifieste de alguna manera en que los demás la podamos percibir sin dificultad. Sin embargo, existen algunas formas más sutiles de agresividad; que no se perciben tan fácilmente, pero que pueden provocar en los otros el mismo daño (o quizás más) que la que sí se expresa. Estoy hablando del comportamiento pasivo-agresivo.
En esta ocasión, quiero contarte en qué consiste el comportamiento pasivo-agresivo y cómo puedes actuar con una persona que lo practica.
¿Qué es el comportamiento pasivo-agresivo?
El comportamiento pasivo-agresivo consiste en una conducta no verbal, pero que, aún sin ser expresada con palabras, manifiesta una clara agresividad. Podríamos decir que es una forma de agresividad encubierta.
Es decir, la persona en cuestión está enfadada, pero opta por no expresarlo, aunque su actitud es claramente agresiva. Para que me entiendas mejor, te pongo el ejemplo de una situación que es muy probable que hayas vivido.
Una persona cercana a ti deja de hablarte, le preguntas qué le pasa y con actitud y expresión de enfado te contesta “nada”. Insistes en tu pregunta y la respuesta sigue siendo la misma, aunque tú sabes perfectamente (por la expresión de su cara, por sus gestos y por su silencio) que está enfadada; sólo que opta por no admitirlo ni decirte el motivo. Eso es exactamente un comportamiento pasivo-agresivo.
La persona que utiliza este comportamiento para relacionarse con los demás, no tiene la intención de resolver los conflictos, si fuera esa la intención, simplemente hablaría y diría qué es lo que le ha molestado. Por el contrario, esa forma de no expresión de sus emociones, tiene como finalidad hacer daño a la otra persona, pero de una manera silenciosa, o como te decía, encubierta.
El comportamiento pasivo-agresivo no es una enfermedad mental en sí mismo, pero desde luego afecta a las relaciones personales, e incluso laborales, de la persona que lo tiene.
¿Cuáles son las características de una personalidad pasivo-agresiva?
Todos, en algún momento, podemos comportarnos de forma pasivo-agresiva, es decir: sin expresar claramente nuestro enfado. Por ejemplo, manteniendo el silencio cuando algo nos ha molestado.
Sin embargo, hay personas que actúan de esta manera en prácticamente todas las situaciones, y suelen tener algunos rasgos en común. Aunque no tienen por qué aparecer todos, esos rasgos son los siguientes.
- La persona que se comporta de un modo pasivo-agresivo, se muestra de acuerdo en aquello que le sugieren, en lo que le pidan otras personas y en sus responsabilidades. Hasta aquí todo está bien. Lo curioso es que, después, su actitud es de total resistencia. Es decir, no lo hará, o bien lo hará mal, o incluso, hará todo lo que pueda para que salga lo peor posible. En definitiva no está de acuerdo con lo que se le pidió, pero no lo dirá de manera explícita.
- Utilizan con frecuencia la “ley del hielo”. Esto quiere decir que puede ignorar y dejar de hablar a otra persona, durante el tiempo suficiente como para que la otra persona se dé cuenta de su enfado. Claro que esto es muy evidente y, algunas veces es más sutil, como por ejemplo, hacer como que no te ha visto en una reunión con otras personas, o ignorar lo que digas de manera intencionada.
- Por otra parte, suelen expresar con frecuencia que no se sienten comprendidos ni queridos por los demás. Además, suelen utilizar el chantaje emocional para conseguir la atención de los otros, con expresiones del tipo «tratas bien a todo el mundo menos a mi”. De esta manera intentan manipular el afecto de los que le rodean, que pueden llegar a sentirse culpables; por creer que, efectivamente, no le están atendiendo lo suficiente.
- Son personas que critican a los demás con frecuencia.
- En general tienen mal carácter, son especialmente irritables.
- La actitud de una persona pasivo-agresiva en situaciones de interacción con los demás, es claramente hostil. Pero sobre todo, cuando recibe algún tipo de crítica. La intención es, que los otros se sientan incómodos y culpables por haber realizado dicha crítica, o haber expresado su molestia. Cuando el trato con estas personas se alarga en el tiempo, la otra persona dejará de mostrar su malestar, para evitar esa actitud hostil del pasivo-agresivo.
- Suelen culpar a los demás de todo lo que les ocurre. Y, cuando sienten que han sido ofendidos, no lo olvidan con facilidad, les suele dominar el rencor.
- Otra de las características de una persona pasivo-agresiva es la envidia. Sienten una gran envidia hacia los logros de los demás, aunque cuando esto ocurre, cuando alguien cercano obtiene éxito, no tienen problema en felicitarles por ello. Lo que suelen hacer es quitar importancia a esos éxitos de las otras personas, resaltando los fracasos que hayan podido tener, o bien achacando ese éxito a la suerte o a lo fácil que era la tarea. En resumen, minimizan los logros y los éxitos de los demás.
- Además de esto, se quejan continuamente de su mala suerte. Porque nunca son sus errores los que les hacen fracasar, sino la mala suerte que tienen, según ellos claro.
- Otra de sus quejas frecuentes, es la de que los demás le demandan demasiadas cosas y demasiado esfuerzo, y que por tanto, se sienten estresados. Y ésta es otra actitud agresiva, que lo que busca es privar a los que le rodean de su ayuda; al mismo tiempo que les hace sentir culpables por esa supuesta demanda excesiva que le hacen.
- En muchas ocasiones, estando con un grupo de personas, se mantienen callados y con actitud hostil. Aunque en ningún momento expresan que están enfadados, sin duda eso es lo que parece y, terminan por crear un ambiente muy tenso.
Con todo lo anterior, es fácil deducir que estas personas tienen una actitud victimista, cuya intención, no es otra que la de manipular y chantajear a los que le rodean.
¿Cómo tratar con una persona pasivo-agresiva?
Si tienes que tratar con frecuencia con una persona que se comporta de esta manera, es mejor que sigas estas indicaciones, para no pasarlo excesivamente mal.
- Mantén la calma, sobre todo cuando tenga algún comportamiento de los descritos más arriba. Es mejor que no entres en discusiones ni reproches y actúes como si no te dieras cuenta de nada. Si ve que te afecta su actitud, se mantendrá en ella.
- Aunque sepas que la respuesta va a ser “nada”, pregúntale qué le pasa. Así entenderá que te importa lo que le ocurre. Claro que no insistas, si dice nada, pues será nada. Y entonces habla de otra cosa, como si realmente no pasara nada.
- En definitiva, procura que no te afecte su actitud, o al menos, procura que no note que te afecta. Si consigue lo que quiere, que es molestarte, la estarás reforzando y mantendrá esa conducta por más tiempo.
Si por el contrario, no tienes a nadie cerca con ese comportamiento, pero eres tú quien se reconoce en él, quizás tendrías que poner en práctica la asertividad. Es decir, expresar lo que quieres, lo que necesitas y lo que te molesta de una manera clara y tranquila. Te aseguro que obtendrás más beneficios que con la otra actitud.
Rosa Armas
Colegiada T-1670