¿Es difícil verdad? Si lo has tenido que hacer alguna vez lo sabes seguro. Es muy difícil ponerse delante de la pareja y decirle que quieres romper con la relación. Es un momento que no pensaste nunca que iba a llegar, porque nunca empezamos una relación pensando que se acabará, pero ahora, la situación es la que es, las cosas no funcionan.
Te lo has pensado mucho, le has dado mil vueltas. No estás bien, sabes que las cosas no están bien, y no sabes si esperar un poco más a ver si al final mejoran, no sabes si tomar la decisión con el miedo de poder arrepentirte después, no sabes lo que hacer… Pero, finalmente, decides que lo mejor para los dos es terminar con la relación.
Y entonces, empieza otro calvario, ¿cómo decírselo? Sea como sea sabes que le harás daño, pero piensas en cómo hacerlo para que sea el menor daño posible. Porque, han sido muchos años, o tal vez no tantos, pero han sido muchas vivencias, muchas cosas compartidas, y no quieres decirlo de manera que esa persona sufra más de lo que es necesario.
Esa conversación no vas a poder evitarla, aunque te gustaría, tendrás que afrontarla sí o si. Si no te enfrentas a ella, ya sabes lo que toca, seguir manteniendo esa situación que no te gusta y no te hace feliz.
Pero, es conveniente pensar en lo que vas a decir. Es mucho mejor elegir las palabras más adecuadas y no dejarte llevar por tus emociones y soltarlo de repente en medio de una discusión, por ejemplo, porque podrías decir algunas cosas de las que después te arrepientas.
Cómo puedes decirlo sin hacer demasiado daño
Bueno…daño vas a hacerle por mucho que quieras evitarlo. Pero una cosa es el daño que produce la ruptura, que ese es inevitable, y otra cosa es ser cruel a la hora de dar la noticia, eso sí que se puede evitar.
Y, aunque cada caso es diferente, los siguientes consejos te pueden dar una pista de cómo es mejor hacerlo. Te propongo lo que puedes hacer, pero también lo que es mejor que no hagas.
Analiza los motivos
Analiza con calma cuáles son exactamente los motivos por los que quieres romper. Si lo tienes claro, si realmente lo que quieres es dejar esa relación, debes tener claro cuáles son los motivos. Y esos, son los que tendrás que decirle a tu pareja.
Pero, eso se puede decir con toda la sensibilidad y el cariño del que seas capaz. Intentar ponerte en su lugar, te ayudará a encontrar esa sensibilidad. Aún así, la reacción que vaya a tener tu pareja es impredecible, así que estate preparado para cualquiera de ellas.
Escoge un buen momento
Elige un momento en que ninguno de los dos tenga prisa y un lugar en el que podáis estar solos y tranquilos. No es buena idea hablar de esto en un lugar público como un restaurante, por ejemplo. Ten en cuenta que es una mala noticia.
Estar en un sitio donde hay más gente, puede hacer que tu pareja se vea en la obligación de reprimir sus emociones, aunque sólo sea por vergüenza, así que un lugar privado será la mejor opción.
No seas cruel
Tendrás que ser sincero, pero no es necesario ser cruel. En esa situación, lo más fácil sería decirle a tu pareja, cuáles son sus defectos, qué es lo que ya no te gusta de ella, qué es lo que te saca de tus casillas. Pero, aunque eso sería lo más fácil, también es lo más cruel.
Por lo tanto, es mejor que saques a relucir sus cualidades buenas, las que hicieron que te enamoraras de ella. Esas cualidades seguro que las sigue teniendo, aunque haya otras que no te gusten. Una vez que le hayas dicho qué cualidades positivas crees que tiene, tendrás que decirle por qué quieres romper.
Por lo general, aunque hay excepciones, queremos dejar una relación porque ya no sentimos lo que tendríamos que sentir para mantenerla. Y esa, es una buena explicación.
Explica tus razones
Pero, si esa no fuera la explicación, o al menos no la tuya, dile a tu pareja cuál es tu razón para romper. Es más fácil gestionar una ruptura cuando sabes el motivo, cuando tienes una explicación clara, que cuando te dejan pero no sabes muy bien por qué.
Eso sí, no eches la culpa a nadie de ello, ni a tu pareja ni a ti mismo. La culpa produce más dolor del que es necesario. Y al final, nadie tiene la culpa de esto.
No utilices un lenguaje ambiguo
Si después de pensarlo mucho, tienes muy claro que lo que quieres es romper, utiliza un lenguaje firme. Pero un lenguaje firme no quiere decir cruel, quiere decir ausente de ambigüedades. Si usas expresiones del tipo, “supongo”, “tal vez más adelante…”, “nunca se sabe si…”.
Si usas esas expresiones, la otra persona que es probable que siga teniendo sentimientos por ti, se agarrará a eso como a un clavo ardiendo. Se mantendrá en la esperanza de que vuelvas, y le será más difícil afrontar su proceso de duelo.
Hazlo en persona
Si quieres romper con tu pareja, díselo en persona, por favor. Ahora mismo, tenemos muchas maneras de contactar y de hablar con alguien. Todas las redes sociales y muchas aplicaciones de mensajería instantánea. Pero, ten un poco de consideración con esa persona que fue importante en tu vida.
Háblalo con ella cara a cara. Si la situación fuera la contraria, a ti no te gustaría que alguien te dejara por WhatsApp, a que no.
Además, díselo tú mismo, sin intermediarios. Dejarle a otra persona la tarea de decirle a tu pareja que quieres romper, no sé si decirte que es aún más feo que dejarle a través de una red social. Además de que ese mal rato no le corresponde a nadie más, sino a ti.
Otra cosa sería que tú necesites desahogarte con alguien antes de hablarlo con tu pareja. Pero sólo para desahogarte. Darle la noticia, tendrías que hacerlo tú.
Valora si pueden seguir en contacto
Por último, si te propone seguir siendo amigos, valora si es bueno para ti, pero sobre todo si es bueno para tu pareja. Si crees que sigue teniendo sentimientos y lo que espera al seguir siendo amigos es otra oportunidad, si espera con ello que cambies de idea, es mejor no tener contacto. Puedes decirle entonces que, por lo menos durante un tiempo, es mejor que no.
Cómo saber cuando debemos romper con la pareja
Son frecuentes, y mucho más de lo que puedas imaginarte, los casos de parejas que llevan mucho tiempo rotas y aún así, siguen estando juntas. En algunas ocasiones, esto lo sabe uno de los dos, en otras, lo saben los dos; pero ninguno da el paso de romper con la relación.
Pero también puede ocurrir que no se tenga la certeza de que la relación ya no da para más. Puede ocurrir que se tengan dudas, sobre si lo que se está viviendo es lo normal; o si es que la relación de amor ya se ha terminado y no tiene futuro.
Todos sabemos lo doloroso que es una ruptura amorosa. Pero, llegar a tomar la decisión de romperla no lo es menos. Se empieza a notar que las cosas no van bien, que no se está a gusto, que ya no es como antes, o bien, que hay demasiados conflictos y, aún viendo todas estas cosas, seguimos teniendo dudas y seguimos sin atrevernos a tomar la decisión, pensando que, tal vez con un poco de tiempo, la situación mejorará. Lo malo es que esto, por lo general, no suele ocurrir.
¿Por qué nos cuesta tanto decidir una ruptura?
Como decía, llegar a tomar la decisión de dejar a nuestra pareja, es, en todos los casos, difícil, muy difícil. Solo en pensar cómo se lo vamos a decir, nos puede generar una ansiedad tremenda. Y, los motivos por los que nos cuesta tanto, pueden ser muy variados; aunque hay unos pocos que son los más habituales.
El miedo a la soledad
Estar solos no tiene por qué ser malo, pero sentirse solo sí que lo es. Muchas personas no soportan la idea de la soledad. Y si además tienen la creencia de que no van a encontrar a nadie más como pareja, preferirán quedarse con la que tienen aunque no les vaya bien; antes de estar solas.
El miedo al cambio
Este es otro de los motivos por el que nos cuesta tanto tomar una decisión como esta. Con una ruptura, se producirán algunos cambios en nuestra vida, lo queramos o no. Y esto siempre asusta un poco. Preferimos quedarnos con lo que ya conocemos, preferimos quedarnos con lo malo conocido….
No querer hacer daño
Otro motivo frecuente es no querer hacer daño a la otra persona. Ya que se intuye que lo pasaría muy mal. Aunque la relación de amor esté rota, casi siempre queda mucho cariño; y esto nos echa atrás a la hora de decirle a la pareja que queremos dejarla.
¿Cómo saber cuándo tendríamos que romper con la pareja?
Como te decía, en algunas ocasiones nos puede surgir la duda de si tenemos motivos suficientes para romper con nuestra pareja.
Aunque, los motivos son muy personales y no tienen que estar escritos en ninguna parte, hay muchas personas que no terminan de ver muy claro lo que hacer con su relación de pareja. Por eso, te describo una serie de motivos, que son más que suficientes para, al menos, planteártelo en serio.
Cuando hay maltrato
Sinceramente, opino que no tendríamos ni que decirlo. Pero, teniendo en cuenta lo que seguimos viendo en televisión, habrá que seguir insistiendo. Si una persona te maltrata, física o psicológicamente, es un motivo más que suficiente para romper con ella. No te engañes, alguien que no te trata bien, no debe quererte bien, así que, mejor te vas.
Cuando es una relación tóxica
En este caso, no tiene por que haber un maltrato, pero sí que hay una relación de dominio. Uno de los dos es el que domina, controla y maneja la relación como quiere. El otro, digamos que solo obedece órdenes por miedo, miedo al enfado, miedo al abandono, etc.
Si esta fuera tu situación, pregúntate si es eso lo que quieres y si eres feliz así. Quizás las respuestas que te des, te hagan tomar una decisión.
Cuando se te acabó el amor
¿Parece obvio verdad? Pues a pesar de la obviedad, muchas personas en esta situación, siguen manteniendo sus relaciones de pareja. Probablemente por alguno de los motivos que te conté antes, o bien, esperando que el amor vuelva a resurgir por sí solo. Pero esto, es poco probable que pase.
Si te ocurre esto, si te asaltan las dudas y no sabes qué hacer, tal vez pedir ayuda psicológica podría ser una buena opción.
Cuando no hay sexo
Si en tu relación, el contacto sexual con tu pareja se ha reducido, hasta el punto de casi desaparecer, sería bueno que te plantearas la buena o mala salud que puede tener la relación. Por lo general, cuando una pareja empieza a no ir demasiado bien, es la parte sexual, de las primeras que se resienten.
Cuando discutes y discutes
Sí, ya sé, todas las parejas tienen discusiones. Pero, cuando casi lo único que haces con tu pareja es discutir, por todo, y algunas veces hasta por nada, quizás tendrías que pensar despacio y con calma, cuál es el problema de fondo. Porque seguro que hay uno, y estaría bien que valoraras si se puede solucionar, o no.
Cuando buscas opciones fuera de casa
Con esto no quiero decir que simplemente te atraiga alguna o algunas otras personas, porque eso es normal. Lo que quiero decir es que, si hay una persona externa a la pareja, con quien mantienes otra relación, es que, lo quieras aceptar o no, tu relación hace aguas. Y entonces, estaría bien valorar tranquilamente lo que hacer con ella.
Cuando la otra persona quiere dejarlo
Por supuesto, cuando tu pareja te dice que quiere romper, no hay muchas más vueltas que darle. Ya no sirve el “vamos a intentarlo”, no sirven los ruegos ni las insistencias. Porque eso, solo puede hacerte más daño. Tendrás que respetarlo y aceptarlo, es lo mejor.
Muchas veces, nos parece que lo más cómodo es mirar a otra parte, no enfrentarnos a los problemas y actuar como si no existieran. Y es cierto, es lo más cómodo. Pero a la larga, el problema será tal que no vamos a poder ignorarlo; y entonces, habrá que tomar decisiones.
Rosa Armas
Colegiada T-1670