No hay nadie que pueda asegurar que no ha sufrido de mal humor en la vida. Todos hemos tenido, en algún momento, un episodio de enfado y mal humor.
El mal humor es una emoción muy humana, e incluso necesaria en algunas situaciones. Necesaria porque nos sirve para poner límites a otras personas, expresándoles aquello que hacen y que nos pueda molestar.
El problema está, como digo muchas veces, en el extremo. En que el mal humor sea la emoción que predomina en nuestro estado de ánimo; y la que nos acompaña la mayor parte del tiempo.
Sin duda, sabes lo que es el mal humor. Se puede definir como un estado de ánimo en el que lo que predomina es el enfado y la irritabilidad. Ese estado, ya sea pasajero o más permanente, va a afectar a nuestra conducta; a nuestras relaciones con los demás, e incluso a nuestra salud.
Cuáles son las causas del mal humor
Aunque como decía antes, hay personas en las que predomina este estado de ánimo; y son capaces de enfadarse por todo, y hasta por nada. Es cierto que hay algunos factores que pueden despertar en nosotros el mal humor.
La frustración
Uno de los factores que suele ser infalible para conseguir este estado, es la frustración. La frustración es una de las principales generadoras de agresividad y mal humor.
Cuando nos sentimos frustrados, cuando las cosas no nos salgan como queremos que salgan; casi con toda seguridad, nos vamos a poner de mal humor.
Si tenemos una meta a conseguir y no la logramos; o cuando tenemos hechos unos planes y éstos no salen como queríamos. Entonces, suele aparecer el mal humor.
El estrés
Otro de los factores que sin duda producen mal humor es el estrés. Cuando tienes una carga de obligaciones por encima de las que serían adecuadas, cuando no te queda tiempo para dedicártelo a ti mismo, es decir, cuando sufres estrés, es muy fácil que aparezca el mal humor.
Callar las molestias
Otro motivo por el que puede aparecer el mal humor y el enfado, es curiosamente, cuando pasas mucho tiempo reprimiendo el enfado y las molestias. Efectivamente, cuando hay algo que te molesta por ejemplo en una persona cercana, te molesta pero no lo dices, te lo callas, y después te lo sigues callando, llega un momento en que explotas, te enfadas, y entonces lo dices, pero de muy malas maneras.
Qué hacer para manejar el mal humor
Primero que nada, tienes que diferenciar entre lo que hace alguien cercano, que te produce enfado y que tienes el derecho de pedirle que no haga, y lo que no puedes cambiar de ninguna manera.
Por ejemplo, que alguien que vive contigo te hable a gritos, te trate de una manera que no consideras la adecuada, o, que haga cualquier otra cosa que te molesta, sí que podrías intentar cambiarlo. Lo mejor es que, antes de enfadarte, se lo hagas saber. En el momento adecuado y de la forma también adecuada; dile cómo te sientes tú cuando hace esas cosas, y negocia el que pueda dejar de hacerlo.
Para el resto de las muchas cosas que pueden hacerte enfadar, pero que no puedes cambiar de ninguna manera, hay algunas otras estrategias como pueden ser:
Respira hondo y cuenta hasta diez
Sí, ya sé que es un tópico del que siempre se habla, pero funciona. Si consigues aguantar el impulso de enfadarte y lanzar cuatro gritos, y en su lugar, respiras hondo y cuentas despacio hasta diez, al terminar, ese impulso habrá desaparecido casi por completo.
Valora si ganas algo con ese enfado
Después de hacer el ejercicio anterior, piensa en qué es lo que vas a conseguir si te enfadas. En algunas situaciones, absolutamente nada. Por ejemplo, Estás en un atasco de tráfico, hay una cola tremenda y llegas tarde. Dime, consigues algo si te enfadas?
Por lo tanto, si no está en tu mano cambiar las circunstancias que hacen que te enfades, y aún así te enfadas, solo conseguirás una dosis de mal humor para todo el día.
Piensa lo que vas a decir
En esos momentos en que sientes que el enfado es inminente y estás a punto de abrir la boca, párate unos segundos, piensa bien en lo que estabas a punto de decir. ¿Cómo te sentaría a ti escuchar eso mismo? ¿Podrías decir esa misma frase pero de una forma menos agresiva? Seguro que si.
Usa el sentido del humor
En esas ocasiones en que nos surgen imprevistos, no siempre buenos, que hacen que tengamos que cambiar todo lo que teníamos pensado hacer ese día y por tanto, que nos enfademos, no suele fallar la estrategia de buscarle la parte cómica a la situación. El sentido del humor siempre funciona para eliminar un enfado y, la parte graciosa, si la buscas, siempre la vas a encontrar.
Cambia el foco de tu atención
Cuando estés a punto de enfadarte, y eso lo sabes sin lugar a dudas, busca alguna cosa que no tenga que ver y centra tu atención en ella. Es decir, busca algo que consiga entretenerte. Muchas veces, salir del sitio donde estás y darte un paseo, respirar aire fresco, puede servirte para calmar.
Mejorando el mal humor
Si eres de esas personas que en realidad no te enfada algo en concreto, sino que sueles pasar muchas horas al día de mal humor, probablemente pienses que es que eres así, que tienes mal carácter.
Sí, es cierto que hay personas que tienen una respuesta más calmada y otras que responden de manera más brusca. Pero eso lo puedes cambiar, sobre todo si te causa algún problema a la hora de relacionarte con los demás.
Es posible que esta actitud se produzca porque tus pensamientos están centrados en los problemas y los contratiempos. Si haces el pequeño esfuerzo de recordar todo lo bueno que te ha pasado, que siempre hay algo, tu humor mejorará considerablemente.
También puede ser que seas poco paciente, o bien que interpretes algunas cosas como un ataque, con lo que respondes siempre agresivamente. Pues bien, si piensas solo un momento antes de contestar, puedes cambiar tu reacción habitual por otra más suave. Es cuestión de ponerlo en práctica.
Rosa Armas
Colegiada T-1670.