Como manejar los celos infantiles

celos infantiles

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Ya sabemos que los celos en los niños son algo bastante normal y frecuente. Todos los niños, incluyendo a los más pequeños y que nos parece que no se dan cuenta de nada, sienten celos en alguna ocasión.

Con la llegada de un nuevo hermano se manifestarán casi con toda seguridad…pero también pueden sentir celos hacia cualquier otro niño, amigo o vecino al que sus padres presten algo de atención. Además, hay otras situaciones que pueden despertar los celos infantiles. Como puede ser el que su madre o su padre tengan una nueva pareja, por ejemplo.

Como es normal, los celos infantiles serán más intensos cuanto más intenso sea el amor que siente el niño hacia la persona de apego. Pero también cuanto más intensa sea la sensación de abandono que pueda tener, y por supuesto la sensación de estar siendo desplazado del lugar que ocupaba.

Existe una dependencia afectiva de cualquier niño hacia el adulto que le cuida, por lo general sus padres. Cuando el niño percibe que está recibiendo menos atención, menos cariño o menos tiempo del que antes se le daba, aparecen los celos infantiles. Y con ellos, la sensación de que va a tener que competir con alguien para volver a tener todo eso que antes tenía, sin tener que realizar ningún esfuerzo.

Los celos entre hermanos

La gran mayoría de las veces, los celos de un niño son provocados por un hermano pequeño. La expresión «es que él pequeño es el mimado de la casa» no es nada extraño oírla.

Claro que no es la conducta de los padres hacia uno o el otro lo que provoca los celos, ya que por lo general los padres les tratan a todos por igual. Es la propia interpretación de los niños, unido a su miedo de ser desplazados, lo que hace que aparezcan los celos.

En términos generales, la relación entre hermanos es una relación única e incomparable con ninguna otra; que hace que se establezcan entre hermanos unos vínculos muy fuertes. Lo que ocurre es que cuando llega un hermano pequeño, el mayor necesitará un periodo de adaptación. Porque un niño no suele estar dispuesto a compartir el cariño de sus padres con nadie, y menos con un intruso.

Cómo se manifiestan los celos infantiles

Si tienes niños pequeños, puedes identificar si uno de ellos está sintiendo celos a través de algunas conductas concretas:

  • Suelen tener conductas agresivas, tales como pegar, morder o dar pellizcos. Estas conductas las puede dirigir a la persona de la que siente los celos, por ejemplo otros niños. O bien hacia las personas a las que quiere, como serían sus padres.
  • Pueden tener conductas que llamen la atención de sus padres: conductas con las que saben perfectamente que van a molestar, como podrían ser dar golpes, dar gritos, tener rabietas, querer estar todo el tiempo con mamá, no querer comer…o cualquier otra cosa que llame la atención de sus padres.
  • También se pueden volver desobedientes, desafiando a sus padres y a las normas que le ponen.
  • Algunos niños pueden manifestar los celos volviendo a tener conductas de niño más pequeño: como volver a hacerse pis encima, hablar mal cuando ya había aprendido a hablar, no querer vestirse cuando ya lo hacía solo, o chuparse el dedo, por ejemplo.

Pero todo esto va a depender un poco de la edad que tenga el niño. En niños que son muy pequeños, alrededor de los dos años de edad, puede darse una conducta de obediencia extrema…de mucho cariño hacia sus padres, e incluso de sumisión, para evitar de esta forma un posible abandono de las personas a las que quiere.

Los niños algo mayores, a partir de los seis o siete años, tienen ya un pensamiento más elaborado. Y podrían, en lugar de tener conductas agresivas, hacer todo lo contrario: como mostrar indiferencia y dejar de mostrarle afecto a las personas a las que quiere, para indicarles de esa forma la molestia que está sintiendo.

Qué hacer ante los celos de los niños

Primero que nada, hay que tener claro que los celos entre hermanos son una respuesta emocional normal. Y que lo frecuente es que desaparezcan con el paso del tiempo; así que no merecen excesiva preocupación.

Pero, alguna cosa si es necesario hacer para que esos celos no se conviertan en rencor. Como decía antes, los padres suelen tratar de igual manera a un hijo que a otro. Pero si en algún momento y por el motivo que sea, se ha de tener un trato diferente con alguno de ellos (por ejemplo que se haya puesto enfermo y necesite más cuidados) es conveniente explicarle al otro cuáles son las causas.

Dependiendo de la edad que tenga el niño, puede que lo entienda o puede que no del todo. Pero darle una explicación, y a la vez avisarle de que él tendrá también su momento especial, es de gran ayuda para suavizar ese sentimiento.

Esos momentos especiales es importante tenerlos de vez en cuando con los niños. Y consisten en hacer con ellos alguna actividad que no esté dentro de la rutina diaria. Una merienda fuera de casa, una tarde de parque y bici o una tarde de cine, por ejemplo.

Otra cosa importante, que en este caso es algo que no se debe hacer: es comparar a uno con el otro, ni con ningún otro niño. Las comparaciones, además de que siempre son odiosas, pueden despertar los celos. Los niños deben sentir que se les quiere por ser como son…y no porque se parezcan a otro, que supuestamente es mejor.

Por último: si uno de tus hijos es el más celoso, no intentes evitarle los celos dedicándole a él más tiempo. Con esto puedes provocar, por una parte, los celos de los demás. Y por la otra, reforzarle a él esas conductas celosas. Mejor trata a todos por igual, a cada uno con su espacio y su ratito especial.

Consejos cuando un hermanito viene en camino

En el caso de que tengas ya un niño y estés esperando otro, puedes intentar evitarle los celos al mayor, teniendo en cuenta algunas cosas.

  • Hazle partícipe de todo lo relacionado con el niño que viene. Pídele su opinión en las cosas que hay que comprar para el pequeño; de qué color comprarle alguna de su ropa. Que el mayor pueda elegir algo para comprar al pequeño, o que pueda elegir color para cualquier otra cosa que vaya a necesitar, por ejemplo.
  • Cuéntale todas las ventajas que tendrá para él tener un nuevo hermano. Como por ejemplo, que podrá jugar con él cuando sea un poco mayor, o que podrá enseñarle todo lo que él ya sabe. 
  • Anticípale a los cambios que habrá en casa cuando llegue el bebé. Por ejemplo, que al principio tendrás que dedicarle mucho tiempo, porque es muy pequeño y no sabe hablar ni pedir las cosas, pero que después todo volverá a ser como siempre.
  • Y algo muy importante: si con la llegada del bebé será necesario hacer algún cambio que le afecte al niño mayor (como podría ser cambiar de habitación o pasar algunas horas al día con sus abuelos, por ejemplo) es mejor que introduzcas el cambio poco a poco antes de que nazca su hermano. Si lo haces justo con la llegada del pequeño, podrá interpretar que éste viene a quitarle su sitio y por supuesto, podrá sentir celos.

Rosa Armas
Colegiada T-1670. 

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