Qué es el amor verdadero

características del amor verdadero

Compartir en tus redes:

No resulta tan sencillo definir un sentimiento, y en ocasiones tampoco resulta demasiado sencillo diferenciar un sentimiento de otro. Y así podemos llegar a confundir con cierta facilidad el cariño o afecto, la atracción, la dependencia, e incluso a veces hasta la costumbre, con el amor. Y claro, esta confusión podría traernos algún que otro problema…

Sin duda, estarás de acuerdo conmigo en que estar enamorado es una de las sensaciones más gratificantes e ilusionantes que podemos tener.

Cuando nos enamoramos sentimos felicidad plena durante todo el día, los problemas se hacen mucho más pequeños, estamos más motivados y con más energía para hacer cualquier cosa, y casi caminamos sin tener que pisar el suelo.

Es verdad que al pasar un poco de tiempo, esa sensación tan intensa disminuye. Puede que pasado ese tiempo se acabe el amor, o puede que perdure: pero lo cierto es que volvemos un poco a nuestro estado normal. Esto ocurre porque no es lo mismo el amor que el enamoramiento, de hecho hay muchas diferencias entre una cosa y la otra.

¿Qué es el enamoramiento?

Según la ciencia, el enamoramiento es la consecuencia de una serie de reacciones químicas que se producen en nuestro cerebro, y que nos producen ese bienestar tan intenso.

Además, se sabe que en la fase del enamoramiento las áreas que se activan en nuestro cerebro son las mismas que se activan en la adicción a las drogas. Lo que quiere decir que hemos desarrollado una especie de adicción.

De ahí la necesidad que tenemos de ver y estar con esa persona de la que nos hemos enamorado, de una manera  constante. Con lo que llegamos a pensar que esa es la persona que esperábamos, que es el amor de “nuestra vida” y que será para siempre. 

Pero claro, esto no siempre es así. Porque se sabe también que el enamoramiento dura unos dos años aproximadamente, a veces menos. Después de ese tiempo, nuestro cerebro vuelve a su estado normal, y podemos pasar entonces a lo que sería el amor verdadero o amor maduro…o tal vez no, tal vez la cosa se acabe ahí.

¿Cuáles son las características del amor verdadero?

Para que el amor dure más allá de ese tiempo de enamoramiento y se convierta en un amor maduro y verdadero, ha de tener una serie de características… y casi nunca es suficiente que haya mucho amor, hacen falta otros ingredientes importantes.

A continuación, hablamos de cuáles son esas características que debe tener el amor para que sea verdadero. 

Comienza por el amor propio

Primero que nada, debes saber que no conseguirás un amor maduro y verdadero si antes no sientes amor por ti mismo. Si no se cumple este requisito, puedes entrar en una relación tóxica, en una relación de dependencia, o en cualquier otra cosa, menos en una relación sana

Por lo tanto: no busques el amor para completarte, ya eres una persona completa. Ni para cubrir carencias o necesidades, ni tampoco para no sentirte solo.

Trabaja primero en ti mismo: quiérete tú, acompáñate tú, cuídate tú…para después poder encontrar una relación saludable y un amor de verdad.

El amor verdadero es incondicional

Esto quiere decir que cuando quieres de verdad a alguien, le quieres con sus buenas cualidades y también con sus defectos. Es normal que haya cosas de la otra persona que no nos gustan, pero no debes obviarlas, ni tampoco pretender cambiarlas…sólo puedes aceptarlas.

Si no lo haces así, ese amor no puede durar por mucho tiempo. Y es que cuando intentas cambiar a alguien, es porque realmente no te gusta como es: te gusta de otra manera en que no es.

El amor no es necesitar

Cuando sientes amor por alguien prefieres estar con esa persona antes que con otras, prefieres estar con ella antes que hacer otras cosas. Pero esa preferencia no implica la necesidad de estar con ella todo el tiempo: cuando esto ocurre, estaríamos hablando de dependencia emocional y no de verdadero amor.  

En el amor verdadero hay un tiempo y un espacio conjunto, pero a la vez, cada uno puede tener su independencia y libertad. Por eso hablaba antes de quererte a ti mismo, es decir: no tener carencias ni necesidades que tengas que cubrir con la presencia permanente y continuada de esa u otra persona. 

Te hace feliz

Por supuesto esto no quiere decir que no existan problemas nunca, eso no es posible, pero en general, el amor cuando es verdadero te hace feliz.

Por el contrario, cuando estás en una relación donde sufres la mayor parte del tiempo, cuando sientes que esa relación no te hace feliz, se tratará de otra cosa (como por ejemplo de una relación tóxica) o de una relación de dependencia, pero no de amor de verdad. 

Es generoso y no hace reproches

Cuando se quiere de verdad, se da todo lo que sea necesario por la otra persona. Se tiene la preocupación de que la otra persona esté bien en todo momento, sin llegar a la obsesión ni a olvidarse de uno mismo. Y por supuesto, lo que se da es de corazón, con lo que no se hace reproche de ningún tipo.

Soluciona los problemas

El amor verdadero no implica que no vaya a haber problemas en la relación. Pero sí que hace que se lleguen a acuerdos.

Cuando existe el amor de verdad, no se atiende a las necesidades propias: sino que se negocia y se dialoga para que se puedan cubrir las necesidades de las dos personas. Ninguna de las dos partes intenta imponer su voluntad. Cuando no hay amor, por el contrario, no es tan fácil llegar a este punto de acuerdo. 

Te hace sentir bien

Cuando estás con alguien que te quiere de verdad, esa persona hará lo posible para que seas feliz y estés bien. Eso que dicen de “quien bien te quiere te hará llorar” simplemente es mentira. El que te quiere bien no te hará llorar, o al menos hará lo posible para que no llores.

 Facilita la comunicación.

En el amor verdadero, la persona tiene la libertad para comunicar lo que haga falta. Ya sea lo que le molesta, lo que necesita o lo que prefiere. Pero además se tiene el interés por escuchar a la otra persona sobre lo que necesita, prefiere o le molesta.  

Si te da miedo expresar a tu pareja estas cosas, o bien no te importan las que exprese tu pareja, quizás no se trate de un verdadero amor.

Proporciona apoyo y respeto

El amor cuando es el de verdad, cuando es del bueno, respeta y apoya las decisiones que tome la otra persona en cuanto a su desarrollo personal y profesional. No le pone límites; cosa que se suele hacer cuando el amor no es verdadero, sino que tiene un interés propio. 

Pero en el amor de verdad no sólo se respetan las decisiones a nivel laboral, sino que se respeta a la otra persona, en absolutamente todos los aspectos. 

Es libre 

El amor de verdad, es libre y, ni tiene ni impone ataduras de ninguna clase. Ninguno de los miembros de la pareja, le impone nada al otro.

No surge de la nada

Es posible que el enamoramiento sí que surja de la nada, o de casi nada, y suba como la espuma. Sin embargo, el amor maduro y verdadero necesita que se trabaje a diario, con todos los elementos anteriores. 

Seguro que hay algunos otros ingredientes que forman el amor verdadero: podríamos decir que los anteriores son los más básicos, y a la vez los más importantes. Si éstos no se dan, la relación puede ser de cualquier otra cosa pero no de amor.

Cómo saber si es un capricho o un amor verdadero

Como te decía al empezar, es bastante fácil confundir un sentimiento con otro. Y por lo tanto, podemos confundir el amor con un simple capricho, en cuyo caso no llegaría muy lejos. 

El poliamor, los amigos con derecho a roce, mantenerse soltero con algunas relaciones pero sin ningún compromiso…y alguna que otra modalidad más de relación, han conseguido desplazar a un segundo plano el “hasta que la muerte nos separe” o sea al matrimonio para toda la vida. Nuevas formas de relación de pareja en las que se podría confundir la dependencia, la obsesión o el capricho, con el amor de verdad.

Por si te encontraras en una situación en la que te surgiera esta duda, hay algunas señales que te pueden indicar que esa persona es un capricho o una obsesión. Yque ese comportamiento que crees que es amor, es más una emoción intensa y una fuerte atracción física.

Se trata de un capricho cuando no eres capaz de pensar en nada más, ni en nadie más. Todos tus pensamientos se los lleva en exclusiva esa persona; siendo muy difícil que puedas concentrarte en cualquier otra cosa.

Es verdad que esto también formaría parte de un enamoramiento. Sin embargo, no de un amor profundo, sereno y verdadero. 

La idealización

Has conseguido idealizar a esa persona como alguien perfecto. Es decir, consideras que no tiene ningún defecto. Llegas incluso a idolatrarla. Por supuesto sí que tiene defectos, como todo el mundo, pero has conseguido no verlos. 

Cuando se trata de un amor verdadero, sí que ves sus defectos, por supuesto que sí, pero simplemente los aceptas. 

Te olvidas de tus cosas 

La persona que está “encaprichada” termina por no tener su propia agenda ni su propia vida. Por el contrario, la deja a un lado y se adapta a la vida y a los deseos de esa otra persona de la que cree estar enamorada. Toda su vida gira en torno a esa persona, y se terminan por desatender otras relaciones, como a la familia o a los amigos.

Cuando se trata de un amor verdadero, esa persona es muy importante claro está, pero eso no impide que se comparta tiempo con otras personas importantes.

La manipulación

Además, se trata de un capricho cuando existe un miedo exagerado a que esa relación se rompa y haya un abandono. Por este motivo, la persona que cree estar enamorada es capaz de aguantar lo que sea. E incluso es capaz de manipular a la otra, con tal de mantener esa relación.

Por tanto, se puede decir que un capricho se da con mayor frecuencia en personas que son dependientes, y que por alguna carencia de tipo emocional necesitan estar con alguien en una relación de pareja para sentirse bien. Por eso te decía más arriba, que antes de encontrar el amor, has de quererte tú. 

La atracción física pura

Si lo piensas bien, y ves que lo que sientes es más una atracción por su físico que por su personalidad, sin duda se trata de un capricho. Es más: las cualidades personales que te gustan de esa persona en realidad son muy pocas…pero de las físicas, te gustan todas.

En el amor verdadero puede que te atraiga mucho su físico, o puede que no. Pero sí que te atraen todas sus cualidades personales, o al menos la mayoría de ellas. No te gusta sólo su físico, te gusta lo que ves en esa persona en su conjunto.  

Empiezan y se afianzan demasiado rápido

 Efectivamente, se trata de un capricho cuando la relación se inicia y se desarrolla con demasiada rapidez. Pero, el interés que siente la persona que cree estar enamorada por la otra, no es estable sino que aumenta y disminuye constantemente.

Por el contrario: cuando es amor de verdad, la relación se inicia poco a poco. Dando el tiempo que sea necesario para conocer a la persona sin prisas.

Discusiones 

En una relación que realmente es un capricho, se suele discutir mucho. Y si se tuviera que poner distancia con esa persona, la emoción tan intensa que había al principio se enfriará muy rápido.

Cuando se trata de amor, y por el motivo que sea es necesaria una distancia, la relación no se enfriará. Por el contrario, el amor se hará más fuerte, ya que se buscará la forma para que esto sea así.

Por otra parte, en una relación de amor claro que habrá discusiones, como en todas las parejas. Pero con el tiempo y el conocimiento de la otra persona, es decir de lo que le gusta y lo que no, de lo que le molesta y lo que no, éstas van siendo cada vez menos. Y cuando las hay, se consigue negociar y llegar a un punto intermedio.

No hay un interés común 

Por último, hay capricho cuando no se piensa en el crecimiento y bienestar de la relación. Sino que se piensa únicamente en el bienestar personal, en lo que esa persona nos puede ofrecer a nosotros.

En el amor del bueno, el interés no está en el bienestar personal, sino en el bienestar de la relación; así como en tener y poder alcanzar los proyectos que hay en común. Es un sentimiento generoso y se piensa en el otro o en los dos, nunca en sí mismo.

Es importante que analicemos con detenimiento los sentimientos que tenemos por alguien, para en la medida de lo posible evitar confundirlos, y llegar a sufrir consecuencias que nos resulten negativas.

Un amor de verdad se va instalando poco a poco, y con tiempo se convierte en algo estable. Un capricho o cualquier otro sentimiento parecido aumenta nuestra emoción con mucha rapidez, pero con esa misma rapidez se puede desvanecer.

Rosa Armas
Colegiada T-1670.

psicólogo 24 horas

¿Necesitas hablar con un psicólogo? Estamos disponibles las 24 horas de los 365 días del año

Compartir en tus redes:

Artículos recientes

Categorías

Suscribirse

Suscríbete con tu email y recibirás información sobre promociones especiales para suscriptores