A la hora de iniciar una relación de pareja, a todos nos gustaría que la persona que elegimos sea la correcta, la adecuada para nosotros…la que nos hará feliz y con la que podamos estar bien toda la vida.
Pero claro, las pregunta serían ¿es posible combinar una elección consciente y racional, con la emocionalidad y la impulsividad que conlleva el enamoramiento? y ¿es posible buscar a esa persona que sea compatible con nosotros y que tenga esas cualidades, que podrán predecir el éxito de esa relación?
Desde luego, la cosa no parece nada fácil.
¿Es posible elegir una pareja perfecta para cada uno de nosotros?
Siento decirte que no. No hay nada que nos pueda decir de antemano, con el cien por cien de seguridad, que una persona es la perfecta para nosotros. No hay nada que prediga el éxito absoluto en una relación de pareja.
Lo que sí hay son indicadores, que pueden decirnos si es más o menos probable que la cosa vaya bien con esa persona. Es decir, en qué aspectos de la otra persona es más importante que nos fijemos.
Claro que como te decía al empezar, aquí surge otra pregunta: ¿se puede hacer la elección de una pareja de manera consciente y racional, sin que influya la intensa emoción que aparece durante el enamoramiento?
Pues sí, sí que se puede: teniendo en cuenta claro está, que en ese momento la racionalidad de nuestro cerebro no es la misma que la que tendríamos en cualquier otro.
Podría ser que la gran cantidad de fracasos en las relaciones de pareja se deban, entre otras cosas claro está, a que nos dejamos llevar únicamente por la emoción. Y no valoramos otros aspectos más objetivos, que quizás también deberíamos valorar.
¿Qué puede ocurrir si nos llevamos por la emoción al elegir pareja?
Pues, pueden ocurrir muchas cosas pero ninguna buena. Cuando hablo de emoción aquí, no sólo me refiero al enamoramiento que podemos sentir por alguien en un principio, y que nos nubla y mucho la razón.
Me refiero también a las necesidades o carencias que podemos tener, y que nos harán buscar parejas predestinadas al fracaso, o como mínimo al sufrimiento.
Por ejemplo: cuando buscamos una pareja porque no podemos ni queremos estar solos, cuando se busca estar en compañía, sea ésta quien sea…lo que estamos buscando es cubrir una carencia que tenemos y no una pareja. En este caso, la demanda que le haremos a esa persona será tal, que terminará por agobiarse y quizás por romper con la relación.
Lo mismo ocurrirá si buscamos alguien que nos cuide, como una forma de sustituir a un padre que quizás no tuvimos, o que tuvimos pero que no era como necesitábamos. O si buscamos una persona porque necesitamos imperiosamente a alguien de fuera que nos quiera: estaremos buscando fuera el amor que no nos damos nosotros mismos.
Por lo tanto, lo primero que tendríamos que hacer todos antes de buscar una pareja, sería estar bien con nosotros mismos, estar bien solos. Querernos y cuidarnos a nosotros mismos, para no tener la necesidad de que otro haga esa tarea. Ser, “una naranja completa”, para no tener que estar buscando la mitad de ella.
Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir una pareja
Una vez que estén resueltas todas las carencias anteriores, estaremos en disposición de buscar pareja. Pero ¿a qué aspectos debemos prestar más atención?
Estarás de acuerdo conmigo en que no es suficiente estar enamorado o sentir mucha atracción para que una relación de pareja vaya bien, para que seamos compatibles con ella. Hay otras cosas en las que deberíamos fijarnos antes de establecer una relación, y que nos pueden indicar si ésta puede funcionar mejor o peor.
La comunicación
¿Cómo es la comunicación con esa persona? Una de las cosas más importantes en una relación de pareja, es la existencia de una buena comunicación.
El poder hablar de lo que se piensa, de lo que se siente, poder compartir experiencias, miedos o preocupaciones, es algo que fortalece el vínculo con esa persona.
Poder hablar con tu pareja cuando hay un conflicto, problema o malentendido, facilita mucho su resolución. Si la comunicación es escasa o poco fluída, es posible que en poco tiempo te aburra estar con una persona que no se comunica contigo…o que lo hace muy poco.
Pero además de esto, si hay cosas que querrías hablar con tu pareja y no lo haces por el miedo a que le siente mal y se enfade, entonces y sin lugar a ninguna duda esa no es la persona correcta.
Las cosas en común
Qué cosas, de las que consideras importantes, tienes en común con esa persona. Y digo de las que consideras importantes, porque tal vez no sea demasiado importante que te guste la misma música que a ella; o el mismo género de cine, o que a ti te guste el chocolate y a esa persona no.
Quizás lo más importante sean aspectos como qué valores tiene, cuáles son sus creencias acerca de la vida en general y no en cuestiones religiosas…de qué manera afronta los problemas, qué proyectos de vida y de futuro tiene, su capacidad para gestionar imprevistos, su sentido del humor etc.
Y si todo esto, y alguna cosa más que para ti sea importante, coincide en todo o al menos en gran parte con los tuyos. Porque los polos opuestos se atraen, pero no llegan a entenderse tan bien como se cree, y siempre se entenderán mejor las personas que son más parecidas entre sí.
El tipo de relación que buscas
Esto es muy importante, el que esa persona esté buscando el mismo tipo de relación que tú, es otro aspecto a tener muy en cuenta.
Con el tipo de relación que se busca quiero decir si los dos están de acuerdo en ser una pareja en la que exista exclusividad, es decir de las más tradicionales. O si por el contrario, esa persona busca una relación abierta y tú no, por ejemplo. Sea como sea: si en este aspecto no hay un acuerdo desde el principio, una de las dos partes lo puede pasar muy mal.
Analizar tus patrones
Otro factor que tendrías que tener en cuenta, es si esta persona tiene muchas cosas en común con parejas anteriores con las que te ha ido mal. Muchas personas terminan por buscar el mismo tipo de personas como pareja, y muchas veces se repite un patrón. Un patrón que te hace sufrir una y otra vez.
Por lo tanto, fíjate en si estás volviendo a repetirlo: si estás ante otra relación que te hará sufrir igual que las anteriores, porque las características son similares.
Otros aspectos a tener en cuenta
Además de los anteriores, hay algunas otras cosas de esa persona que quizás no tendrías que obviar. Algunas de ellas son por ejemplo, su manera de expresar el cariño y el afecto, porque tal vez tú necesites un tipo de expresión afectiva que esa persona no te da.
Su apoyo en los momentos difíciles, que quizás para ti es algo muy importante. Su honestidad y como no, la atracción entre ambos, que también es un aspecto relevante a tener en cuenta. Todos éstos son aspectos que sin duda habrías de tener en cuenta, y no sólo la fuerte atracción que puedas sentir. Pero hay muchos más: puede haber tantos otros como tú consideres que esa persona debe tener para ser compatible contigo.
Pero no me malinterpretes: que se cumplan todos no te garantiza al cien por cien que la relación vaya a ser para siempre, ni que vaya a ir bien siempre. No hay nada que te pueda garantizar eso. Sin embargo, observar todos los componentes anteriores te puede dar una pista de si esa persona será una buena compañía.
Rosa Armas
Colegiada T-1670